BALA DE CAÑON
En una visita que realicé en 1996 al Jardín Botánico Nacional, pude observar por primera vez, la preciosa flor cuya fotografía adjunto, y observar un árbol de 30 metros de altura, que me pareció un poco extraño y que producía unos frutos extraños también pegados a lo largo y alto del tronco. Dichos frutos esféricos y leñosos se parecían a un coco desalojado de su corteza, aunque no tenían nada que ver con aquel.
El nombre botánico de la planta Curoupita guianensis pertenece a la familia de las Lecitidáceas. Es un árbol principalmente ornamental y la planta joven está muy presente en la industria jardinera. También se conoce por los nombres de coco hediondo, taparón y ayahuma, según el país y localidad donde se produce. Es nativo de Guayana y lo relacionan en Sudamérica con la nuez de Brasil, aunque nada tiene que ver tampoco con ella.
Resulta peligroso caminar cerca del árbol, ya que el fruto es de gran tamaño, muy duro y pesado, se desprende inesperadamente pudiendo resultar gravemente herido si cae sobre la cabeza de un paseante. Por suerte, nace pegado al tronco y no se aleja del mismo en su caída; su nombre vulgar bala de cañón, obedece tal vez a su peligrosidad…
Es una planta muy conocida en la India por los nombres de “flores de sal” y “sal de la India” especialmente en los templos de Shiva donde el árbol está considerado sagrado.
El fruto, que está repleto de semillas no es comestible, y con él se hacen recipientes y elementos decorativos; su pulpa se utiliza en farmacopea como curativa de heridas y contusiones debido a su actividad antifúngica y antimicrobiana.
La mayor importancia del árbol se concentra en las bellísimas flores carnosas e incandescentes que produce, que despiden un perfume espectacular inundando el ambiente cercano allí donde se encuentran. Su vistoso colorido blanco, rojo y amarillo atrae a numerosos insectos que se encargan de la necesaria polinización para la reproducción y supervivencia de la especie.
Resulta curioso que, una especie capaz de desplegar durante su floración unos perfumes tan deliciosos, puede producir unos frutos de estructura maderable, que cuando caen al suelo y se abren, ofrecen un olor repugnante.
Es una especie bien conocida en Costa Rica y Brasil, pero carece de interés comercial y se utiliza como elemento decorativo para plazas, parques y jardines de las ciudades.
Julián Díaz Robledo