Desde la escuela las Salesianas de Nervión en Sevilla, se pusieron en contacto con la directora del aula hospitalaria, la Dra. Toñy Castillo para preguntar: – si entre las colecciones de cuentos de la Luna y el Vuelo de la Cometa existía un cuento para niños/as que tratara las adversidades renales en la infancia- .

No era el caso, pero eso no ha impedido que se pudiera escribir. Así pues, un nuevo cuento titulado” Antonio Metió un gol” ha visto la luz. En él, se trata de la diferencia como fuente de riqueza y la normalidad de niños y niñas, como elemento a trata desde la equidad y la atención a la diversidad como símbolo de respeto e inclusión.

El cuento escrito por Toñy Castillo ha sido ilustrado por Tania Lasala y el resultado ha sido un precioso relato ilustrado, donde Antonio, nuestro protagonista, ha pasado de la realidad a la ficción y viceversa.

Un cuento donde la identificación del protagonista por su historia vivenciada ha dado como consecuencia una historia:

Donde los valores se han unido a un trabajo de autoestima.

Donde personajes participaban de realidades de niños y niñas.

Donde sus diferencias los unen como persona.

El cuento ha sido presentado en el Colegio donde nuestro protagonista realiza Educación Infantil, y el escenario fue la clase de psicomotricidad, en la cual, estaban reunidos todos y todos los compañeros/as de Antonio, la actividad se realizó de manera interactiva y participativa dando lugar a un ambiente único, donde Un Antonio comprometido con su historia conducía el cuento con maestría junto a sus compañeros/as de clase.

Y que decir del recibimiento. Un colegio implicado con sus valores, un ambiente donde la vida se respira en cada rincón, sea patio, pasillos o clases y como tal. tanto la escritora como la ilustradora fueron recibidas por parte de miembros del equipo directivo, profesoras, y orientadora de manera exquisita, esto unido a la familia de nuestro Antonio, que nos acompañaron en todo momento, convirtió el acto en algo entrañable.

Como nota de implicación fue la Unión del Club Lleida Esportiu, el cual con gran amabilidad entregó al protagonista una pelota firmada por los jugadores, gesto que la familia del niño y en el nombre del aula hospitalaria deseamos agradecer tanto por el hecho, como por el cariño.

Hola, soy Toñy y trabajo en un colegio muy especial, al que asisten niños/as y jóvenes, que por motivos de enfermedad, han de pasar unos días bajo el cuidado de los médicos y las enfermeras. Este colegio, está en la planta de Pediatría del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, y desde el Aula Hospitalaria, estudian y siguen con sus deberes. Soy la profesora, y les ayudo a hacer sus trabajos, para que al salir del hospital, puedan sacar buenas notas en sus colegios e institutos, pero también… me gusta escribir y contar historias…

En el Aula, hay una cometa de lindos colores decorando la pared, pero es un poco traviesa y le gusta escaparse por las ventanas de las habitaciones del hospital. Al anochecer, espera a que los niño/as duerman para volar libre por el cielo. Cuando la cometa regresa al hospital, se sienta junto a ellos y ellas para contarles lo que ha visto mientras viajaba entre las nubes. Ayer, al regresar de sus vuelos, le pregunté:

  • ¿De dónde vienes tan alegre?

Ella, la cometa de lindos colores, me contó que venía de una escuela de Andalucía.

  • ¿Y qué has aprendido mientras volabas?

Mi amiga, la cometa, me explicó que había conocido a niños y niñas que regalaban su amistad. Yo me alegré mucho al escuchar su historia, y por eso, le pedí que os las contara.

Una noche me asomé por la ventana de una casa, terminaba de nacer un precioso niño. Sus padres, Antonio y Maribel, estaban muy contentos porque el pequeño Antonio llegaba a su hogar con ganas de vivir junto a ellos.  Como cualquier recién nacido, el protagonista de esta historia creía entre los brazos de sus padres y la ternura del cariño.

Antonio cada año que cumplía se hacía más inteligente, más cariñoso y como era muy bueno tenía muchos amigos y amigas en el colegio, bueno… a veces también se enfadada un poco, pero cada día al hacerse mayor se volvía más responsable. Y escuchaba y obedecía a sus padres… bueno alguna vez se le olvidaba… pero después volvía a portarse maravillosamente bien.

En su colegio, era un alumno muy aplicado y buen compañero, por eso era amigo de todos los niños y niñas. Pronto entablaba amistad con los más pequeños/as, pero también con los más mayores.

Sus profes le tenían un gran cariño. ¿Sabéis porque…?

Porque cuando llegaba al cole la sonrisa siempre estaba en su boca, era muy trabajador y se portaba muy bien, con  ganas de hacer cosas… de pintar, de repasar,  de contar  los números… y participaba en la clase con mucho interés, ya que quería aprender muchísimo.

Cuando había asambleas, él aportaba a la clase sus conocimientos, interesándose por todo lo que explicaban y colaborando en todas las tareas.

Pero ese martes no iba a ser como cual cualquier día normal, habían avisado la tarde anterior que al colegio vendrían unos jugadores de fútbol y enseñarían en la hora de educación física a jugar como profesionales, estaban muy alegres…

Se había levantado, como siempre, muy temprano para ir a casa de sus abuelos, ellos vivían muy cerca del colegio y así su padre y su madre se iban a trabajar mientras nuestro amigo se terminaba de preparar.

No se vistió con un pantalón y una camisa normal… ¡no…! se puso una camiseta azul, un pantalón blanco y unas medias azules. ¡Súper contento se marchó de casa!

 Sus compañeras y compañeros se habían vestido con la camisetas con los colores de sus equipos preferidos de fútbol – cada cual llevaba una diferente… y eso hacía que el aula luciera muy colorida, cuando…

 Se abrió la puerta y la profesora…… dijo:

  •  Han llegado los jugadores ¡venga en fila que nos vamos al patio!

Bajaron y bueno… inició la clase el capitán del equipo que explicaba que era: Saque inicial, Saque de banda y  Saque de meta.

Antonio era un buen jugador, hacía tiempo que entrenaba en un equipo de futbol.

Fue un día de lo más divertido, corrían intentando pasarse la pelota y haciendo algún que otro chute…. Estaban en el gimnasio cuando el capitán del equipo preguntó…

– A ver ¿quién de vosotros sabe jugar al futbol? y Antonio levanto la mano junto a otros compañeros y compañeras.

¡Pues mañana vamos a volver y haremos un partido!

Antonio estaba muy contento ¡súper contento diría yo! un día mientras él jugaba un partido de fútbol su entrenador lo felicitó porque había ido a por la pelota con muchas ganas. Y ya esperaba que llegara el miércoles…

Se terminó el entreno y se oyó la voz de la seño…

Así pues, se pusieron nuevamente sus batas y regresaron a la clase, allí les esperaba un gran libro donde tenía dibujado el cuerpo humano, miraron el dibujo y la profesora empezó a explicar:

“Todos los niños y niñas hemos de cuidarnos por dentro y por fuera”.

Las personas tenemos piernas… ojos…. brazos… pies… y esas partes del cuerpo se ven,  pero cada niño o niña es diferente,  por eso decimos… ese es Juan… o Manuel… o María… hay niños con el pelo rubio, otros de color moreno… niñas que son altas, otras más bajitas…

Nuestro cuerpo por dentro también está formado por muchas partes que trabajan para que estemos  con ganas de tener energía… de correr… de estudiar… esas partes se llaman órganos…

Como el corazón que tenemos, que es un corazón que nos sirve para que estemos fuertes, pero también para querer a los demás.

También, el cerebro, que es otra parte que no se ve pero sirve para estudiar, para escuchar a los papás, para ser obediente, para aprender cosas y sobre todo, para pensar.

O como esos pulmones, que sirven para respirar, tomar el aire cuando vamos al campo, cuando vamos hacia la escuela, por eso es muy importante hacer deporte. Pues pasa que si tenemos los pulmones limpios siempre vamos a estar mucho más contentos, vamos a tener más energía y vamos a tener más ganas de andar.

Hay otras muchas partes del cuerpo que no se ven como, por ejemplo, el estómago, que sirve para hacer la digestión.

Otras como, por ejemplo, puede ser el hígado y el páncreas.

Después, tenemos los riñones. Tenemos dos y es una parte muy importante.

Pero a veces, a algún órgano hemos de ayudarle a que trabaje, para que estemos muy fuertes y tengamos mucha energía…

Por ejemplo, conozco a una niña que se llama Rocío que para ver bien se pone gafas…  a un niño que a veces se constipa mucho y le cuesta respirar y lleva al cole como una mascarilla, sobre todo cuando llega el otoño y la primavera, y así respira mejor. También, conozco a un niño que se llama Jorge y se ha de cuidar sus riñones y ha de hacer pipí bastantes veces e incluso se le ha de ayudar. A veces le costaba un poquito, por esa razón él llevaba unos pañales mágicos, que incluso cuando corría detrás de la pelota los pañales corrían todavía tres veces más y le hacía que fuera rápido, rápido, rápido.

Antonio se quedó pensando… ¡anda eso también me pasa a mi…!

E incluso os voy a comentar que hay unos sitios llamados hospitales donde hay médicos… enfermeras… maestras/os  y muchas personas más que saben mucho de cuidar a los  niños y niñas.

Y si un órgano del cuerpo no funciona bien… intentan  ayudar a que se arregle, a veces cuesta tiempo… pero los médicos “erre que erre” siguen intentando que todos los niños y niñas recuperen su sonrisa y estén muy sanos…

Antonio escuchaba con atención y estaba contento, ya que esa tarde al salir del colegio estaría con sus primas Valeria y Valentina y seguro que se lo pasarían muy pero que muy bien porque –además- verían en la tele una película que les encantaba “El rey león”. 

Al llegar a casa de sus tíos, merendó con muchas ganas. Fue a hacer pipí y se sentaron a ver la película.

Valentina le dijo:

  • ¿Te lo has pasado bien en el cole?
  • Sí, he participado mucho y me lo he pasado pipa… Y mañana voy a jugar al fútbol con jugadores mayores.
  •  ¡Qué bien! -añadió Valentina-
  • Este domingo iremos a Granada y veremos a Fernando -añadió  su madre-
  • cuento escuela Ole, ole y ole. 

Al día siguiente en el cole llegaron los jugadores y como dijeron, iba a empezar el partido… se alinearon todos los compañeros y compañeras de Antonio y se inició el partido. Empezaron a pasarse la pelota… a regatear y bueno…  Se lo estaban pasado genial.

De pronto, Antonio corrió hacia el centro del campo y chutó tan fuerte que… ¡Zas, dio en la portería!

 Ohhhhhhhhhhhhhhhh dijeron todos, porque poquito!!!!!!!!!!

Entonces se reanudó la jugada… y… así como paseando la pelota por el campo del cole… Antonio, como si fuera Spiderman, salió como un rayo, la pelota entró un poquito de puntitas porque primero dio en el larguero, pero bajo la sorpresa de todos la pelota entro y metió… un gol!!!!

¡Todos le abrazaban… y  al terminar el partido un jugador le preguntó:

  • Ha sido maravilloso ¿cómo lo has podido hacer? y Antonio le respondió:

 Con esfuerzo, porque yo soy un niño muy valiente, un niño que me cuido para tener mucha fuerza y energía y además, tengo muchas ganas de saltar… correr… y estudiar… bueno, también he de hacer caso a mis padres y así iré a Granada a ver a mi primo Fernando al que le contaré algo muy importante.

¿Sabéis qué era eso algo tan importante que le quería contar?

Pues que se estaba haciendo mayor. Que cada vez hacía más caso a su padre y a su madre y lógicamente a sus profesores de la escuela. Que había trabajado muy bien en el colegio, que algunas veces iba al hospital y que allí había médicos y enfermeras que lo cuidaban muy bien y que le habían explicado que él tenía que cuidar sus riñones para que siempre pudieran hacer su trabajo y que sus padres, que lo querían mucho, le ayudaban a hacer pipí y que también tenía unos calzoncillos que eran como pañales mágicos como los de Jorge, porque así si se le escapaba un poquito de pipi no pasaba nada y que había metido un gol!!!

 Al día siguiente, la profesora escribió en la pizarra:

“Todos los niños y las niñas contarán que tienen de especiales y diferentes”

Luís contaba que le gustaba cocinar.

María decía que tenía un gato en casa y jugaba mucho con él.

Manuel comentó que a veces tenía que pasar algún día en el hospital porque tenía mucha tos.

Maribel explicó que a veces le costaba mucho caminar porque se cansaba.

Mari Carmen contaba que le gustaba mucho revisar los libros.

Y Antonio muy valiente contó que él cuidaba a sus riñones y para ello le ayudaban su papa y su mama… 

La profesora escribió en la pizarra: todos y todas sois especiales, sois diferentes y eso es lo bueno.

Y lo más importante es que compartáis las cosas que os hacen diferentes y especiales.

Antonio pregunto:

  • ¿Por qué tenemos que ser diferentes y especiales?

– Porque cada persona es única y maravillosa, y tiene muchas cosas bonitas diferentes, y la suma de todas las cosas bonitas que tenéis os hace ser mejores niños y niñas.

Y en ese momento, Antonio sonrió diciendo: “Entonces todos somos diferentes…. “

  • No solo diferentes, sino maravillosos.

 Y yo la cometa… esta tarde voy a mirar por las ventanas del colegio a ver si veo a niños y niñas felices, con muchas ganas de estudiar, de aprender, de jugar…

O si tengo suerte igual me encuentro a un futbolista que se llama Antonio, que es un niño muy valiente que va a un colegio donde todos y todas le quieren.

En el colegio del hospital escuchaban atentos a la cometa y ella contaba y contaba historias de un colegio de Sevilla mientras les mandaban un beso a Antonio y a todos sus compañeros/as y profes… por el cariño e implicación hacia los niños y niñas delante de sus adversidades, por su apoyo incondicional y entrega.

 Toñy Castillo Meléndez

Así pues, Gracias. Gracias

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