Un viaje entre Quijotes y Dulcineas – A TODA COSTA
Francisco Ponce Carrasco nos invita a redescubrir la esencia romántica de los años 80 y 90 a través de la canción Quijote de Julio Iglesias, un homenaje al amor idealizado y eterno. Entre poesía y nostalgia, el autor traza un puente entre Cervantes y la música popular española.

Durante los años 80 y 90, la música romántica se convirtió en un refugio emocional.
Estas décadas fueron testigos de un auge en el género, y los artistas de habla hispana, como Julio Iglesias, crearon himnos que aún resuenan en los oídos de quienes buscan evocar sentimientos de amor y pasión.
Uno de los ejemplos más emblemáticos de la época es la canción Quijote de Julio Iglesias. Con una melodía suave y una lírica profundamente poética, Iglesias no solo canta al amor imposible, sino que también se convierte en un Quijote moderno.
La figura de Quijote, que se lanza al viento con su nobleza y su lucha contra molinos de viento, se transforma en un símbolo de la persistencia del amor en un contexto que parece haber perdido el rumbo de los ideales.

Es inevitable, al escuchar Quijote, hacer la conexión con Dulcinea, esa mujer inalcanzable que representa la esencia misma del amor platónico y, al mismo tiempo, de la tristeza melancólica que acompaña a las aspiraciones no correspondidas.
Al igual que el caballero de la triste figura, el protagonista de la canción de Iglesias se enfrenta a la vida con la visión de una Dulcinea que, aunque lejana y casi intangible, sigue siendo el faro de sus deseos.
La belleza de esta canción radica en su capacidad para mezclar la poesía con el sentir humano. Para terminar, la música de estos años se nutrió de los más grandes referentes literarios, y figuras como Julio Iglesias, al cantar sobre Quijote y Dulcinea, dejaron una huella imborrable en el imaginario colectivo. En estos momentos su legado permanece:
Soy de aquellos que sueñan con la libertad
Capitán de un velero que no tiene mar
Soy de aquellos que viven buscando un lugar
Soy Quijote de un tiempo que no tiene edad
Y me gustan las gentes que son de verdad
Ser bohemio, poeta y ser golfo me va
Soy cantor de silencios que no vive en paz
Que presume de ser español donde va
Y mi Dulcinea, ¿dónde estarás?
Que tu amor no es fácil de encontrar
Quise ver tu cara en cada mujer
¡Tantas veces yo soñé que soñaba tu querer!
Soy feliz con un vino y un trozo de pan
Y también, ¿cómo no con caviar y champán?
Soy aquel vagabundo que no vive en paz
Me conformo con nada, con todo y con más
Tengo miedo del tiempo que fácil se va
De las gentes que hablan, que opinan demás
Y es que vengo de un mundo que está más allá
Soy Quijote de un tiempo que no tiene edad
Y mi Dulcinea, ¿dónde estarás?
Que tu amor no es fácil de encontrar
Quise ver tu cara en cada mujer
¡Tantas veces yo soñé que soñaba tu querer!
Francisco Ponce Carrasco

Es muy interesante