** PALABRAS DESENCADENADAS **

…a vosotras Lola y Carmen.

Amor, confianza y perdón son los cimientos del matrimonio.

En el matrimonio, muchos días traerán felicidad mientras otros días serán tristes. Pero juntos, dos corazones pueden sobrellevar todas las cosas…

En el matrimonio todos los momentos no serán excitantes o románticos, y algunas veces las preocupaciones y la ansiedad serán abrumadoras. Pero juntos, dos corazones que lo aceptan encontrarán consuelo.

Recolección de pasados gozos, dolores y sentimientos compartidos, será el cemento que sostendrá todas las cosas juntas durante los peores y más inseguros momentos.

Haber llegado a ser amigas, y convertirse en la confidente y compañera que la otra necesita, es la verdad bella y mágica de dos personas juntas.

Esto inspira en cada una un sueño o un sentimiento, y teniendo fe en cada una y no dándose por vencidas, aun cuando todas las probabilidades digan que hay que retirarse.

Esto permite a cada uno ser vulnerable, ser el mismo o ella misma, aun cuando las opiniones o pensamientos no estén en total acuerdo con lo que vosotras promulgáis… ¨ Que les den.

Esto involucra y muestra interés en cada uno, realmente escuchando y estando disponible, es la manera en que lo haría cualquier buen amigo, amiga o pareja.

Exactamente tres cosas deben ser recordadas en un matrimonio, si este es un lazo mutuo o compartido, cuidado y amado a través de la vida; amor, confianza y perdón.

Cuando por fin se encuentran dos almas, que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío, cuando advierten que son pareja que se comprenden y corresponde, en una palabra, que son semejantes, surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas, una unión que

comienza en la tierra y perdurará por los confines en el cielo.

Esa unión es sencillamente amor, amor autentico, como en verdad muy pocos hombres y mujeres, privilegiados y privilegiadas pueden concebir, amor que es una religión, que deifica al ser amado cuya vida emana del fervor y de la pasión, y para los que los sacrificios más grandes son los gozos más dulces.

Enamórate de mí Carmen, que yo Lola, te amaré, te esperaré y te comprenderé aún en la locura de nosotras, que nos ayudaremos, nos guiaremos, que seremos un mutuo apoyo, toda esperanza y un todo.

Enamórate de mí Lola, que no te traicionaré, que seré fiel, que soñaré contigo, que solo pensaré en ti, en tu grácil rostro, en tu delicadeza, en tu alma y no en tu cuerpo, que también, o en tus bienes, si no, en ti como realmente eres.

Enamórate de mí Carmen, que te esperaré hasta el final, de mí que seré lo que tu no elijas, lo que no esperes.

Enamórate de mí Carmen, que sufriré contigo, que reiré junto a ti, que secaré tus lágrimas, que te abrigaré cuando sea necesario, que me alegraré con tus alegrías y que te daré fuerzas después de un fracaso.

Enamórate de mí Lola, que volveré siempre a ti después de las riñas, después del desencuentro, de mi Lola que caminaré junto a ti, que seré una buena compañera, que respetaré tus fantasías e ilusiones, no te enamores del amor, enamórate de mí que estoy enamorada de ti.

Carmen, cada noche yo me vuelvo a enamorar y la luna cuando supo que tu estabas, se coló por mi ventana y se puso a pintar de oro y plata nuestro gran amor, con ella me decía, solo con ella.

Lola, cada noche yo me vuelvo a enamorar, y el silencio que, en mi era inmenso como el cielo, se llenó con un te quiero desde aquí a la eternidad, contigo, ah, solo contigo y tu conmigo.

Porque somos diferentes a las demás, somos como se nos ve, sin más ni más, nosotras no hacemos esfuerzos por gustar y es por ello, que siempre se nos ve tan natural, ¡¡anda que no, ni, ná!

Tú y yo somos como horizonte en alta mar, mezcla de ilusión y realidad, somos tan especiales y frágiles como un hilo de cristal, pero a la vez tan fuertes para amar…

Que te digo a ti, que estuviste junto a mi cuando casi me fui, que antes de llegar ya estabas en mí, con que fuerza no te habré pensado, que surqué el espacio en una estrella respondiendo a mi amor por ti.

Me dices a mí, que te has metido tanto en mí que plantaste bandera y se quedó, ella me dijo, que el amor no da razón y sencillamente se instaló en lo más hondo de mi corazón.

Tú y yo, cada noche nos volvemos a enamorar y la luna cuando supo de nosotras, se coló por nuestra ventana y se puso a pintar de plata y oro nuestro gran amor, con ella nos decía, solo con ella. Si me amas, ámame entera, no por zonas de luz o sombra…

Si me amas, ámame negra, blanca, rubia o morena, un cuerpo, un cuerpo solo, un solo cuerpo… El nuestro.

Un cuerpo como día derramado y noche ya devorada; la luz de tus cabellos al reflejo del sol, que no apaciguan nunca la sombra de mi tacto; una boca, unos labios, un vientre que amanece como ese bello mar, que se enciende cuando lo toca la mano de la aurora; unos tobillos, puente de primavera al verano, unos muslos

nocturnos que se unen con la apacible melodía de la nocturnidad, unos pechos que se alzan electrificantes y que arrasan el desasosiego, un cuello, solo un cuello, unas manos tan solo y unas palabras lentas que descienden como un susurro por el interior de nuestros oídos.

Esto que se nos escapa, no es agua, son delicias obscuras, todo un mar naciendo de nuestros cuerpos, esos labios y dientes, esos ojos hambrientos que nos desnudan y que su furiosa gracia nos levanta hasta los quietos cielos, donde vibra al instante la cima de esos besos, nuestros besos, en la plenitud del mundo y de sus formas.

Hay besos que se pronuncian por si solos, que son la sentencia de un amor condenatorio, hay besos que se dan con la mirada y hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles, hay besos enigmáticos, sinceros, hay besos que se dan solo las almas y hay besos que por prohibidos, son verdaderos.

Hay besos que queman y que hieren, hay besos que nos hacen perder los sentidos, hay besos misteriosos que nos han dejado mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos nostálgicos, que se encierran con una clave y que nadie ha descifrado, hay besos que denotan la tragedia y que cuantas rosas en brote no habrán deshojado.

Hay besos, que en ocasiones producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y divina locura, vosotras los conocéis bien, son besos vuestros inventados por vuestras bocas.

Besos en llamas, que en rostros impresos dejan cicatrices de un amor verdadero, besos de tempestad, salvajes besos que solo vuestros labios han probado.

¿¿Te acuerdas del primero…??

Indefinible; cubrió nuestra faz de cárdenos sonrojos y en los espasmos de esa emoción tremenda, llenáronse de lágrimas nuestros ojos.

Hay besos con sabor a perfume, besos tibios que palpitan esos íntimos anhelos, hay besos que en nuestros labios dejan huellas, como un campo de sol en la nieve.

Hay besos que derriten, que parecen azucenas por sublimes, ingenuos y puros, y también hay besos traicioneros y cobardes, besos maldecidos que perjuran, aunque no es nuestro caso, porque los nuestros juran, si, nos juran amor eterno.

Judas besó a nuestro Gran Poder, y dejó impreso en su rostro la felonía, mientras María Magdalena, con sus besos fortificaba piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita el amor, la traición y los

dolores, pero en las bodas humanas, se parecen a la brisa cuando juega con las flores en el Puerto de Acebuche.

Los besos fríos son de impasible corazón de roca, por eso me enseñé a besar con besos míos, para tu boca.

El amor es el más universal de los sentimientos, y como tal, no podría faltar el día de vuestra boda, una excelente manera de gritarlo a los cuatro vientos.

Amar es ese tímido silencio cerca de ti, sin que lo sepas, y

recordar tu voz cuando te marchas y sentir ese calor de tu saludo.

Amar es aguardarte siempre como si fueras parte del ocaso, ni antes ni después, para que estemos solas, entre juegos y los cuentos sobre esta nuestra tierra seca.

Amar es sentir cuando te ausentas, tu perfume en el aire que respiro, y contemplar la estrella en que te alejas cuando cierro la puerta de la noche.

Amar, amar, amar, así debería de ser siempre con todo el ser, y con la tierra, y con el cielo, con la claridad del sol y la obscuridad de la luna, amar por toda conocida ciencia y amar por todo anhelo.

Y cuando la verea de la vida nos sea difícil, larga, alta y llena de abismos, amar con la intensidad que produce un amor encendido y arder en la fusión de nuestros corazones mismos.

A veces, tengo ganas de ser cursi para decir: os amo a usted con locura Dña. Lola.

A veces, tengo ganas de ser un poquito iluso para gritar: Os quiero tanto Dña. Lola.

A veces, no, siempre, he tenido ganas de estar muy vivo, para sentir bajo mis pies esta magistral tierra que nos une, donde siempre crece una flor que me rompe el pecho, una flor, si, y decirle esta flor es para usted Dña. Lola.

** Felicidades y mi más enérgica enhorabuena en este día maravilloso, que espero y deseo mantengas por siempre en tu retina** ¡¡Te adoro, lo sabes!!

** Que nuestro Gran Poder y su Bendita Madre, os proteja por la eternidad, mil besos Carmen y Lola. **

A 30 de septiembre del año de Nuestro Señor de 2023.

Pluma de: Dogoan.

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