DISEÑADORAS DE ALTA JOYERÍA
Hablar de joyas, metales nobles y piedras preciosas significa elegancia, glamour, fiestas, veladas, bailes, celebraciones… una combinación que a todas las mujeres nos encanta y cautiva.
Acaba de publicarse un libro titulado “Libres y creadoras: ellas inventaron la joya moderna”, de la escritora y periodista Pauline Castellani, donde se recogen las biografías de las más importantes diseñadoras de la alta joyería cuyo epicentro fue la calle Vendôme de París. Se habla de la joyería que conoció la modernidad cuando las mujeres se hicieron cargo de ella. Un libro que recoge la memoria colectiva de aquellas pioneras, y, que invita a descubrir un siglo de aportes femeninos a la industria de las joyas a partir de notables y fastuosas piezas originales e imaginativas como fueron las creadas por Jeanne Toussaint, Loulou de la Falaise, Elsa Peretti, René Puissant, Suzanne Belperron, Line Vautrice, Coco Chanel y muchas otras.
Mademoiselle Toussaint, así le gustaba que le llamasen incluso después de haberse convertido en baronesa Hèly d’Oissel. Fue uno de los personajes de la joyería que más han fascinado. ¿Imaginan a alguien con un carisma inimitable, genialidad, pasión por su trabajo y sensibilidad artística? Pues todas estas cualidades las reunía ella.
Jeanne Toussaint creció viendo a su madre elaborar el “encaje” típico de Bruselas que luego su padre se encargaba de vender en los mercados. Éste murió siendo ella muy joven y con apenas diecisiete años se marchó a París. En aquellos años Francia estaba ocupada por las tropas alemanas y encontrar trabajo no era fácil pero tuvo la suerte de conocer a Louis Cartier, quien descubrió en ella las aptitudes ideales para el negocio de la joyería. Él le ensenó el mundo de las piedras, la elaboración de las joyas y la formas artísticas por las que se sentía especialmente inspirado. Jeanne se interesa por el arte a partir del siglo XVIII, también por el islámico y el del lejano Oriente. Las libélulas, las aves del paraíso y los flamencos fueron inspiradas en la joyería de los marajás indios.
Su extraordinario sentido del color, la proporción y el volumen atrajo para la firma un nuevo tipo de clientela: fuerte, poderosa e independiente. Y como resultado de su magnífica labor, Louis Cartier decide nombrarla directora creativa de alta joyería de la firma en 1933. A partir de ese momento asesora a una clientela internacional y elitista, aportando su espíritu elegante pero desenfadado, un tanto extravagante, a las creaciones de la Maison. Desde entonces, la pantera se convirtió en el sello personal de la firma y, durante más de cien años nadie ni nada alcanzó un estatus tan icónico.
EL FELINO MÁS ICÓNICO DE LA ALTA JOYERÍA: LA PANTERA
Símbolo de poder, atracción y triunfo, la colección Panthère de Cartier ha seducido a lo largo de la historia a mujeres tan relevantes como la duquesa de Windsor o las actrices Jacqueline Delubac y Maria Félix, que se convirtieron en sus principales embajadoras. La imagen de la pantera ha ido evolucionando con el paso del tiempo para adaptarse a los nuevos códigos, pero siempre manteniendo su esencia como joya y emblema exclusivo, especial y duradero.
Mademoiselle Toussaint, apodada “la Pantera”, por su gran aficción por los felinos y el carácter fuerte que poseía. Ésta podríamos decir que era la mascota de la Maison. Hoy la casa Cartier sigue elaborando colecciones inspiradas en los míticos felinos, que renovaron el estilo inspirado en la piel de pantera que la firma había iniciado en 1914 con un reloj de pulsera con diamantes y ónix.
Ella solía lucir un motivo de pantera en su pitillera y bolso de mano, convirtiéndose en uno de los símbolos más arraigados de la casa Cartier. En 1948 diseñó por encargo de la Duquesa de Windsor un magnífico broche con una pantera sobre un capuchón de esmeralda, así se consolidó la tendencia y la joya se convirtió en un mito.
Las mujeres más representativas de la sociedad parisina primero, y después de todo el mundo, se rindieron a la pantera, que ha quedado enraizada en la historia como símbolo de una firma y de una época. Jeanne fue una mujer vanguardista, de exquisita elegancia, emancipada y muy amiga de Coco Chanel.
Cuando murió Louis Cartier se convirtió en la heredera única del destino artístico del imperio Cartier.
ELSA PERETTI revolucionó la joyería con sus diseños. Modelo, musa y filántropa italiana impactó durante los setenta con sus piezas de diseño para la cónica firma Tiffany & Co – que duró casi medio siglo – cuyas creaciones están expuestas en muchos escaparates por todo el mundo. En 1974 firmó un contrato para diseñar joyas de plata, antes ya había recibido el premio Coty y aparecido en la revista Vogue. Elsa fue musa del diseñador Rox Halston, amante de Helmunt Newton y confidente de Dalí. Con su excesivo snobismo marcó a varias generaciones con sus atrevidos diseños. Ella fue la responsable de crear el frasco de perfume Halston Classic. Falleció a los 80 años en marzo de 2021 en Sant Martí Vell (Gerona). Rossy de Palma ha declarado hace poco a una revista que siempre ha sido una gran admiradora suya y que le hubiera gustado conocerla.
LOULOU DE LA FALAISSE nació en Inglaterra bajo el nombre de Louise Vava Lucia Henriette Le Baille de La Falaise. En 1968 conoce a Yves Saint Laurent y comienza a diseñar las joyas y accesorios de la marca. En 1972 se casa con Thadée Klossowsky vestida con un look de inspiración árabe que incluía un turbante. En 2002 comienza una nueva andadura en el mundo de la moda creando su propia firma de ropa y joyería. Muere en su casa de París en 2011.
LINE VAUTRICE, (París, 1913 -1997), artista creadora de joyas y objetos decorativos entre los que destacaron los “espejos brujos”. Sus primeras obras las creó antes de cumplir los 21 años, vendía todas sus creaciones de puerta en puerta y trabajó durante un tiempo en la casa de Elsa Schiaparelli. Se hizo famosa en la Exposición Universal de París en 1937, presentó una colección diversificada de collares, pulseras, pendientes y otros complementos. Fueron famosos sus botones de bronce. Con 28 años abrió la primera boutique cerca de los Campos Elíseos. Se casó con el pintor Jacques-Armand Bonnaud, de cuyo matrimonio nació una hija que continuo el trabajo familiar. Jacques hizo todo lo posible para promocionar y vender las obras de Line. Después lo haría el coleccionista inglés, David Gill. Con su hija abrió una escuela enseñando su arte y técnicas: extrajo del acetato de celulosa un nuevo material llamado “talosel”
Vivió un tiempo en Casablanca y regresó de nuevo a París. Su nueva tienda contaba con clientes como Françoise Sagan, Ingrid Bergman e Yves Saint Laurent. Entre sus compradores se encuentran personajes famosos como el arquitecto Peter Marino y Victoria Beckham.
En 1992 recibió el Premio nacional de Artesanía por su investigación en técnicas de decoración. Murió repentinamente, dos años antes de su retrospectiva en el Museo de artes Decorativas de París.
Pauline Castellani con este libro ha querido dar a conocer -visibilizar- y rendir un homenaje a todas aquellas mujeres, grandes diseñadoras, que dedicaron su vida y trabajo para acercar un poco más la alta joyería a la mujer moderna de hoy.
AURORA FERNÁNDEZ
Muy interesante tu artículo, Aurora, como siempre
Enhorabuena
Acertadisimo resumen de la labor creativa…
El diseño , la creacion en si, es una forma de vida,…reservado a pocos, valiente y genial.
Aurora me ha encantado como describes en pocas lineas, la fascinacion y el encanto de la alta joyeria ..especialnente en estas epocas , que fueron ,de maximo esplendor…
Te animo a que sigas deleitandonos, con tu sensibilidad, acerca de este tema tan olvidado, sobre todo en estos momentos. Me ha encantado!!!
Un fuertisimo abrazo.
Irene Fortuny.
Interesante y con estilo.