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MIRADA AL PASADO – La Habitación Rupestre en Andalucía

La habitación rupestre a lo largo de la historia de la humanidad, ha venido siendo un uso de forma constante, en las primeras etapas de la historia aprovechando las oquedades naturales, pero con el tiempo el trabajo y el conocimiento geológico, hizo que se escavaran de forma artificial cuevas que fueron viviendas sostenibles desde todo punto de vista.

En el artículo de hoy, vamos a hacer un acercamiento precisamente a los elementos artificialmente creados por las manos del ser humano y muy concretamente en las manifestaciones andaluzas.

En esta parte de la península ibérica, tenemos ejemplos que van desde la antigüedad Clásica y Tardía, hasta otros que probablemente fueron excavados en la Alta Edad Media, en los cuales se mezclan diferentes usos, que van desde un origen espiritual y religioso, doméstico e incluso de carácter defensivo.

La habitación rupestre en Andalucía, es quizá uno de los ejemplos más interesantes de Europa Occidental, gracias al trasiego de culturas con una clara influencia, importada procedente de Oriente Próximo, lo que establece coincidencias con otros países del ámbito Mediterráneo.

La permanencia en el tiempo de esta forma de habitación, se debe a diferentes realidades tanto políticas como económicas, sin bien se observan grandes diferencias con posterioridad a la conquista del Reino de Granada. Durante la Baja Edad Media, se produce una operación de horadar nuevas cuevas, así como habilitar otras que hasta entonces habían venido siendo ocupadas por el ganado, esto se debe a la expropiación de moriscos y judíos a los que se les había incautado sus propiedades, incluso sus casas. (Este es el origen principal de las viviendas en cuevas, tanto en Granada como en otros puntos de la actual provincia de Jaén).

A partir del siglo XIX se produce en Andalucía, al igual que en el resto de la península, una proliferación de la habitación en cuevas, debido a unas capas proletarias procedentes del mundo agrícola y urbano, gentes necesitadas de alojamientos baratos, imitando lo que había sucedido siglos antes. Este sistema de habitación hasta bien entrado el siglo XX, siendo en la década de los 60 cuando se empieza a abandonar su uso, como consecuencia de la emigración a las zonas industrializadas. En esta década de los 60 comienza un abandono paulatino de este sistema de vivienda, siendo estigmatizados sus nuevos pobladores con el peyorativo nombre de «cueveros», cobijando a los más desfavorecidos de la sociedad. Pero como ocurre con frecuencia, tuvieron que ser extranjeros los que dieran nuevo valor a nuestras abandonadas cuevas recuperándolos y poniéndolos dentro de la red, como complejos hoteleros, este ejemplo cundió y hoy en día es un recurso turístico más en manos de españoles.

Ejemplo de rehabilitación

Ejemplo de rehabilitación

Antecedentes:

Andalucía es un territorio que guarda interesantes testimonios, dentro de la vivienda subterránea con diversas expresiones que van desde el huso eremita, hasta las excavaciones artificiales en diferentes etapas históricas. Como decíamos al principio, este territorio es rico en ejemplos prehistóricos, si bien el paso de las oquedades naturales, al salto a la excavación artificial es un periodo que abarca una amplia cronología milenaria. Las crónicas de guerras clásicas, nos ponen en antecedentes de habitación prerromana, el caso del poblado ibérico de Giribaile (Jaén), otro de los ejemplos más interesantes es el de Beas de Guadix, complejo de cuevas colgadas procedentes de la Antigüedad Tardía.

Al igual que ocurre en la parte norte de nuestra península con eremitorios rupestres, en nuestra zona andaluza contamos también con puntos de interés, excavaciones de templos rupestres realizados por mozárabes andaluces, pero también poblados semirrupestres entre los siglos VIII y X, estos principales ejemplos se ubican en territorios de influencia de Omar Ben-Hafsún.

Es probable que el oratorio de Valdecanales en el término municipal de Rus (Jaén) tenga el mismo origen que el de Giribaile. El origen de la proliferación de excavación en Andalucía, puede que sea una herencia del establecimiento de grupos bereberes, procedentes del Norte de África, por hallarse tipología semejante en aquellos territorios.

Si tenemos en cuenta dicho origen, entenderemos mejor la eclosión de la vivienda rupestre, relacionada con la trágica diáspora de los moriscos, a raíz de la expulsión del Reino de Granada en 1570, hasta la definitiva en 1609, en las cuencas de Guadix, Baza y en gran parte de Sierra Mágina en Jaén.

Los moriscos acomodaron sus costumbres, a sus lugares de destierro, como inmigrantes forzosos y recién llegados pobres y rechazados por su condición socialmente, viéndose obligados a establecerse en arrabales y lugares marginales. Un ejemplo claro es de las cuevas del Sacromonte granadino, cuyo asentamiento esta intrínsecamente ligado a uno de los más lamentables episodios de la historia de España, desde este tiempo hasta buena parte del franquismo, este tipo de vivienda continuó siendo habitación de las clases más desfavorecidas.

Puntos de interés:

Guadix y su zona de influencia, el aumento de las cuevas habitadas asociada al auge de ingenios y al personal ocupado en la industria azucarera año 1929, el decaimiento posterior conllevo el posterior abandono de este tipo de viviendas.

En Sierra Mágina, contamos con los complejos de Jódar y Pegalajar (Jaén), con una ocupación de labradores temporeros, (agricultores sin tierra) manteniendo la constante de los grupos sociales más pobres.

En los años 60 con la construcción de las llamadas «Casas Baratas», muchas de estas familias emprendieron el abandono de las cuevas, no tanto por la calidad de los nuevos habitáculos, que dejaban bastante que desear si no por huir del estigma de «cueveros», que suponía una barrera de marginación social en los pueblos.

La situación actual obedece a pautas contradictorias, mientras que la Junta no tiene realizado un inventario correcto, las iniciativas promovidas en cuanto a su recuperación, se corresponden con actuaciones privadas, es justo reconocer que los primeros ejemplos de interés, vinieron de románticos extranjeros que buscaban habitación auténtica y sostenible, sin duda en clima tan extremo como el nuestro, estas viviendas daban respuesta para hacer frente a la climatología. Es cierto que, respondiendo a la demanda turística, surgieron órganos como el Centro de Interpretación de las Cuevas del Sacromonte en Granada, en Guadix ocurrió algo parecido, así como en otras zonas próximas.

La cara de esta situación sin duda, corresponde al territorio granadino sabiendo rentabilizar un recurso tan importante como este desde varios puntos de vista. Por el contrario, la cruz la tenemos en Sierra Mágina, donde salvo algún ejemplo aislado como ocurre en Pegalajar, el conjunto rupestre de Jódar permanece en un letargo de total abandono, pesando entre la sociedad galduriense el estigma que aún perdura sobre esta tipología habitacional.

En conversaciones con algunos vecinos de avanzada edad, que habitaron estas viviendas, comentan con nostalgia celebraciones, rasgos de la vida cotidiana, incluso de los usos y costumbres siendo una pena que se pierda este tipo de patrimonio inmaterial.

Tenemos ejemplos por todo el mundo, en nuestro entorno del Mediterráneo son muchos los países que contemplan este patrimonio como un recurso cultural y por ende un valor capaz de aportar riqueza desde el ámbito turístico, por eso entiendo muy necesario hacer un catálogo, con el fin de saber el volumen disponible, la situación del mismo y sobre todo ponerlo en valor. Las expectativas son halagüeñas, sobre todo teniendo en cuenta la gran demanda de un turismo de calidad que busca autenticidad y tranquilidad.

Esperando...

Esperando…

Los usos habitacionales:

como decíamos al principio, es difícil situar una fecha exacta sobre cuando comienza la habitación de cuevas y abrigos naturales, así como la excavación artificial. En cuanto a los primeros, es fácil suponer que durante la necesidad obligada por las consecuencias de la última glaciación, como sistema de supervivencia, los seres humanos se vieron obligados a disputarse los refugios naturales, con los animales que poblaron aquellos años prehistóricos. En cuanto a la excavación artificial, podemos aventurarnos que su desarrollo coincidió con la aparición de los metales y la fabricación de nuevas herramientas.

En los primeros siglos de ocupación, las cuevas fueron compartidas con los animales domésticos, las cuadras se situaban en los habitáculos que daban a la fachada mientras que las habitaciones de la familia se situaban en el interior, con la ventaja de ser los espacios mejor aislados de los cambios climáticos, en aquellos hogares donde se disponía de ganado, aparte de las cuadras había una habitación que hacía las veces de almacén de piensos y de los alimentos propios para el sostenimiento familiar.

La distribución de la vivienda de forma general solía ser la siguiente, una pieza central que hacía las veces de comedor y de donde partían el resto de habitaciones, la cocina y alacena normalmente solía ser un hueco con luz a la calle. Pero también podía estar situada en el interior, con salida de humos mediante chimenea, en las entradas por lo general había plantadas parras con la intención de proteger de los rayos solares en verano, facilitando así los trabajos en el exterior de sus habitantes, entre los trabajos habituales estaban el trenzado del esparto «pleita» entre otros, sobre todo aprovechando la luz del exterior.

Si tuviésemos que resaltar una sola ventaja de este tipo de viviendas, sin lugar a dudas nos inclinaríamos por la climatización, con una temperatura constante tanto en invierno como en verano, siendo muy acogedoras en cualquier estación del año, ahora que se habla mucho de las viviendas inteligentes, sin duda alguna en una tierra como esta nuestra de Andalucía, donde las temperaturas son tremendamente extremas en su mayor parte, cruzar el umbral de estas viviendas es todo una experiencia de lo que supone una climatización sostenible y natural.

La espiritualidad fue desde antiguo uno de los usos comunes, tenemos periodos en los cuales se aprecia un uso exclusivo de rituales de la comunidad, pasando con posterioridad a prácticas de carácter familiar, convirtiéndose la vivienda en cierto modo en el templo del grupo, en el cual se practica un culto a la memoria de los antepasados y benefactores de la comunidad. Esta herencia es proveniente de las culturas del Argar, como se puede apreciar en zonas como en Galera, donde en la vivienda se llevaban a cabo los enterramientos.

Prehistoria maginense

Prehistoria maginense

Un recurso de futuro:

Hoy cuando las formas de vida son cada vez más proclives al teletrabajo, este tipo de vivienda potencialmente supone un recurso que puede favorecer la repoblación de muchos de nuestros pueblos. Pero sin olvidar las posibilidades turísticas, por cierto, con una tradición consolidada en varias regiones, suponiendo una fuente de ingresos que favorecen la sostenibilidad del territorio.

Los complejos rupestres en Andalucía, en la mayor parte del territorio tenemos agrupaciones de este tipo de viviendas, en la provincia de Almería los principales enclaves los encontramos, en los cursos bajos del Andarax en las proximidades de la capital, así como en el curso medio-bajo del río Almanzora, también se conoce la existencia antigua de cuevas que fueron habitadas y hoy en abandono en Sorbas y también en Garrucha.

Granada es uno de los mejores ejemplos, con la capital de por si bastaría para presentarla como testimonio relevante, pero contamos con la Hoya de Guadix, los Montes Orientales, la Hoya de Baza-Huéscar, el Marquesado de Zenete, las Vegas, los Montes y la zona de Lecrín y la costa.

Es de destacar el gran número de cuevas habitadas en la provincia granadina, con un clima tan extremo como el que durante varias épocas del año sufre esta región, es una suerte para estos habitantes moradores habituales.

Sobre el origen de estos poblamientos, coincide con la conquista del reino medieval Nazarí de Granada, siglos XV-XVI. Los primeros pobladores fueron de etnia gitana, pero acto seguido llegaron los moriscos víctimas de los incumplimientos de los acuerdos firmados entre los reinos de Castilla y Granada.

Otro agrupamiento de gran interés, es el que nos encontramos en la región de Mágina, cuyas vertientes cobijan a unas de las principales zonas olivareras de Jaén, su macizo kárstico que se eleva por encima de los dos mil metros de altura. En esta zona tenemos ejemplos de habitación desde la prehistoria, con ejemplos como el de Pegalajar o la Graja en Jimena, pero los núcleos poblacionales de mayor interés hasta el siglo XX, los encontramos en Bedmar, Torres y Jódar, precisamente en esta última población en su parte alta y hasta la década de los sesenta, contó con varias cuevas habitadas coincidiendo con los flujos migratorios de estos años, entraron en un completo abandono, quedando reservada a usos residuales y cobijo de algún que otro «sin techo».

En la provincia de Málaga son famosos los eremitorios rupestres, una serie de templos con sus correspondientes anexos habitacionales, algunos de estos templos permanecen activos en cuanto al culto. Entre los ejemplos de mayor interés, tenemos las ermitas de la Fuensanta en Pizarra y la de Nuestra Señora de la Cabeza en las afueras de Ronda. (Estos dos ejemplos destacan por su buen grado de conservación, no corrieron la misma suerte otros que fueron absorbidos por el desarrollo urbano de las diferentes poblaciones).

Recurso turistico

Recurso turístico

Conclusiones:

Como hemos podido comprobar a lo largo del presente artículo, la habitación rupestre ha venido siendo uno de los modos de cobijo humano más antiguos de cuantos se tienen referencias. No hay duda que cuando una fórmula como esta fue capaz de transitar durante miles de años, es innegable que encierra cualidades para convertirla en la más longeva de la humanidad.

Hoy cuando tanto se habla de la casa sostenible, haciendo referencia a recintos con un buen aislamiento, con bajos consumos energéticos, vemos cómo la cueva continúa siendo la gran olvidada. Es cierto que su hábitat arrastra un estigma de marginalidad, sobre todo entre los pobladores nativos, por esta razón no nos debe de extrañar que hayan sido los extranjeros los principales protagonistas en su puesta en valor actual. Precisamente a ellos y su demanda, debemos que hoy estén funcionando varios complejos hoteleros de este modo de habitación, siendo uno de los recursos turísticos más demandados en el apartado del turismo rural en Andalucía.

Desde el punto de vista de protección oficial, sin embargo este patrimonio como bien cultural, se encuentra en un abandono generalizado, es cierto que tenemos algunos ejemplos donde se instalaron oficinas de información, incluso algún pequeño museo, pero si queremos que no se pierda este bien cultural, se debe llevar a cabo un inventario general, con el fin de cuantificar su número, estado, propiedad y tratar de recuperar aquellas que estén en un abandono manifiesto, apoyando la rehabilitación de aquellas otras que puedan ser de interés particular, dictando normas en cuanto a la estética y de habitabilidad.

Otra forma de recuperación es la puesta en marcha de la mano de las oficinas de empleo, una rehabilitación que al mismo tiempo que se proporciona el conocimiento de oficios, se obtiene viviendas que se podían ofertar para diversos usos entre la población. Como hemos repetido de forma reiterada, Andalucía es la tierra de los mil recursos, aprovechémoslos contribuyendo al fomento del empleo, enriquecimiento de nuestro patrimonio y sobre todo combatiendo la lacra del paro juvenil tan endémica en España, pero sobre todo en nuestra querida tierra.

José María Escribano Muñoz

Hendaya-Francia

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