Libro recomendado «Artículos desarticulados» de Mateo Cladera
Podrá leer el libro entero a través de este enlace «Artículos Desarticulados»
El arte de articular artículos
Antes lo llamaban articulismo. Hoy se dice columnismo, columnista o columna, por ser una de las figuras estilizadas que se sitúan en los márgenes de la página del periódico haciendo –como su nombre indica– de columna o pedestal. Claro que hay columnas y columnas. Y las hay que recorren todas las artes, no sólo dóricas, jónicas y corintias, sino de transición y de manifestación de los nuevos estilos modernos y vanguardistas. Por eso hablamos de columnismo constructivo, destructivo y deconstructivo. Mateo Cladera fue uno de los primeros que se dio cuenta de que una buena parte del futuro del periodismo de papel estaba en ese columnismo generador de opinión y productor efervescente de ideas.
En realidad, el columnismo –articulismo para los más finos– es uno de los escenarios que generan mayor opinión pública. A fin de cuentas, muchas de las ideas que fluyen en las columnas de opinión se convierten en objeto de debate en las tertulias de café. Porque el buen columnismo –articulismo para la ortodoxia periodística–, aborda las cuestiones que no son tema de última hora –para eso ya están las noticias- pero trascienden a la sociedad como productores de toma de conciencia de la realidad más básica, fundamental o elemental. Mateo Cladera lo denomina “aprender a pensar”. Tal vez ahí, el verbo pensar tenga su mayor razón de ser.
Hace unos años coincidí en un congreso con René Maisner, no supe quién era hasta que me dijo que su nombre verdadero es Zojka Kapuscinska y que era la única hija de Ryszard Kapuscinski, uno de los más grandes periodistas del siglo veinte. Me advirtió que el cambio de nombre formaba parte de la necesidad de ser ella misma en el mundo de la comunicación y del arte, que son sus mundos. Llevar el apellido Kapuscinski (en femenino, Kapuscinska) condicionaba sus movimientos, me dijo René. Por un lado, su obra artística podía verse determinada por la fama de su padre. Por otro, su persona podía ensombrecer su imagen. Su padre había fallecido hacía unos meses. Hablamos de él, de sus escritos, de su periodismo, de su legado, de sus creencias y convicciones, de la verdad. Me dijo que Ryszard siempre le decía: “Cuando se descubrió que el periodismo era un negocio, la verdad dejó de ser importante”. Fue entonces cuando el maestro pasó de la información a la opinión. Entonces se llamaba articulismo, hoy lo llamamos columnismo, editorial, opinión, tribuna… en realidad buscamos cualquier nombre para evitar la palabra verdad. Porque el articulismo es el arte de expresar la verdad de cada uno. Lo que se piensa, lo que se cree, lo que se opina, lo que puede ayudar a pensar a los demás.
Alguien dijo que pensar es un arte y hablaba del arte de pensar con rigor y de forma creativa como la mejor estrategia para ser un buen pensador. Yo hablaría del arte de articular artículos como la mejor forma de ser un buen periodista. Mateo Cladera es, sin duda, un maestro en la articulación de la opinión -este libro es una prueba más de ello-. Una articulación que consiste no tanto en opinar, sino en generar opinión. Sus artículos hacen pensar, abren la mente al pensamiento, estimulan los argumentos, producen sensaciones críticas y siempre buscan la verdad. Y es que la búsqueda de la verdad que decía Kapuscinski, es la esencia del articulismo de Mateo Cladera que como él mismo dice nos hace “ciudadanos libres”. El suyo es un articulismo bien articulado, organizado y riguroso. Porque el pensamiento de Cladera sigue la máxima de Abraham Lincoln de que se puede engañar a algunos todo el tiempo y se puede engañar a todos durante algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Hace tiempo que Mateo Cladera descubrió que la búsqueda de la verdad tiene en el articulismo su mejor apuesta. Se dio cuenta de que, con las nuevas tecnologías y la pérdida de inmediatez del periodismo impreso, el futuro estaba en las buenas opiniones, en el buen articulismo. El buen artículo de opinión es el que hace el periodista que domina el lenguaje de la comunicación, que sabe llegar al lector, que juega con las palabras de uso y que controla la capacidad de reacción de los destinatarios. El buen artículo de opinión es el que hace el profesional de la comunicación que se ha formado y documentado para transmitir una opinión de fondo. Porque, aunque todo el mundo tiene su opinión de las cosas, no todos saben expresarla adecuadamente, a sabiendas de que las opiniones pueden cambiar cuando se encuentran frente a un razonamiento adecuado bien elaborado.
El articulismo de Mateo Cladera es el que hace un periodista de raza. Muchos consideramos que el mejor articulismo es el que hace el profesional que conoce de primera mano la noticia y por eso la opina, la comenta, la razona, “darlo todo a cambio de nada”, que diría Cladera. Así lo hicieron grandes profesionales del mundo del periodismo de opinión como César González Ruano, Julio Camba, Mariano de Cavia, por poner algunos ejemplos que nos quedan a media distancia. Cladera pertenece a esa generación de periodistas que saben que con sus palabras pueden cambiar el mundo. Aunque él diga que apenas sabemos nada, muchos sabemos que él sabe mucho y su saber lo demostró en el momento en el que descubrió que el periodismo es el cuarto poder y como todos los poderes se puede utilizar en beneficio de la sociedad. Esa fue su opción hace muchos años y a ella ha permanecido fiel. Opinar en beneficio de la sociedad y utilizar el articulismo en favor de la opinión pública no solo para hacer pensar sino para hacer pensar bien, con rigor y hacerlo de forma creativa, con “dignidad, igualdad y justicia” como lo define el propio Cladera.
Mateo Cladera es un maestro en el arte de articular artículos de opinión para hacer pensar y crear opinión en la sociedad. La sociedad mallorquina tiene en sus palabras una fuente de inspiración y en sus ideas un repositorio de buenas prácticas. Como se dice en esta isla: ¡Gracias por tanto!, ¡gracias, Maestro!
Jaime Vázquez Allegue
Profesor de Periodismo (CESAG)