Portada » MÁRTIRES DEL SIGLO XX

MÁRTIRES DEL SIGLO XX

El pasado día 25 de marzo, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce (Almería) se beatificaron 115 mártires de la fe católica.

Cuando en nuestra época nos encontramos con estos hechos acuden a nuestra mente muchas reflexiones y tenemos que preguntarnos: ¿Qué delito cometieron estas personas para que fueran torturadas y después asesinadas? Y nos invade la rabia y la pena cuando averiguamos que su delito fue ser sacerdotes unos, y otros, seglares que frecuentaban las iglesias.  Estos desgraciados  hechos ocurrieron en el año 1936 durante la guerra civil en el bando republicano, a la vez que se producía la destrucción del Patrimonio Artístico, Monumental y Documental. ¿Y qué actividades subversivas realizaban estos religiosos para merecer tan duro castigo?  Pues enseñar a los niños a leer y a escribir, dar de comer a los que tenían hambre, vestir al desnudo, llevar consuelo espiritual al que sufría…  sin ninguna duda, la más importante obra social de la que tanto se preocupan ahora. Pero para aquellos verdugos todas estas acciones eran cosas malas y había que eliminarlos.

LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA.-    No es nada nuevo, viene desde el principio, pues en los evangelios en sus instrucciones a sus apóstoles Jesús les decía: “os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues prudentes como serpientes y sencillos como palomas. Seréis aborrecidos de todos por mi nombre”. (S. Mateo)

            Muchos ingenuos y gente de buena voluntad piensan que estas atrocidades, estos asesinatos y quemas de iglesias ya no se volverán a repetir porque ya estamos muy civilizados y hemos progresado mucho en eso que se llama “Derechos Humanos”. Grave error. Los espíritus malvados se dan en todos los tiempos y su naturaleza mezquina y cobarde actúa cuando se presenta el ambiente adecuado para dar salida a su odio, odio y rencor sin beneficio, pues estas energías  son siempre destructoras.

            Como vivimos en una sociedad de vértigo en noticias de toda índole, y la noticia de hoy tapa y hace olvidar la de ayer, muchos ya habrán olvidado aquella amenaza de la joven que asaltó la capilla de la Universidad de Madrid y amenazó a los que allí se encontraban oyendo misa con la frase de : “arderéis como en el 36”.  ¿Fue una advertencia premonitoria? Esta joven en la actualidad ocupa una concejalía en el Ayuntamiento de Madrid.

            Ante las continuas agresiones que sufren los católicos en España y en algunas partes del mundo nos preguntamos: (y recojo el sentir de muchos católicos) ¿Deberíamos defendernos?, ¿cuándo nos abofeteen siempre debemos poner la otra mejilla? En el evangelio de San Mateo dice Jesús a sus discípulos: “cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; y si en ésta os persiguen huid a otra tercera”. En estas  palabras muchos interpretamos que no hay que dejarse avasallar por estas personas llenas de odio y rencor que siembran ruina, desolación y sangre por donde pasan. Y curiosamente sólo se persigue a los católicos que no se defienden mientras que a los demás, si no se les quiere al menos se los respeta o se les teme, porque una agresión a una religión no católica no quedaría impune. En la católica les sale gratis incluso se les aplaude y se les premia.

            Los que nos sentimos católicos no todos tenemos vocación de santos, ni está en nuestro ánimo sufrir martirio y tampoco dispuestos a poner la otra mejilla cuando nos golpeen; nuestras aspiraciones son vivir en paz en la sociedad, con nuestras creencias y con respeto a todas las demás. Y censuramos el silencio y la pasividad de las instituciones de toda clase de gente buena que por miedo, intereses o pereza no hacen nada. Durante la guerra civil, el Frente Popular en el año 36, martirizó y asesinó a 6.832 religiosos, 1.000 seminaristas y 3.911 seglares. ¿Entrarán estos asesinatos en esa malhadada Ley llamada “Memoria Histórica”?

ANDRÉS  MOLINA  MUÑOZ,  MÁRTIR  GRANADINO 

 Nació en Ogíjares en 1909, estudió en el seminario de San Cecilio de Granada y fue ordenado sacerdote el 10 de junio de 1933. Fue martirizado el 20 de septiembre de 1936. Tenía 27 años. Es un claro ejemplo de lo que es vivir el evangelio al completo y al pie de la letra.

            Reproducimos la carta conmovedora que envió a su familia cuando fue detenido donde cuenta que le ofrecieron salvar la vida si violaba sus votos de castidad. Eligió la muerte. Un heroísmo humilde  y callado. Al elegir la muerte ennobleció la vida.

Instinción, 16 de septiembre de 1936

¡Viva el Sagrado Corazón de Jesús!

Muy queridísima madre y hermanos: estas letras quiero que sean de despedida que espero les entregará mi muy amigo y estimado don Luis, para que se consuele lo mismo usted  que mis hermanos y toda la familia. Termina de decirme esta pobre gente que compadezco y perdono de todo corazón, que si quiero librar mi vida, tengo que casarme y si no lo hago, me matan,  y yo pensando no en esta vida, sino en la otra, que es la verdadera vida, les he contestado que prefiero que me maten antes de renegar de nuestra santa religión, y espero en Nuestro Señor Jesucristo y en Nuestra Madre la Santísima Virgen  que me darán fuerzas para dar la vida por Dios, lo mismo que lo han hecho ya otros compañeros y lo hicieron innumerables mártires.

Madre muy querida y hermanos muy amados, no tengáis pena porque me hayan matado; al contrario, dad muchas gracias a Dios Nuestro Señor, porque me ha elegido para ser mártir, y desde el cielo pediré por todos vosotros y por todos los de la familia, y si aquí, en la presente vida, no he tenido la dicha de abrazaros, en el cielo espero  para daros el abrazo eterno y reinar y gozar eternamente con nuestro Señor, la Santísima Virgen y demás Santos escogidos.

Madre queridísima, no tengáis pena, le repito; al contrario, debe estar usted muy orgullosa, porque es usted madre de un mártir; y a vosotros, hermanos, digo lo mismo: sois hermanos de un mártir, que desde el cielo vela por vosotros  y todos mis queridísimos sobrinos.

Para terminar quiero daros algunos consejos: sed siempre muy buenos católicos; amad cada día con un amor más grande a Nuestro Señor y a Nuestra Madre la Santísima Virgen, y si algún día estuvierais en el trance  en el que me encuentro yo, renegar de Dios o dar la vida, dad la vida mil veces, los sufrimientos pasarán y el premio será eterno.

Adiós madre mía; un abrazo te envía y lo mismo a Santiago, y a todos mis hermanos y a toda mi familia. Que así sea y que pronto nos veamos en el cielo.

 

Rogelio Bustos y Aurora Fernández

0 thoughts on “MÁRTIRES DEL SIGLO XX

Deja un comentario