VOTAR… ¿PARA QUÉ?

Creo que el gobierno del país (de este país, del nuestro- de España) podía muy bien haber previsto que los españoles nos hubiéramos podido divertir de alguna manera más animada y más  apropiada a gozar de las delicias del verano y a participar de la juerga y divertimento que nos regala y nos impone a todos los españoles en  edad de ejercer el voto, para que un grupo especie lista en la materia nos mantenga expectantes ante el largo sainete que nos ofrece desde antes de terminar el año pasado y sigue divirtiéndonos con una representación diaria hasta habernos hastiado mes tras mes, y día a día con el  sonsonete de las elecciones para formar gobierno que a pesar de la buena voluntad que todos dicen tener para su consecución, van inculpándose unos a otros y por el cariz que ha tomado el enfrentamiento entre los que quieren tener razón y los que se la niegan y cambiando sus papeles como en  “La parrala” unos a favor y otros en contra, avanzamos mes a mes y ya hemos agotado el primer semestre de este año y por lo poco que se ve y por la marcha que todo el cariz político lleva, seguro que ningún bando saldrá victorioso cara a tener un gobierno que sea capaz de regir nuestro país y de responsabilidad la marcha (la buena marcha) que requieren los 46 millones de personas que poblamos este país y que a pesar de lo malos que son nuestros políticos que no consiguen ponerse de acuerdo en cómo llevar a este precioso país adelante, no nos queda otro remedio que pedir: ¿Será el Rey? O quien sea que pueda imponer una nueva luz que permita y obligue a que todos (todos) los que se dediquen al juego de la política, no puedan cobrar su jornal ya que no sirven para solventar los problemas de los que España tiene en la actualidad y que se van acrecentando día a día y sin parar. Las actuales reglas del  juego político no nos sirven de nada bueno. Las razones de buen entendimiento, solo nos sirven para que en el gobierno Europeo nos amenacen con cosernos a multas y en tener que  pagarles lo que ellos tengan a bien cárganos por nuestra ineficacia a la hora de sabernos gobernar. Y lo peor es que unos nos estafan; otros nos roban y otros se quedan con las sobras que tanta falta nos hacen a los que deberíamos negociara seguir votando a esos energúmenos que tan bien preparando lo tienen para quedarse con los millones de euros que según van diciendo y asegurando por ahí,  dentro de poco no habrá en las despensa de nuestro país ni lo que hemos aportado al erario público capitales suficientes para poder cobrar los que nos acercamos a una cierta edad en la que no podemos esperar milagros de los que siguen disfrutando sus asientos bien retribuidos cuando su labor es mezquina y detestable. Total, para discutir entre ellos y no rendir cuentas como es su obligación, nos hace saltar el desespero que nos lleva a creer que los políticos que tenemos solo sirven para disputarse los sillones que todos quieren ocupar y llevarse el dineral que según las leyes que nos imponen, les tengamos que satisfacer cuando no sirven ni para ponerse de acuerdo en algo tan elemental como es formar un gobierno. Mientras tanto facilidad de medrar no se jugarán la sopa boba que tienen también asegurada.

Jaime Santandreu Dols