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VIAJE A LA CASA AZUL DE FRIDA KAHLO. HOMENAJE A MARUJA MALLO… MUJERES QUE HICIERON HISTORIA…

A cada tiempo, su arte; a cada arte, su libertad”

             Durante unos meses se puede visitar en el teatro Instante de Madrid, una exposición interactiva sobre la vida y obra de la famosa artista mejicana Frida Kahlo. Conocemos a una Frida bailarina, musa, comunista, revolucionaria y pintora. Ha sido mundialmente reconocida como un icono popular de la cultura mejicana. Famosos son sus autorretratos con espectaculares motivos florales, su cabeza adornada con largas cintas de vistosos colores, su trenza recogida y sus gruesas y negras cejas unidas en el entrecejo que llaman poderosamente la atención.

      La exposición está compuesta por numerosos fotogramas donde se pueden ver las diferentes estancias de su casa, un grandioso patio, frondosos jardines con toda clase de flores y plantas. Nos llama la atención los atractivos decorados de las paredes y el suelo -verde, rosa, azul…- donde encontramos grandes contrastes: unas en la absoluta  oscuridad; otras iluminadas como un cielo azul estrellado. Se recrea en el espléndido patio de la famosa Casa Azul donde creció Frida: “nací en el cuarto de la esquina entre Londres y Allende, en Coyoacán”, recita una voz en off. “No he muerto y además tengo algo por qué vivir, ese algo es la pintura”, dice la voz de Frida. El espectador dejará de estar en Madrid para sentirse dentro de la Casa Azul y poder experimentar – además de las proyecciones audiovisuales – la realidad aumentada, realidad virtual y holográfica; un viaje en el tiempo sin tener que salir del teatro.

 Así continua la exposición interactiva durante cuarenta y cinco minutos recreándose en todos los rincones de la Casa Azul. El espectador se sumerge en las facetas íntimas de la artista: como mujer, como pintora y como figura histórica.

Frida que nació en 1907 tuvo una vida muy “accidentada” en el doble sentido de la palabra. Cuando tenía 18 años un tranvía chocó con el autobús donde ella viajaba y su cuerpo quedó literalmente destrozado. Sufrió innumerables operaciones,  pero nunca consiguió llevar una vida normal, en su adolescencia ya había sufrido poliomielitis, su convalecencia fue tan dura y prolongada que su madre le colocó un espejo sobre la cama donde pasaba muchísimas horas y así comenzó a pintar teniéndose ella como modelo. De ahí que la mayoría de sus cuadros tengan por temática su dolor y sufrimiento: su cuerpo atravesado por duras barras de metal, o sus abortos, sufrió varios, reflejando la “tristeza” por no poder cumplir su deseo de ser madre. Otros rasgos que también la caracterizan son el gusto por las ropas indígenas, los bellos trajes de las mujeres tehuanas, largos hasta los pies; pintarse sus ojos negros llenos de fuerza y sus grandes cejas; adornarse con joyas precolombinas abigarradas, enormes que le conferían el aspecto de una diosa -según la veían algunos admiradores-  Algo recuperada, conoció en casa de su amiga fotógrafa, Tina Modotti, al que sería su marido, el pintor Diego Rivera, se casaron en seguida, ella tenía 22 años y él 44. Aquella fue una relación singular, se amaron y se odiaron a partes iguales. Se divorciaron y se volvieron a casar. Ella sufrió mucho por esto y por su enfermedad – los dolores no le abandonaron nunca –

Y es que la vida de Frida ha estado marcada por una serie de trágicos incidentes: “Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida, uno en el que un autobús me tumbó al suelo, el otro es Diego Rivera, Diego fue de lejos el peor”, confesó la artista. Aunque él permaneció a su lado hasta su muerte a los 47 años.

Expuso en Nueva York y en Francia invitada por su amigo André Breton y gozó de la admiración de Picasso, Kandinski, Marcel Duchamp y Concha Michel, entre otros. Su obra alcanzó fama y verdadero reconocimiento internacional después de su muerte, especialmente a finales de los ochenta. Tiene obras en el Centro Pompidou y un autorretrato, “El marco”, adquirido por el Museo El Louvre.

Muchas de las estrellas de Hollywood coleccionan arte para brillar aún más, como: Angelina Jolie y Brad Pitt, Gwyneth Paltrow, Barbra Streisand, Beyoncé, Madonna, Mary-Kate Olsen, Sofía Coppola, el matrimonio Beckham… Eduard G. Robinson uno de los grandes coleccionistas de gustos muy refinados que atesoró obras de Van Gog, Matisse, Gauguin, Modigliani, Pollock, Warhol, De Kooning… y también de Frida Kahlo. Otro aficionado al arte es Jack Nicholson con una colección valorada en más de 180 millones de dólares, y así podríamos seguir.

 

Frida Kahlo *gelatin silver print *Oct. 16 / 1932
Frida Kahlo
*gelatin silver print
*Oct. 16 / 1932

MARUJA MALLO, OTRA GRAN PINTORA

      También hace pocos meses en el Museo de Arte Reina Sofía se homenajeó, con una exposición antológica, a la pintora gallega Maruja Mallo (Lugo 1902- 1995 Madrid). El evento fue organizado, entre otros, por su sobrino Antonio Gómez Conde, Eduard J. Sullivan, Estrella de Diego, la fundación Azcona y la Caixa. El proyecto con libro incluido, fue largo y costoso pues había que reunir la mayor cantidad de obras, dibujos, murales, témperas sobre papel, publicaciones literarias de los ciclos de conferencias por Santiago de Chile, retratos de mujer… Trabajó intensamente: colaboró en la Revista de Occidente, la Gaceta Literaria, el Almanaque literario y realizó portadas de varios libros. Fue una arista muy prolífica, sobre todo, durante su etapa en Argentina entre 1937 y 1965. A finales de los años veinte se trasladó a París donde conoció a los artistas de la época, fue amiga de Bretón que le puso en contacto con Jean Cassou, Picasso, Aragon, Jean Arp, René Magrritte. De vuelta a España, expone en Barcelona con pintores surrealistas, más tarde en Londres. Se exilió a Portugal donde conoció a Gabriela Mistral y más tarde marcharon a Buenos Aires donde tuvo un gran reconocimiento, colaboró en la revista de vanguardia Sur y se dedicó a viajar por Uruguay, Brasil y Nueva York en compañía de su amigo Neruda.

Ladislao Azcona que la conoció en los años setenta, ha dicho sobre ella que fue una mujer singular, que rompió moldes, una mujer con gran talento, independiente, cosmopolita. También sus amigas María Escribano y Estrella de Diego la conocieron en un curso en Santander en los años ochenta, comentan que la tuvieron como un modelo de mujer. María tuvo largas conversaciones con ella, dice que era “muy charlatana”; y Estrella explica: “Era  más extravagante que yo, de una agudeza absoluta, contaba historias fascinantes, escribió la autobiografía que quiso que supiéramos de ella, quería conformar un mito de sí misma”.

Por otra parte, Guillermo de Osma advierte que hay dos Marujas: “por un lado, la mujer expansiva, social, transgresora, excéntrica, habladora. Por otro, la pintora casi franciscana, con un gran rigor, muy meticulosa. Una gran artista que no tiene nada que envidiar a Gregoria O,Keeff o Frida Kahlo”.

Federico García Lorca le dedicó este poema:

“Maruja Mallo, entre

Verbena y Espantajo

toda la belleza del

mundo cabe dentro

del ojo, sus cuadros

son los que he visto

pintados con más

imaginación,

emoción y

sensualidad”.

Maruja a pesar de los avatares tan dolorosos que padeció nunca perdió la fe en el ser humano a pesar de los vaivenes políticos. Murió en Madrid en 1995 a los noventa y tres años.

Estos son sólo dos ejemplos de mujeres artistas que hicieron historia.

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