Un Triángulo Musical Perfecto – A TODA COSTA
Un texto celebratorio y seductor sobre el Día de la Música, donde guitarra, mujer y amor forman un triángulo perfecto. Francisco Ponce Carrasco mezcla humor, romanticismo y pasión musical en un homenaje ligero y encantador.

La Guitarra, las Mujeres Hermosas y el Amor
Cada 22 de noviembre, el mundo se viste de acordes y notas musicales para celebrar el Día Internacional de la Música y del Músico, una fecha que suena tan agraciada como un solo de guitarra bien ejecutado. En este día, se honra a los artistas, a las canciones que nos acompañan en todas las estaciones de la vida y, por supuesto, a esos amores que surgen entre las cuerdas de una guitarra.
La relación entre la música, el hombre y la mujer ha sido eterna, pero es en el universo del amor donde los hilos de la pasión, la belleza y la armonía se entrelazan de una manera sublime.
Y si hablamos de instrumentos, la guitarra parece tener el papel protagónico en esta historia. No hay duda de que la guitarra y las mujeres hermosas forman una pareja ideal, una musa y su cantante, una melodía que es casi imposible no recordar.
¿Qué sería de un corazón enamorado sin esas melodías que nos hacen suspirar? Y si hay algo que hace que una canción de amor realmente “te llegue” es la guitarra, esa fiel compañera que acompaña las palabras de promesas, de desvelo, de pasión y de dulzura.
¿Quién no ha sido seducido por la combinación de una guitarra en mano y una mirada cautivadora? No importa si eres un poeta romántico, un trovador moderno o simplemente un tipo que intenta conquistar a una chica en el café del barrio.

Y es que, si uno lo piensa bien, la guitarra tiene algo casi místico, ¿no? Es un instrumento que en manos adecuadas puede sonar tan dulce como un beso robado o tan apasionado como una promesa de amor eterno.
En este triángulo amoroso, el hombre se convierte en el héroe, la mujer en la musa, y la guitarra, bueno… la guitarra es el conductor de todo esto, aparte de su exultante figura con redondez de cuerpo femenino.
Desde los clásicos boleros hasta las baladas modernas, las canciones de amor siguen ocupando un lugar central en los corazones de todos. ¿Cómo olvidar a esas mujeres que, en la letra de tantas canciones, se convierten en la razón de todo?
En “Bésame Mucho”, la guitarra suena suave, casi susurrando el deseo de besar a esa mujer que es más que un sueño.
También hay lugar para las canciones de amor más juguetonas, esas que nos hacen sonreír, porque no olvidemos que el humor y el amor son inseparables.
Si alguna vez te has sentado con una guitarra para “seducir” a alguien, seguro que sabes que un “toque” de humor puede ser tan efectivo como el mejor acorde.
Así que, si tienes una guitarra cerca, no dudes en darle un “toque”, porque la música, el amor y la belleza siempre serán un triángulo perfecto.
¡Feliz Día de la Música y del Músico!
Francisco Ponce Carrasco
