Durante el pasado mes de Diciembre hemos podido ver en Madrid y Barcelona y diferentes mercado del norte, la nueva especie frutal denominada “PAPAYON” por la que la firma Salvador Olmos de Bilbao ha apostado, y cuyos frutos ha enviado a varios países europeos con gran aceptación por parte de importadores y consumidores. Cabe suponer que dicha especie que acompañará a nuestros acreditados mangos, aguacates y litchis, causará sensación en los próximos años porque actualmente su cultivo es posible, gracias a la iniciativa de un empresario polivalente, D. Domingo Medina, que se ha embarcado en una aventura apasionante para producir PAPAYAS en Andalucía, un tema que desde hace muchos años se venía intentando, pero que los inviernos fríos de la costa no permitían alcanzar la calidad que el mercado demandaba.
El citado empresario, acompañado de algunos técnicos cualificados de su confianza ha resuelto los numerosos problemas que se habían venido presentando años atrás, y hoy resulta un fantástico espectáculo poder contemplar las diversas filas de árboles cargados de fruto con una calidad excelente.
La papaya tipo “Formosa” como se la denomina en Méjico, donde se viene produciendo desde hace varios años, ha respondido con todas sus posibilidades a la iniciativa de este empresario malagueño, y en la actualidad podemos asegurar que el futuro de dicha especie está garantizado en dicha costa mediterránea.
El éxito comercial se presenta prometedor porque el crecimiento de su consumo en Europa obedece a dos factores fundamentales: El aumento de la población suramericana y asiática que conocen bien la papaya y aprecian sus excelentes propiedades, y de otra parte el acierto de los mejicanos al conseguir un fruto mediano (1,400 Kg.) con el contenido de azúcar que no tenía la especie original en su asilvestrado nacimiento; sin olvidar los efectos saludables que proporciona su consumo y que el consumidor conoce y ha sabido apreciar.
Aunque ya publiqué un artículo refiriéndome a ello en éstas PÁGINAS VERDES, quiero volver a los frutos que en el año 1965 enviaba yo al viejo mercado de Les Halles de Paris procedente de Tenerife (Canarias) con 3 y 4 Kg. de peso cada uno y que despreciativamente los franceses denominaban “Papaye legume” y los vendían y consumían como verdura…
Además de su cultivo en la mayoría de los países suramericanos, especialmente en Brasil, Costa Rica y Méjico, en la actualidad se produce también en La India, Sudáfrica, Malasia y algunos otros países africanos, empleando diferentes variedades, entre las que destacan la que ahora nos ocupa Formosa, y la “Sunrise” del Grupo Solo que tiene una excepcional acogida por su dulce sabor e ideal tamaño de 500 gramos la pieza.
Las estadísticas señalan que en el año 2008 se produjeron a nivel mundial 9.732 toneladas de papaya, siendo la India el principal productor con 3.620 toneladas, seguida de Brasil con 1.890 toneladas, situándose Méjico como quinto productor.
Europa experimentó el mayor crecimiento en su consumo mundial entre los años 2003 a 2007, continuando creciente la demanda en los años sucesivos, siendo los mercados de España, Portugal, Italia y Francia los que experimentaron un mayor consumo.
Una posibilidad más para nuestra agricultura tropical, con lo que la investigación y el empeño inversor han logrado vencer las carencias climáticas de nuestra costa.