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TRÁGICA SAGA DE LAS HERMANAS BRÖNTE: CHARLOTTE. EMILY. ANNE.

La Inglaterra del siglo XIX fue una época dura para las mujeres. Siempre postergadas y con limitadísimas salidas, tales como el matrimonio, y siempre condicionadas a ofrecer una buena dote al futuro cónyuge, no importaba la belleza de la novia si la tal dote era sustanciosa. Anexas, por supuesto, al sometimiento del marido y a la abnegación, relegadas al papel de madre y esposa. Impensable superar las barreras impuestas por esa sociedad victoriana, encorsetada, y sumidas al rol de figura decorativa que imponían las normas.

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 Anne, Emily y Charlotte Brontë pintadas por su hermano Branwell, detrás de ellas como una sombra de las mismas.

          Y en esa Inglaterra intransigente para la mujer vivieron las hermanas Brontë: Charlotte, Emily y Anne, que luego habrían de convertirse en famosas novelistas y poetas, gloria de las letras inglesas. Sus trágicos destinos -morirían todas muy jóvenes-, así como su precocidad, han contribuido en gran manera a su fama universal. Después de su desaparición, pervivió un culto que se extendió más allá de Inglaterra. El hogar donde vivieron, la casa parroquial de Haworth, condado de Yorkshire, se ha transformado en un museo convertido en lugar de peregrinación de cientos de miles de visitantes de todo el mundo y sus libros, traducidos a numerosos idiomas, son leídos por millones de lectores e, incluso, llevados a la pantalla y la televisión en numerosas versiones. Hablamos de las novelas Jane Eire, Cumbres Borrascosas y La inquilina de Wildfell Hall, ya clásicos de la literatura.

          Nacieron las tres en el seno de una familia dedicada a la literatura compuesta por cinco hermanas y un único varón. Su padre, Patrick Brontë, fue clérigo, de origen irlandés, y más tarde rector del hoy famoso Haworth pueblo de los páramos donde la familia se trasladó a vivir.

          En aquel lugar, inhóspito y triste, bajo un ambiente deprimente, las tres hermanas junto a Branwell, el hermano pequeño -las dos hermanas mayores estaban en un internado-, comenzaron a crear un mundo fantástico escribiendo historias e inventando los reinos imaginarios de Angria, Gondal y Glasstown, de los cuales se conservan aún unos cuadernos manuscritos.

          Una vez fallecida la madre, quedaron bajo el cuidado de una tía y las tres fueron enviadas junto con sus hermanas mayores, María y Elizabeth, al Colegio de Clergy Daughers donde, por las pésimas condiciones del internado, cayeron todas enfermas de tuberculosis y, como consecuencia, falleciendo María y Elizabeth. Por tal motivo, las tres pequeñas fueron sacadas del internado volviendo a Haworth pero quedando marcadas para siempre por la muerte de su madre y hermanas, en medio de aquel ambiente triste y opresivo en el cual la presencia de la muerte fue una constante desde la infancia, ambiente que se ve reflejado en sus novelas y poemas, sin más salida que un hipotético matrimonio, puesto que la situación económica era muy modesta, ellas carecían de belleza y encima con inquietudes intelectuales. Eso, o preparándose para colocarse de institutriz o dama de compañía de alguna señora rica sometidas a sus caprichos.

          Se refugian, pues, en la escritura llegando incluso a publicar en 1846 un poemario entre las tres, Poems, con los pseudónimos de Currer, Ellis y Acton Bell  -sus iniciales- para evitar prejuicios de la época sobre las mujeres escritoras, poemario que, pese a obtener críticas aceptables, no tuvo éxito y del cual tan solo se vendieron dos o tres ejemplares. A este respecto, el poeta Robert Southey, a quien Charlotte envió unos versos, recibió la siguiente respuesta: La literatura no es asunto de mujeres y no debería serlo nunca.

         Sin desanimarse, las tres, durante el corto espacio que vivieron, continuaron escribiendo novelas con protagonistas femeninas valientes, independientes, inteligentes, que vivían historias de amor muy apasionadas. Heroínas rebeldes que rehúsan un amor pactado y que aspiran a tener libertad de elegir. Por lo cual, sus personajes no eran bien vistos en aquella época y si la autora era una mujer, la censura era mayor.

          De las tres, solo a la Jane Eire de Charlotte, le reconocieron un éxito inmediato. No así a Cumbres Borrascosas y La inquilina de Wildfell Hall que solo más tarde fueron admitidas como obras maestras.

          Es de admirar cómo dichas novelas reflejan pasiones atemporales, fruto de la imaginación de mujeres a quienes la vida no les dio la oportunidad de vivir tales romances en primera persona, tan solo fruto de su fantasía.

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Grupo escultórico de las hermanas Brontë.

 

CHARLOTTE

 

          Charlotte Brontë era la mayor de las tres hermanas, incluido el desdichado hermano Branwell. Nació un 21 de abril de 1816 en Thornton. Trabajó como maestra en Oread, llevando a Emily con ella. En 1842 intentó abrir una escuela privada, que resultó una experiencia fallida, y para mejorar su francés ingresó ella y su hermana por un tiempo en un internado de Bruselas. Allí se enamoró de su propietario, Constantin Heder, hombre casado a quien escribió ardorosas cartas al marcharse de las cuales aún se conservan algunas. Al morir la tía regresan a Haworth.

          Su obra maestra fue la archifamosa Jane Eire, 1847 -película que tanto miedo me daba de niña-, novela romántica, gótica, autobiográfica basada en experiencias personales en el Colegio Lowood y escrita con el pseudónimo Currer Bell, obra reconocida universalmente y llevada al cine en numerosas versiones, siempre con gran éxito, desde las primeras versiones en cine mudo, años 1918 y 1921, pasando por diversas adaptaciones en cine, teatro y TV. Aunque la más famosa es la interpretada por Orson Welles y Jean Fontaine

          Otras novelas suyas son: Shirley, 1849. Villet, 1853. The Profesor, 1857. Y Emma, 1857.

          Charlotte fue de las tres hermanas la que tuvo una vida ajena a la ficción de sus novelas. Tuvo cuatro proposiciones matrimoniales y tras la muerte de sus hermanas y su hermano, contrajo matrimonio en 1852 con Arthur Bell Nicholl. En 1855, estando embarazada, falleció Charlotte de tuberculosis, trágico final de toda la familia, un 31 de marzo a los treinta y nueve años de edad.

          Como poeta, incluyo uno de sus mejores poemas, 1846, en el cual se desprende del estilo gótico, lejos de cementerios y casas embrujadas, y da paso a una luminosa naturaleza a la luz del día.

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Charlotte Brontë, autora de la novela Jane Eire

PLACER

El placer verdadero no se respira en la ciudad,

ni en los templos donde el Arte habita,

tampoco en palacios y torres donde

la voz de la Grandeza se agita.

No. Busca donde la Alta Naturaleza sostiene

su corte entre majestuosas arboledas,

donde Ella desata todas sus riquezas,

moviéndose en franca belleza;

Donde miles de aves con las más dulces voces,

donde brama la salvaje tormenta

y miles de arroyos se deslizan suaves,

allí se forma su concierto poderoso.

Ve hacia donde el bosque envuelto sueña,

bañado por la pálida luz de la luna,

hacia la bóveda de ramas que acunan

los sonidos huecos de la Noche.

Ve hacia donde el inspirado ruiseñor

arranca vibraciones con su canción,

escuchando en silencio su misericordia.

Los verás con sus barbas de nieve,

con ropas de amplias formas,

sus vidas pacíficas, flotando gentilmente,

rara vez sintieron la pasión de la tormenta.

Luego, un tranquilo, solemne placer penetrará

en lo más íntimo de tu mente;

En esa delicada aura tu espíritu sentirá

una nueva y silenciosa suavidad.

 

EMILY

 

          Emily Jane Brontë, la más tímida y retraída de las hermanas, nació en Thornton un 30 de julio de 1818. Su vida profesional se limita a los seis meses que estuvo de preceptora en una escuela y el viaje a Bruselas en unión de su hermana Charlotte. Siempre dentro de un ambiente opresivo y marcada por la muerte de su madre y hermanas mayores, la soledad, ausencia de amor, amén de un hermano conflictivo, alcohólico y adicto al opio. Se refugió, pues, en el mundo mágico e irreal de sus novelas -la más famosa Cumbres Borrascosas-, creando personajes tales como Heatchcliff, -que de pequeña tanto me desagradaba- violento, inadaptado, rudo, resentido, pero muy enamorado de Catherine, caprichosa, frágil, histérica, niña mimada, pero, asimismo, enamorada pese a la diferencia social entre ellos dos. Sus personajes escandalizaron a la moral victoriana al ser capaces de amar, tanto hombres como mujeres, con idéntica pasión.

          Cumbres Borrascosas -escrita con el pseudónimo de Ellis Bell y una de las obras más importantes de la época victoriana- ha sido llevada a la pantalla desde los tiempos del cine mudo en cuarenta adaptaciones entre cine y series, incluso una versión en japonés, tal es el éxito alcanzado por la novela. La versión más famosa es la que dirigió William Wyler en 1939 con Lawrence Olivier y Merle Oberon de protagonistas. Luis Buñuel también hizo una adaptación de la obra en 1953.

          Emily Brontë murió un 19 de diciembre de 1848, a los treinta años de edad, igualmente de tuberculosis.

          He elegido el poema Vendré cuando estés triste acorde con su personalidad pues era tal la angustia que le causaba el estar lejos de casa que la mayor parte de su tiempo lo pasaba paseando por los páramos con su perro Beeper, antes que frecuentar compañía humana, llegando en su timidez a escribir en secreto sus poemas, plenos de calidad y originalidad. Poemas que, al morir, descubrió su hermana Charlotte.

 

 

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Emily Brontë, autora de la novela Cumbres Borrascosas.

VENDRÉ CUANDO ESTÉS TRISTE

Vendré cuando estés triste,

sola en la oscura habitación;

cuando el loco júbilo del día se desvanezca,

y se disipe la sonriente alegría

de las frías tinieblas de la noche.

Vendré cuando en tu corazón

reine la emoción más pura,

y mi influjo, deslizándose en ti,

haciendo más honda la pena, helando la alegría,

arrase tu alma.

Oye, esta es la hora,

tu terrible momento.

¿No sientes sobre tu alma

rodar un flujo de raras sensaciones,

anuncio de un poder más fuerte,

heraldos míos?

 

ANNE

 

          Anne Brontë, la menor de las hermanas y considerada injustamente por un tiempo “segundona”, nació en Thornton un 17 de enero de 1820. A los diecinueve años entra como institutriz, única salida que tuvo al igual que sus hermanas, con una familia cuyos hijos consentidos no le permitían educar con la disciplina que necesitaban. Por consiguiente, ha de marcharse frustrada como educadora. Mas esta experiencia le inspira para su primera novela Agnes Grey.

          Vuelve como institutriz con otra familia, los Robinson, y comparte con su hermano Branwell clases de música. Pero Brawell se enamoró de la madre de su discípulo, pasión que duraría dos años, ocasionando un auténtico drama para los Brontë y los Robinson. Branwell, como consecuencia, se dio a la bebida y al opio, sufriendo delirium tremens y muriendo un 19 de diciembre de 1849, a los veintinueve años, igualmente de la misma enfermedad fatídica de la familia, tuberculosis complicada con otras cosas.

          Branwell parecía no tener vida propia, siempre a la sombra de de sus hermanas, pese a tener estudios musicales y pintar retratos, de los cuales se conservan algunos pintados a sus tres hermanas.

          Volviendo a Anne, su segunda novela fue La inquilina de Wildfell Hall, criticada en su tiempo por considerarse que no era “apropiada” como literatura femenina debido a la crudeza del tema, de una alta calidad descriptiva y magistralmente escrita. Inspirada en la persona de su hermano, describe la violencia de género -en aquel tiempo- y la influencia del alcoholismo de quienes lo sufren.

          Al igual que las obras de sus hermanas, su novela ha sido adaptada para la televisión en varias series y con su argumento se compuso una ópera en tres actos.

          Falleció el 28 de mayo de 1849, a la misma edad que su hermano, veintinueve años, el mismo año y de la misma enfermedad que se llevó a toda la familia. Sus últimos días fueron tan románticos y tristes como había de esperar. Se fue apagando como una vela y sus últimas palabras se las dedicó a su hermana Charlotte, única superviviente, que no se separaba de su cabecera: Ten valor, Charlotte, ten valor…

          Décadas después, su obra comenzó a reivindicarse y a reconocerse. Veamos, como final, una muestra de su poesía cuyo título ya nos orienta su estilo.

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Anne Brontë, autora de la novela La inquilina de Wildfell Hall.

VERSOS COMPUESTOS EN EL BOSQUE EN UN DÍA TEMPESTUOSO

Mi alma está despierta, mi espíritu se yergue

y es llevado a lo alto en las alas de la brisa;

por encima y alrededor de mí, el viento salvaje está rugiendo,

despertando para arrebatar la tierra y los mares.

La hierba alta se marchitó bajo la mirada del sol,

los árboles desnudos lanzan sus ramas a lo alto;

las hojas muertas, debajo de ellos, están bailando alegremente,

las nubes blancas se deslizan por el cielo azul.

Me gustaría ver cómo el océano está azotando

la espuma de sus olas en torbellinos de espuma;

me gustaría ver cómo las olas orgullosas están corriendo,

Y oír el rugido salvaje de su trueno hoy.

 

 

Vuestra amiga Carmen Carrasco

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