TOMANOTA – La devaluación y la inflación a causa de la guerra no se corregirán si no se protesta masivamente

Las consecuencias económicas acaecidas desde el Covid y la cruenta e increíble guerra rusa contra Ucrania ya son deplorables por la inflación, devaluación de nuestro salario ante la carestía de los productos básicos y esenciales: pan, lácteos, cereales, carne, pescado, verduras, frutas, agua, luz, combustible de ahí que España ojalá pronto más que tarde proteste por la subida imparable de precios de toda una cadena alimenticia inacabable. Si a esto se añade las consecuencias de hartazgo al no ver la luz de la mejora social por ningún lado, no extraña que estemos desmoralizados por la gestión gubernamental que no da ninguna confianza en el alivio de la crisis económica. Por lo que a medio plazo repercutirá también en la mayor pobreza de la población, desasistida si comparamos asistencialmente como años atrás en la atención sanitaria, y que provocará inseguridad ciudadana por la delincuencia que generará si no se pone remedio. Asimismo las huelgas de transportistas continuarán hasta que el gobierno negocie con ellos, y después lo necesitarán los trabajadores del campo. Por ello se necesita muchos gritos de socorro y manos reclamando primero en la paz: la vida, la salud y los derechos básicos y dignos ante una situación límite de lo que se puede aguantar…

El camello ante el poder simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente, sólo tienen que arrodillarse y recibir la carga, soportar las obligaciones y las injusticias sociales, obedecer sin más a las promesas de valores, que se presentan como creencias para todo un pueblo debilitado según diría Nietzsche. Sin embargo, el camello que quiere ser más se transforma en león, el león no tolera que nadie le toque ni se inclina ante nadie para ser cargado. Simboliza por tanto al ser humano liberado de las cargas morales y sociales, que podría interpretarse como voluntad de poder luchar contra unos políticos déspotas que sólo van a lo suyo con el nepotismo de los suyos, que miran para otro lado cuando tienen que afrontar problemáticas, que no asumen responsabilidad alguna si no es demandada y probada ante la justicia, que es injusta si no garantiza los derechos fundamentales y la salvaguardia de los servicios básicos… Y todo como decía Noam Chomsky, mientras nos distraen o mantienen ocupados con temas sin importancia real, o lo que es lo mismo mantienen la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, con postureo que sólo pretende salir en la foto para no arreglar nada seriamente. En perjuicio de la libertad, justificar una crisis económica -proceda de cualquier origen, lamentablemente como ahora la guerra rusa contra Ucrania- para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, la subida de impuestos y el desmantelamiento de los servicios públicos. Juzguen ustedes

Francisco Velasco Rey