TOMANOTA: El éxito de CÓMO SEGUIR VIVIENDO de nuestro poeta cordobés

El pasado sábado, 23 de marzo se presentó el poemario Cómo seguir viviendo, del autor Francisco Velasco Rey, en el municipio cordobés de Valenzuela.

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El poeta Francisco Velasco comenzó la andadura poética de su segundo Poemario Cómo seguir viviendo a primeros de diciembre en el Centro de Adultos Mare Nostrum de Almuñécar, a propuesta de su directora y algunos alumnos que habían escuchado algún poema musicado en la presentación de su novela Las trampas del poder. Con un calado según el escritor cordobés de Valenzuela, que le asombró por la acogida calurosa y entusiasta que consiguió despertar entre pupilos que no había conocido anteriormente.

Luego, el 23 de febrero ofreció su recital poético en la librería más importante de Córdoba La República de las Letras, con un lleno absoluto y un público conmovido por una belleza mágica conseguida con el acompañamiento de piano de Lydia Sag Legrán y el clarinete de José María Martínez Rus, y el contraste de voces en la recitación de Soledad Velasco Cuenca y nuestro poeta Francisco Velasco Rey. Gustó tanto la interpretación poética que ya el listón lo puso muy alto para mejorar, sin embargo el recital que tuvo lugar en su pueblo de Valenzuela no escatimó en encanto y brilló si cabe con una luz única y especial, gracias a la suma de la interpretación escénica de un soliloquio de Toñy Escabias de la prosa poética que ha incorporado a la edición completa de su obra con la Editorial Club Selección, y con la interpretación del excelente cantautor Antonio Gómez Aguilera que, junto con la interpretación de Fran Velasco Denia, bordaron en el escenario que fue todo un espectáculo brillante y emocionante, según la crítica lugareña.

Por cortesía del Proyecto de Cultura Granada Costa y de la autora Carmen Carrasco Ramos, se ofreció como obsequio la obra El diario de Yasmín a todo aquel que adquiriera un ejemplar del poemario Cómo seguir viviendo. Así mismo, se prestó la autora a firmar dicho ejemplar en la mesa junto a Francisco Velasco.

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Francisco Velasco y su hija, Soledad Velasco, hablando del poemario

Preguntado el autor por el grado de satisfacción del éxito obtenido e incrementado en cada evento, dijo apoyándose en E Lledó que cada uno es hijo de sus obras, y ésta la ha sentido con toda su alma, porque ha escrito el corazón. Y el poeta otorga a su familia y pueblo parte de la responsabilidad de haber recogido la voz de los recuerdos, para darle voz dentro de la vida, y cómo no a su madre siempre presente en sus sentimientos. Valenzuela y mis raíces, es ante todo el paisaje de mis sentimientos más profundos y admiración porque me hizo crecer desde el amor y la humildad. Por eso transmite lo que siente desde dentro y desde fuera, y desde la distancia y el lenguaje de la memoria porque quiere que permanezca por encima del tiempo. Nos insiste en que quiere comunicar de modo trascendente, con expresiones sencillas pero llenas de imágenes y un ritmo que lleve a la meditación, por un lado con un tono elegíaco y por otro lado con un tono optimista, imbricándose como un todo de lo cotidiano y de su sentir en la vida ante el paso del tiempo, el amor, la ausencia y la nostalgia de mirar y entender nuestra relación en la vida que vivimos, y darle más vida vuelve a enfatizar. Pues por decirlo con las palabras de Kant, sostiene que para vivir libremente hay que perder el miedo, y por decirlo como lo expresaba Nietzsche sin apartarse de la vida y con el máximo apego a ella, porque es única y está en continua marcha o devenir. Constata cómo seguir viviendo mejor, priorizando al amor como motor que debe moverlo todo para no seguir perdiendo, porque las ausencias se llenan con las presencias y olvidando al olvido. Ojalá siempre exista el recuerdo para no naufragar. El hombre vive de su memoria, de las experiencias que le han ido haciendo surcos en su piel, como un poso de verdades profundas e imborrables para cada persona. Señala que la música es muy importante para la poesía, de ahí que en un poema debe resonar de fondo y acercar la metafísica, por eso la poesía debe llegar, emocionar y hacer pensar al otro.

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Francisco Velasco hablando de su poemario

El autor vinagorro cordobés de vocación creadora inquieta ha obtenido una crítica popular y de expertos, que no deja indiferente a nadie, y que por considerarse un poeta de mayorías se siente muy agradecido y afortunado. Hay ciertas opiniones de filólogos y poetas que les han hecho sentirse muy bien con la crítica que ha recibido su Poemario Cómo seguir viviendo, entre muchas destaca principalmente la del poeta y profesor eminente Carlos Benítez Villodres, que ha resaltado en su prólogo que la obra poética de Francisco Velasco nos muestra una variedad de estilos y de formas creativas impresionantes. Para Velasco, profesor, poeta y escritor, la belleza de la esencia humana nos resolverá las ecuaciones de los misterios de la vida. Aquello que es belleza pura, nos dice David Hume, la tiene porque ésta existe en el espíritu del que lo contempla. La belleza, como la poesía se halla dentro del alma, y esta hermosura íntima y fuera de nosotros, se refleja en la obra y se deduce del título, en forma de interrogativa indirecta, tan afortunado, que el poeta valenzoletano le puso a su poemario: “Cómo seguir viviendo”.

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Toñy Escabias recitando

Nuestro poeta Francisco Velasco es un poeta inimitable, múltiple, crítico, y un poeta mayor. Sí, nuestro poeta es una figura prominente de la vanguardia poética internacional, por naturaleza, como ingenioso, penetrante y metafísico. Su poesía, en palabras de Joseph Joubert, le brota de su cosmos interno más profundo y más íntimo. Para nuestro poeta, la poesía no es algo que se ve o se mira, sino la luz que nos permite ver y mirar. Es decir, ver y mirar y observar lo que la mayoría no ve, ni mira, ni observa…, captando, con rigor literario y autenticidad emocional la realidad cotidiana del pensar, del sentir y del vivir. Se expresa con una transparencia y desnudez total, y una intensidad que atrae y penetra. Manifiesta que la novísima y fresca belleza artística, la diversidad rítmica, la profusión de imágenes, los sorprendentes procedimientos retóricos que usa el poeta están presentes en cada poema, logrando conectar genialmente con el lector, logrando una simbiosis infinitamente enriquecedora. Con una viveza marcada por su ritmo y con una exactitud encomiables, que como nos asevera Carmen Conde, es el sentimiento que le sobra al corazón y le sale por la mano. En el mismo sentido, “la poesía tiene que ser humana, refiere Vicente Aleixandre. Si no es humana, no es poesía”. Y la lírica de Francisco Velasco es humana en extremo, así como su persona. Al leer sus poemas, se percibe una continua revalorización de la esencia, a través del triunfo del amor y la bondad. Respecto al filólogo Luciano Ortega Ortega expresa que le ha llenado y estremecido con temas tan trascendentales. Alfredo Arrebola doctor en filosofía y profesor cantaor prologuista de la primera autoedición, resalta que los poemas evocan a Bécquer. Dirigiéndose al admirado lector: “Poeta nascitur et orator fit”, en relación a que Francisco Velasco ha nacido Poeta.

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Intervención del hijo de Francisco, Fran Velasco, para recitar poesía

Jesús Martínez Martínez, poeta caravaqueño dice que bucea en la prosa poética con mucha fluidez, que recuerda mucho a las primeras coplas de Jorge Manrique. Sobresale entre muchos más Todos los espacios vividos. Utiliza a menudo con acierto el cambio de persona de primera a tercera, para interpelar e implicar al lector, consiguiendo dar un pellizco al corazón. Su mensaje es claro: amar, amar siempre y sin condiciones porque el tiempo pasa y nos arrebata todo, incluso a nosotros mismos. Según el crítico y profesor de literatura Jesús Martín Rodríguez al releer en voz alta sus poemas suena el eco de Antonio Machado. También están Séneca o Quevedo, y los poetas de posguerra y la dulzura sobria del palestino Mahmud Darwish. Una voz generosa, pues, densa de presencias, pero suya serenamente. Es verdad que hay en su poemario mucho aire de desengaño y soledad, porque mira de frente, con pudor, con ironía, con miedo, con aceptación, todo a la vez, al tiempo (ahí su sesgo machadiano un sabor dulce de presencias).

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Francisco Velasco Rey y Carmen Carrasco Ramos firmando sus libros: Cómo seguir Viviendo y El Diario de Yasmín

Pero tal vez lo más curioso y lo más auténtico es que lo que deseamos y no existió, y sabemos que no será adquiere la condición de lo definitivo, de lo sustancial, de lo que orienta y reorienta nuestro camino, y es lo que quedará cuando todo lo sólido se desvanezca. Tal vez pensando en el 3º acto de “Doña Rosita la soltera”, de Federico, ahí descanse y ahí arraigue nuestra dignidad, no en los logros, no en los éxitos, no en lo que plantamos y germinó y dio su fruto, sino en lo que nos nació del alma o del corazón y no fue posible, y tuvo en nuestro ser la verdad de lo que existió sin otro asidero que la verdad de nuestros sueños. Enfatiza que le ha encantado el poema “Que todos los niños”, con esa ingenua sabiduría rebelde de la buena Gloria Fuertes. Sigue indagando a través de la palabra, y transmitiendo el entusiasmo, la dignidad y la humanidad que consigue comunicar cuando emprende, con coraje y con humildad, esa tarea ardua de sostener puentes, otra imagen de su libro. Búsqueda que respira en sus palabras: Miradas convergentes, tal vez. Las buenas “ataduras” de las que hablaba Martín Gaite. Pues ese es otro rasgo de su Poemario. Destaca que Francisco Velasco no se expresa desde lo definitivo. Y ese rasgo joven y fresco, casi femenino (la gestación de algo que viene de adentro) forma una mezcla curiosa con la perspectiva madura desde la que se asoma a los temas que va tratando, la cuestión del tiempo, el balance de una etapa de la vida que llega a la madurez sin renunciar a la lucha y al camino, sin resignación… Otro rasgo curioso es que no se escucha sólo a sí mismo. Eso es bonito, es honesto y otorga frescura al discurso, que discurre así como pesquisa, no como acta notarial autocomplaciente. Vive a pies juntillas, a la manera del sabio Pessoa, cada momento.

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Público del evento

Sobre las quintillas libres expone que cuando el proceso de aprender y enseñar fracasa es porque falta el fuego o la pasión y la confianza en el ser humano. Del poema Tiempos entrelazados destacan su hermosura los poetas y profesores catedráticos José Carlos Rosales y José Luis Pérez Fuillerat, los profesores y poetas Ramón Martínez López y Pepe Guerrero, entre muchos más como José Luis Ruiz Vidal y Antonia Navarrete destaca los que estiman otros grandes poemas como la valoración de Ausencia que hace Jesús María García Calderón fiscal y poeta que expresa al respecto: Está bárbaro percibo la virtud de esa “narratividad” interior que tanto hilvanaba el maestro de Durban. Lo importante es que el poeta busca lo esencial y prescinde de cualquier atributo estético salvo aquel que resulte completamente indispensable. Ello provoca esa sensación de desnudez del poema que parece escrito casi para no ser leído por nadie… y resulta interesante.

Redacción

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