Saxo y Jazz, música que cautiva… – A TODA COSTA

… Cuando el ritmo cadencioso, arcano y fantasmagórico te lleva al éxtasis.

En las ensortijadas calles de la ciudad antigua, en hora de fosco deambular, me asalta el ritmo del saxo en <<La Casona>>, y me invade un mensaje universal de paz que armoniza ritmo y significado, transmite valores íntimos a mujeres y hombres, ofreciendo la oportunidad única para el entendimiento mutuo, mediante la escucha, la interpretación y la improvisación.

Cuando escuchamos a alguien tocar el saxofón, parece que estemos oyendo una extensión del alma. Las melodías, las frases y los tonos que produce parecen venir de algún lugar muy profundo.

 Aunque el saxo no lo toque un virtuoso, es capaz de hechizarte solo con unas notas. ¿Una estridencia sutil? ¿El tono un poco ahogado? Este instrumento es muy honesto, tal vez sea la traducción sin palabras de la voz humana.

Un concepto que ha inspirado a músicos, poetas, pintores y escritores de todo el mundo, y nos recuerda que la cultura es mucho más que entretenimiento: la cultura es una ventana al alma, es la forma en que nos damos a lo que nos es más dilecto.

Extremadamente versátil, podríamos decir que no hay ni un solo estilo en el que no pueda encajar. Del <<folk al blues>> pasando por el <<Rock and roll>>, entre otros muchos, sin olvidar el <<swing>>. Ni un solo instrumento está más presente en todos los géneros mencionados. Es imposible ignorarlo, su sonido es único y muy característico.

Un carrusel de pálpitos

Te puede hacer llorar, te puede hacer reír; a veces melancólico, a veces animado. Es capaz de pasar de sonar oscuro y denso o hacerlo con brillo, claridad y potencia.  Su secreto reside en la capacidad de pasar sin esfuerzo del blues más plañidero a las melodías más alegres y divertidas.

Pero, por supuesto, todo depende también, de las habilidades y sensibilidades del músico y de los tipos de <<fantasmas que de él salgan>>.

Francisco Ponce Carrasco