REMORDIMIENTO

Hace tiempo oí, en la tertulia del bar
que el hombre que amabas
por celos, te humillaba y te pegaba.
Al oírlo callé, y como si no te conociera,
no dije nada. Y aunque sentí dolor y pena,
aun sabiendo que eres honesta y buena,
en silencio quedé, como si nada oyera.
Un borracho, entre copa y copa balbuceaba:
¡Bien dada la paliza! por ser tan ramera e infiel,
yo, que por dentro lloraba y me estallaba la hiel
continué quieto, y como si nada sintiera, callaba.
II
Ayer, por nuestro parque, te vi pasar demacrada
con ojeras, expresión triste y desdeñados pelos,
no mirabas a nadie, estabas avergonzada,
o quizás, por no despertar en tu verdugo,
la furia encarnizada de los celos.
Yo que prometí, serte leal y defenderte,
aunque al verte lloré, para que nada dijeran
miré para otro lado, y simulé no verte.
¡Ay, amiga!, si supieras que aun te adoro,
y, aunque callo, con saber que sufres,
fingiendo una sonrisa, por dentro lloro.
III
Oí sonar las campanas, con son triste y lento,
aquellas que antaño, nos servían de encuentro,
cuando juramos ser amigos eternamente;
y sentí al oírlas, tanto dolor y tan adentro,
que aun sabiendo que pronunciaban muerte,
no me atreví a preguntar quién había muerto.
Tú, te has ido, yo me culpo y sueño despierto
con aquel ángel de bellas alas y cutis de cielo,
que la mano fratricida, frenó su vuelo.
Quedé impasible y quieto. Más nadie sabe,
que aunque me lata el corazón, estoy muerto.
Amiga, me duele el alma del remordimiento,
por dejarte indefensa, en el peor momento,
porque un soplo de aliento hubiese bastado,
para irte, sin importarte la crítica de la gente
y te hubiese librado de la muerte.

Emotivo poema, Antonio
En tu linea de persona sensible y reivindicativa.
Enhorabuena🥰💝🍀