Reflexión sobre la fuerza de la imagen – A TODA COSTA
La elocuencia de las ilustraciones
La larga historia entre la conexión de las letras y las imágenes, tienen épocas de progreso y de olvido, para volver por parte de muchos escritores actuales (como es mi caso) en la búsqueda de la brevedad, creatividad y propuesta del avance de descripciones largas que puedan “espesar” el texto, especialmente para artículos y relatos medios y cortos.
“Una imagen vale más que mil palabras”, expresión muy utilizada que yo me arrogo, también tiene aquí su real oportunidad de avance y complicidad entre autor y lector, para aportar una impronta sin que quiebre, para nada, la imaginación del lector, sino haciéndola más compartida. Sin olvidar la curiosidad y/o atractivo que puede despertar la ilustración, hacia su lectura.
Redescubrir la función de la imagen en la construcción del sentido de esos relatos amplía, nuestro conocimiento sobre la materialidad de la circulación de estos textos, permitiendo entender mejor sus proyecciones ideológicas y sugiere, además, las variaciones del impacto estético y emotivo, si se consigue dibujos con cierta gracia y humor controlado, no hiriente hacia cuestiones de género o personas disminuidas.
“Convierten el libro en una joya estética atractiva hasta para personas que a priori no están interesadas en la temática, lo hacen brillar en los escaparates, y además aportan información complementaria gracias a la investigación paralela que realizó su autor”.
El análisis, el entendimiento y la interpretación de las imágenes nos ampliarán la perspectiva y la abstracción de nuestra mente y llegarán a ser tan diversas como las personas que las lean.
Así que, no tengamos miedo a adentrarnos en el maravilloso mundo del libro o el álbum ilustrado: No olvidemos que las ilustraciones no abrevian el texto, sino que son una lectura en sí mismas que nos ofrece la simbiosis de la literatura y las artes gráficas.
¡Que el autor o autora decida…! Y en todo caso, no hará, sino ratificar que los relatos ilustrados que ha realizado, podrán hacerlo todo, salvo dejar inmutable al lector.
Francisco Ponce Carrasco