Recuerdos olvidados de Almuñecar

Por Francelina Robin

14 de diciembre del 2016. Hace un año que pasó y ya terminó. Mis tristezas empezaron en casa: dolores, enfermedades, hospitales, medicamentos, etc. debía evitar desmayarme y no caer al suelo. Contratiempos por dichos, mis espíritus están llenos ¿Será tiempo de la verdad? De tantas cosas me sentía cansada y tenía ganas de abandonar todo a causa de las tonterías.

Hoy, 11 de diciembre, ni tengo las maletas hechas para el evento. Esperaba una sorpresa desde hace meses, pero era un secreto que no quería publicar. Y, al final, yo con tanto secreto, otros lo publicaron antes.

Tantas eran mis angustias que no tenía la certeza de saber si lo iba a recuperar con los problemas de salud, Dios sólo lo sabía. Además, mi compañero de cuatro patas cayó enfermo y tenía miedo de perderlo tres días antes de salir. Gracias a Dios, lo llevé al veterinario, yo pensaba que me iba a dejar, tuve que vencer a la angustia.

¿Y ahora? Espero que tanto mi marido como yo estemos a la altura para que, al final, pueda mostrar un poco de lo que fue el fin de mis años en movimiento del amor del espectáculo. No quedar mal frente a mis amigos escritores. La edad no es la misma y, además, la salud se mezcla, aunque yo siempre dejo un aire de sonrisa para engañar a las personas, así dicen siempre que no estoy enferma y que tengo buena cara. Yo estoy peor que tú y no digo nada.

Cuando llegue este día, quiera Dios que mis amigos lectores, poetas, director y todos los grandes tenores me puedan ayudar a sacar mi fuerza por toda la vida que luché. Yo no querría faltar a esta llamada, aunque, sin autorización médica, me puse de camino y, gracias a Dios, llegué al destino. Apretada con una almohada en el pecho para estar recta como un soldado.

Hace un año que comencé, en 2015, me presenté la primera vez con el baile para tener mi recompensa. Automáticamente me puse a reinar, quería ganar. Como no puedo bailar con las piernas, me quiero poner a bailar con los brazos y con la cabeza; todo puesto en acción para preparar  la competición. No hice vestidos de plumas, pero hice letras de amor con fotografías a todo color, para mostrar a mis lectores que soy luchadora pero cuando competimos la primera vez con grandes escritores es difícil saber cuándo encontraré el nivel positivo; es como en una pista de baile, puedes ser una buena bailarina pero además con sabiduría.

Gracias a Dios, con grandes dificultades y enfermedades, menos mal que había amor por la cultura, entre hospitales, medicación, desmayos, caídas y todo lo que no sé. Yo pedí a Dios que todos los que me rodeaban me ayudasen moralmente, que no perdiese mi examen entre gritos y exaltos por los dolores, yo agradezco a todos mis seguidores.

14 del 12 del 2016, 12:05 horas: salida. Llegada a Almuñécar; el tiempo malo y mi cara estaba más bonita aunque estaba enferma porque soy como un payaso. Llegando el día anterior para poder reposar.

Al día siguiente, toda mi gente llegó, todos nos saludamos, se terminó la tarde y el agua continuaba cayendo. Las calles estaban llenas, 24 horas de la noche, que me reserva y mi amiga que me inquieta, mi gusano de baile, ¡te espero!

15 de diciembre; un pequeño almuerzo, un cóctel con amigos con gotas de poetas. Yo no pude almorzar. Enseguida a la farmacia, estoy ardiendo en fuego por los líquidos que me queman y que de mí salen, las infecciones de mi boca no son poemas, son dolores que me hacían llorar.

¡Atención! Que Dios me dé la forma y que sea justo con mi palabra, que hoy es la noche del espectáculo. Espero que mi cuerpo me deje exprimir mis gestos de los años pasados; saltos y cariños en la pista para que mis amigos poetas, escritores y artistas de las palabras y yo de las vueltas dadas en la pista para animar, hoy no quiero estar triste; quiero estar contenta y ver a la gente ¡Qué maravilla! Y poder bailar y escribir y las dos cosas poder hacer.

16 de diciembre: conferencias. Escuchar las realidades de la vida, las enfermedades y los animales abandonados. Esto es la cultura de mis amigos.¡ Si todos hiciésemos un poco, costaría menos!

Sábado 17 de diciembre; Hoy es un gran día para todos, la pena es que tengo una gran angustia y nadie me la puede quitar. Nada era lo que yo pensaba. 19:30 horas, parece que tengo un gran puñal en el corazón, voy a esperar la hora, puede ser que se mejore. Que Dios me cambie mis ideas, mas mi corazón no perdonaba y se inundaba en el agua y se ahogaba como el día y la noche ya que continuaba lloviendo, era la hora de premio y la alegría y mi corazón lloraba porque pensé divertirme y tanta gente esperaba por una gran amiga. Esperaba hasta la última hora, ¡yo no me lo podía creer! Podemos ser artistas pero debemos tener una responsabilidad y la tomamos porque la gente es como los niños que esperan su recompensa y no sabemos lo que la gente piensa.

18 de diciembre, 13:20 horas en el día anterior entre las medallas y vender un libro parecemos mendigos para que te compren un libro, algunos amigos me lo compraron por amistad ¿y el resto fue diferente?

Me quitaron dos libros de “De las tres hermanas ¿A cuál llamas cariño?” que acababan de salir y cinco de la autobiografía del año pasado. Llego a las 13:00 horas y fui a ver si los libros estaban en su lugar. Tenía puesto cinco más del libro “El camino de mi vida” se los llevaron los cinco, así van a leer gratuitamente o los van a vender, pueden ser que tengan más suerte que yo. Autobiografía gratis y, por tanto, un libro cuesta caro de escribir de su cabeza. La traducción es cara y el editor  también. ¡Es la primera vez! Me gustaría saber, no me lo quiero creer. ¡Entonces la escritura fue una aventura!

Hoy 19 de diciembre ¡Ay mi Dios! Que tanto sufrí por esta aventura que por fin me llegó una alegría, llegó mi amiga María Jesús y su acordeón, el pajarito volando y a todos hizo cantar, la pena fue que muchas personas que habían ido ya. ¡Miren! Hasta a José Segura le parecía una aventura, cantaba y bailaba, parecíamos todos niños para ver que somos pequeñitos pero tenemos cosas fuertes en nuestro corazón. Y yo me siento feliz aunque me digan que soy portuguesa, francesa y que soy apadrinada en España, os hice conocer a vuestra compatriota que escuché su canción en el año 1983 en una gala a la que fui invitada en Francia, estaban bailando la canción con los zuecos de su país y de repente se pusieron a bailar los pajaritos y toda la gente queríamos aprender mas no sabíamos, ¡sólo los jóvenes! Y tanto nos hizo reír. ¡Para que vean que los pequeñitos también tienen valor! Los pajaritos que los oí en Francia en 1983, si yo pensara que 33 años después fuera a poner en honor en su país…

 ¡Viva Almuñécar, fin de la cultura del año 2016. ¡Viva nuestro director y todos los que están a su altura y todos los escritores, poetas y acompañantes! ¡Y viva mi querida amiga María Jesús y su acordeón que nos dio alegría a nuestro corazón!

Atrasados por la edición, ¡OS DESEO UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!