Qué será, será, de la cesta de Navidad – A toda costa
Los seres humanos, desde la prehistoria, siempre han sentido orgullo cuando llevaban a su guarida (casa) alimentos.
Actualmente descubrimos pocas diferencias sobre este asunto, probablemente ellos llegaban arrastrando el ‘mamut’ y nosotros con la cesta o caja de navidad en brazos.
El recibimiento es de expectación por parte del cónyuge y los niños, que se reúnen a nuestro lado con goce y algarabía, esperando los turrones y sobre todo los chocolates, el cava, como siempre, y el wisqui, de ese, que si no te lo regalan no lo compras nunca.
En nuestros días la “Cesta de Navidad” sigue manteniendo un carácter festivo y de reconocimiento, el emisor suele ser una empresa y el receptor sus trabajadores, no debe perderse esta singular costumbre que une a empresa y asalariado elevando la confianza entre ambos, pues tanto por parte del que la regala, como del que la recibe se manifiesta un reconocimiento implícito hacia una labor conjunta, mantenida a lo largo de todo un año.
Rompamos una lanza en favor de esta costumbre, ahora que un reciente estudio estima que cerca de un 50 % de las empresas en activo, suspenderán, en el presente año 2020, esta tradición amparándose en la crisis y el maldecido <<Coronavirus>> y dejaran a sus empleados sin el regalo navideño.
Valoremos pues de forma muy positiva a las empresas que, realizando un esfuerzo, mantienen el aguinaldo.
Sin entrar en mayor reflexión sobre el consumismo en Navidad, lo cierto es, que si por estas fechas te quedas sin el ‘Papa Noel’ o el ‘Belén’, la lotería o la “Cesta de Navidad”, es como si algo te faltara.
Francisco Ponce Carrasco