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¿Qué es el Temblor Esencial (TE)?

Dr. Juan Gustavo Benítez Molina

Málaga

El Temblor Esencial (TE) es un trastorno neurológico que causa que tiemblen de forma rítmica las manos, la cabeza, la voz, las piernas o el torso. Aunque existen muchas causas posibles para los temblores, el temblor esencial es el más común. Generalmente, los temblores ocurren cuando la persona afectada ejecuta acciones como comer, beber o escribir. Este síndrome se conoce como temblor de acción o temblor cinético. El temblor esencial se da también cuando el afectado se encuentra en posiciones contra la gravedad, como cuando un individuo extiende los brazos hacia afuera del cuerpo y los sostiene en esa posición. Se conoce como temblor de postura.

            Los síntomas del TE pueden resultar frustrantes y embarazosos, conduciendo a veces al paciente al aislamiento social.

            Este trastorno puede afectar a personas de cualquier edad, género y raza y no acorta las expectativas de vida, es decir, la supervivencia.

            El TE es uno de los desórdenes del movimiento más común. Alrededor de 10 millones de personas en Estados Unidos y otras partes del mundo padecen esta enfermedad. Ésta se da con mayor frecuencia en personas de la tercera edad. Los investigadores estiman que de un 4% a un 5’6% de las personas entre 40 y 60 años padecen de TE. Por otro lado, algunos estudios sugieren que hasta un 10% de las personas de 60 años o más padece de TE.

            ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas del TE? Aunque el temblor puede ser leve y no progresivo en algunas personas durante un largo periodo de tiempo, en otras el temblor evoluciona lentamente comenzado en un solo lado del cuerpo (unilateral), pero afectando a ambos lados (bilateral) con el transcurrir de los años. Con frecuencia, las manos son las más afectadas, sin embargo, también pueden estar implicadas la cabeza, la voz, la lengua, las piernas y el tronco. El temblor de las manos es típicamente un temblor de acción. El temblor de la cabeza puede verse como un movimiento de “sí-sí” o “no-no”. Asimismo, el TE puede estar acompañado de una leve perturbación de la marcha.

            ¿Cómo se diagnostica el TE? No existen pruebas médicas que confirmen el diagnóstico de TE. Este síndrome es diagnosticado durante un examen neurológico. Tras éste, el médico evaluará los síntomas, al mismo tiempo que procederá a descartar otras posibles causas que puedan estar originando dichos temblores, como pueden ser: 1. Efectos secundarios de medicamentos. 2. Enfermedades del tiroides. 3. Estrés excesivo o traumático. 4. Consumo excesivo de cafeína o de otros estimulantes. 5. La presencia de otros trastornos del movimiento, como la enfermedad de Parkinson y la distonía (contracciones musculares involuntarias).

            En ocasiones, se puede llegar a confundir el TE con el Parkinson. Veamos aquí las diferencias más destacables: 1. El tipo de temblor es diferente. El temblor del Parkinson ocurre normalmente en reposo, mientras que en el TE se produce durante la acción. 2. El Parkinson tiene características adicionales, tales como lentitud, rigidez y un deambular típico arrastrando los pies, mientras que el TE, generalmente, sólo está asociado con el temblor. 3. Los pacientes con Parkinson casi nunca tienen temblor que implique a la cabeza, mientras que esto es común en el TE. 4. Las personas con TE no responden a los medicamentos utilizados para el Parkinson.

            ¿Cuál es la causa de que se produzca el TE? Aunque el TE parece estar relacionado con un funcionamiento anormal de la parte del cerebro llamada cerebelo, no se ha confirmado ninguna anomalía concreta. También se asocia con un claro componente genético. El TE puede producirse en más de un familiar. Los hijos de un padre con temblor esencial familiar tienen aproximadamente un 50% de probabilidad de heredar la afección. Se ha identificado una variante en el gen LINGO1 como gen de riesgo, aunque no todas las personas con TE transportan esta variante. El gen también puede estar presente en personas sin TE. Esto sugiere la posible influencia de algunos factores ambientales aún no identificados.

            ¿Qué consideraciones, respecto al tratamiento, hay que tener en cuenta? Si el TE es leve y no le molesta excesivamente al paciente, puede que no necesite tratamiento. Si, por el contrario, el TE interfiere en la capacidad de trabajar, realizar las actividades diarias o interactuar socialmente, sí puede resultar preciso emplear las terapias disponibles. Dado que actualmente no hay cura para el TE y se estima que los medicamentos son eficaces para alrededor de las mitad de los pacientes, es importante tener unas expectativas realistas acerca de la terapia con fármacos. Los objetivos del tratamiento son los de reducir la gravedad del temblor y mejorar la calidad de vida. Estos objetivos pueden llevar tiempo, debido a que cada persona responde de manera diferente a los tratamientos disponibles. Además, puede que sea necesario probar más de un tratamiento hasta dar con el más idóneo para esa persona.

            ¿Cuáles son los medicamentos de primera línea que se emplean en el TE? 1. Los Betabloqueantes como el Propanolol. El Propanolol es el único medicamento aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para el tratamiento del TE, y aproximadamente el 60% de las personas con TE se beneficia. Si padece de insuficiencia cardiaca, diabetes mellitus o asma, asegúrese de hablar con su médico general antes de tomar este medicamento. Otros betabloqueantes como Atenolol, Metoprolol y Nadolol también pueden ser beneficiosos para el TE. 2. La Primidona es un medicamento anticonvulsivante que también reduce el temblor. Se usa ampliamente para el tratamiento del TE. Aproximadamente, al 60% de las personas les ayuda en su afección. Aunque la Primidona puede tener efectos secundarios al principio, existen pocos problemas a largo plazo. Puede emplearse con éxito durante muchos años con ajustes de dosis ocasionales. 3. La terapia combinada: si su temblor no se controla bien con Propanolol o Primidona por si solos, puede experimentar mejores resultados cuando se toman ambos fármacos a la vez. 4. Las Benzodiacepinas como el Clonazepam, Diazepam, Lorazepam y Alprazolam se emplean con frecuencia para tratar el TE. Estos medicamentos son especialmente útiles en pacientes con ansiedad asociada. Pero, si se utilizan grandes dosis de Benzodiacepinas durante largos periodos de tiempo, pueden convertirse en una adicción. También hay riesgo de síndrome de abstinencia si se paran de tomar repentinamente. Normalmente no son tan eficaces como el Propanolol o la Primidona.

            ¿Sabías que el alcohol puede resultar beneficioso en el TE? Los adultos con TE a menudo notan que el consumo de alcohol reduce el temblor durante una o dos horas. Cuando se utiliza alcohol de forma responsable, puede ser muy eficaz para reducir temporalmente el temblor. Incluso puede ser útil disponer de uno o dos tragos durante eventos sociales para suprimir el temblor. Sin embargo, hay cuestiones importantes que tener en cuenta en el uso de alcohol para el TE. El temblor de rebote puede ocurrir después del uso excesivo de alcohol, haciendo el temblor temporalmente más severo al día siguiente. Si utiliza alcohol para reducir el temblor, asegúrese de hablar con su médico. Se ha de evitar el uso excesivo de alcohol y nunca se ha de consumir si se va a conducir un vehículo o a manejar cualquier tipo de maquinaria peligrosa.

            Para finalizar, decir que existe una segunda línea de tratamiento que incluye otros medicamentos, como son la Gabapentina o el Topiramato. Ambos son anticonvulsivantes. Éstos se emplean con mucha menor frecuencia en esta patología que los anteriormente citados. En casos refractarios se ha empleado la toxina botulínica. Como último recurso tendríamos la estimulación talámica.

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