Próxima presentación de El Duende y la Hierbabuena, nuevo libro de Mª Teresa Ayllón

EL próximo 18 de marzo de 2022 se presentará a las 17:00 horas el nuevo libro de la escritora madrileña, Mª Teresa Ayllón, publicado por la Editorial Granada Club Selección. El acto tendrá lugar en la Casa de Granada en Madrid e invitamos a todos los amigos y socios del Proyecto a participar en el evento.

PRESENTACIÓN

Sentir se siente, pero qué difícil es explicar lo que es el Duende. Así con mayúscula de nombre propio. Porque es un personaje, una personalización íntima e irrepetible de algún genio o espíritu que inunda a algunas personas en sus adentros, movilizando unas energías o pasiones… arrebatando los sentimientos, las sensibilidades, traduciendo esos latigazos profundos en hechos descontrolados, espontáneos, apremiantes, fértiles… Creatividad tiene todo alma humana y el Duende termina pariendo, creando pero a borbotones, con la pasión del viento cuando ulula, no cuando pasa sino cuando brama o cuando gime. El Duende es espíritu desencadenado y por fin libre.

Cuando el Duende se adueña del cante quiebra las costuras de las entrañas y hace saltar la alegría o la rabia. No le da cauce, desborda lo que se guardó dentro. Por eso, en el baile, se adueña del cuerpo en cada fibra y en cada nervio. Son en la pintura los colores que te saltan a los ojos, las composiciones que te secuestran, te arrebatan, no te integran. Es en la poesía el jugar las palabras como teclas que tocan animosidades del alma, imprecisas pero vibrantes. Es la pasión, es el fuego, es la tierra y es el agua. ¡Quien lo sintió lo entiende!

Y ainda… La hierbabuena. La hierbabuena no hace falta presentarla, todo el mundo la conoce, está por todas partes. Habita cerca de la ponzoñosa ortiga y alivia de sus picores. Da sabor rico a la ensalada, alegría a las sopas andaluzas y al té moruno, limpia los dientes y mejora el aliento ¡ayuda a los enamorados en sus besos! también a los glotones indigestos, alivia los males de garganta y serena el ánimo… En suma en su sencillez y su frescura es joya de la botica y placer de los sentidos. Es como la buena gente que mejora todo sin presumir de nada, sin darse importancia. Es bonita pero ¡qué fácilmente se pisa!

Queda presentar la simbiosis del Duende y la hierbabuena. El duende no reconoce límites territoriales, como nadie pone cercas al viento. Hay quienes creen que habita en Andalucía o en el flamenco pero, al igual que la hierbabuena, puede aparecer por cualquier parte y también el flamenco en su cante, baile y música trasciende las fronteras. Por ignorancia o por clasismos, hay gente que desprecia lo uno o la otra, por ser patrimonio de los de abajo, por ser arcaico, tradicional, bullanguero, simple, gitano o de campesinos payos, individualista, reaccionario… Ná de ná… puro prejuicio. Andan más equivocados que la paloma de Serrat. El Duende no es sólo flamenco, el flamenco no es solo andaluz, ni de toda la población andaluza, ni por ser tradicional ha dejado de ir cambiando como todo lo que está vivo: experimentando, innovando, proponiendo,… El flamenco no es individualista sino íntimo, experiencial, existencialista incluso, de origen social o individual según el momento. Y no todo es bueno sino mejorable. La hierbabuena sí, siempre es buena y vale para todo y para todes, en eso no ha cambiado ni cambiará… probablemente.

Poemas y letrillas para el cante es un ofrecimiento para quienes quieran cantar –flamenco u otros géneros-. Es el subtítulo para ayudar a quienes buscan poemas para ampararse en su actividad creadora con letras de amor no tóxico (tipo: me quieres o me mato, para mí o para nadie o sin ti no soy nada). Es un compromiso que he adquirido como feminista convencida de que el maltrato en general y la violencia de género, en particular, tienen su base en amores tóxicos, relaciones tóxicas y también en familias tóxicas. Por eso –y por placer del recuerdo- describo en la Primera Parte En familia, momentos familiares intensos, entrañables, a la vez que sencillos como la vida cotidiana popular y como la hierbabuena. Mi padre no quiso que le temiéramos, sino querernos y que le quisiéramos y el respeto nacía de ahí. Su recuerdo, por ello, viene asociado a su forma de expresar esa sencillez de vida en familia: los domingos en la cocina, cantar y hacernos cantar la fiesta, curar un botijo, beber agua y no alcohol, la gracia de comerse unos lomitos de sardinas crudas (entonces era un pescado muy barato), robadas al segundo plato de la cena. Crecer sin miedo, no cabe duda, es la forma más segura de llegar a ser personas buenas, aptas para gozar los pequeños placeres que no se compran con dinero, que nadie te puede quitar y que te hacen vivir feliz todos, o casi todos, los días de la vida.

No voy a ocultar que las composiciones líricas que ofrece este libro, ya sean las cortas o las más largas, me han aflorado cantando. Es decir, en mi cabeza casi todas se han formado con mi cante, no con música propiamente sino cantando. No es la primera vez que invento canciones, por el contrario, muchos de mis cantares siguen sonando en las manifestaciones feministas, algunos han sido publicados en anteriores poemarios pero, a diferencia de las otras veces, esta etapa de mi vida he compuesto poesía a partir del cante que escuchaba en mi cabeza. Esto empezó en Cádiz, Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, desde el mes de junio pasado, y en Granada en agosto, tras una reunión familiar en Ítrabo, y ha seguido sin parar hasta la fecha. Fecha en que ya quiero dar por terminado este poemario cancionero pues ya en mi cabeza surgen otras creaciones significativamente distintas y no cantadas. Así, como la hierbabuena, voy siendo arrastrada donde el viento gusta de esparcir mis semillas y el Duende me zarandea como –y cuando- le viene en su soberbia gana.

El Duende y la Hierbabuena

se juntaron a cenar.

Encendieron una hoguera

de genio en el cañizal

y allí entre reto y baile,

bajo el guiño de la luna,

se dio a luz este cantar.

Mª Teresa Ayllón Trujillo.

En Madrid a 6 de diciembre 2021