Parafraseando el famoso libro de la escritora francesa George Sand, amante de Frédéric Chopin, “Un invierno en Valldemossa”, hago mío este título, cambiando la estación, para escribir las siguientes pinceladas sobre los agradables días vividos en Mallorca –los pasados 1, 2, 3, y 4 de mayo- con motivo de la celebración de los actos culturales organizados por los numerosos socios que el Granada Costa tiene en esa isla paradisíaca. Procedentes de Granada y Valencia nos desplazamos hasta Palma: José Segura, Presidente de la Editorial, Inmaculada Rejón, a la que yo llamo, por méritos, la Reina del pasodoble, José Miguel García Pérez, dueño de frutas “el Portón”, el director adjunto del periódico Granada Costa Nacional en Valencia, Francisco Rossi y una servidora, Carmen Carrasco, melillense castiza, ya que nací en su Ciudadela de más de 500 años, Bien Cultural de la Humanidad, residente en Valencia. El alojamiento en el Hotel Java –cuatro estrellas- no pudo ser mejor. Al lado de la playa, con un buffet variado y exquisito como para traerse un kilo de más, y un trato amable por parte de todo el personal. Para remate del día, todas las noches nos ofrecían algún espectáculo, cantantes, baile o el original encuentro de las “Zumba, Amigas de los años 20”, procedentes de distintos lugares de España y de Europa, todas vestidas al estilo de los felices 20 y ofreciéndonos unos bailes de aquellos años que alegraron a todos la velada. Aunque fueron varios los
actos celebrados durante esos días, yo me ceñiré a la jornada del día 2, vivida en el precioso pueblo de Valldemossa, y dejo el día 3 para mi amigo Marcelino Arellano, director adjunto del periódico Granada Costa en Mallorca, que fue el encargado
de organizar los eventos de esa fecha. ¿Estamos de acuerdo, Marcelino? Pues vamos camino de Valldemossa, precioso pueblo rodeado de montañas, con abundante vegetación, pintorescos paisajes, fuentes, típicas calles empedradas y variedad de flores en sus balcones. No es de extrañar que el músico polaco Chopin, junto con la escritora George Sand (Cuyo nombre verdadero era Aurora Dupond), eligieran este lugar para pasar el invierno de 1838 en la famosa Cartuja. Luego comentaré algo sobre este romántico affaire. También es visitado este rincón por numerosas personalidades tales como: los antiguos Reyes de España. Los Emperadores del Japón. La reina Sirikit de Tailandia. Felipe González. El vicepresidente de la República Popular China. El Presidente del Uruguay. Bill Klinton. Jimmy Carter. Esperanza Aguirre. José María Aznar y otros muchos más, según he sabido por el libro “Catalina Thomàs y Valldemossa”, de los grandes escritores Rogelio Bustos Almendros, Coordinador
Cultural Nacional del Granada Costa, y Aurora Fernández Gómez, Delegada Nacional de Certámenes Literarios.
El libro es una documentadísima biografía de esta santa nacida en Valldemossa en 1531 y fallecida en 1574, Patrona de este pueblo y muy querida a la que llaman cariñosamente nuestra “Beateta” y en donde cada casa tiene a gala poner en su puerta un mosaico con la efigie de la santa. La presentación de dicho libro tuvo lugar en la iglesia de san Bartolomé, de precioso retablo, parroquia de la localidad.
Al acto de presentación asistieron, aparte de nuestro Presidente, Sr. Segura y numerosos socios del Granada Costa residentes en Mallorca, el alcalde de Valldemossa, D. Jaime Vila Mulet, el teniente de alcalde, D. Antoni Puyol i Bosch, el Sr. Cura párroco, D. Antoni Pujol i Bosch, y la escritora Dña. Catalina Gayá Riera a quien tuve el honor de conocer así como a la poetisa Dña. Mercedes Guasp Rovira, ambas en su espléndida tercera juventud.
La presentación estuvo a cargo de D. José Segura, interviniendo también el alcalde, el teniente de alcalde y el Sr. Cura párroco. A continuación, glosaron la biografía de la santa sus autores, Rogelio y Aurora, con una acertada explicación del mismo, muy bien expuesta y un estudio documentadísimo de hechos, lugares, fechas y acontecimientos ocurridos en vida de Sta. Catalina Thomàs, amén de interesantes fotos contenidas en el libro. Exhaustivo trabajo llevado a cabo por ambos autores a quienes felicito.
El gran rapsoda Antonio Bonet San Cler nos deleitó recitando un poema como él sabe hacerlo y la cantante Inmaculada Rejón interpretó a capella un Padrenuestro que no se pudo mejorar. ¡Vaya una pareja de artistas!
Seguido a la firma de ejemplares, el ayuntamiento nos obsequió con un aperitivo a base
PRIMAVERA EN VALLDEMOSSA
Granada Costa Noticias Nacionales 4 31 DE MAYO DE 2015 de manjares típicos de la localidad, entre los que se encuentra la famosa coca de patata, que estaban exquisitos, y más aún servidos al aire libre en la plaza de la iglesia, en plena naturaleza y disfrutando de un espléndido día.
Luego visitamos la casa natal de Sta. Catalina, con su capilla, y la estatua de la “Beateta” de niña cuando era payesa, para pasar a continuación un buen grupo de socios a comer en un lugar típico de Valldemossa. Al finalizar la comida, los que quisieron, entre ellos yo, visitamos la Cartuja –era una visita obligada, claro- y la celda nº 4 donde Chopin y George Sand pasaron el invierno de 1838, tratando el músico de restablecer su salud en aquel clima del frío invierno de Valldemossa donde incluso llega a nevar.
Al entrar en aquella habitación, donde sabes que estuvo este músico polaco, y tocar materialmente aquel piano en el que compuso tan bellas piezas y en el cual siempre hay depositado un ramo de flores, sientes una emoción como si su espíritu aún permaneciese allí frente al piano y casi esperas que comience a sonar alguno de sus bellos nocturnos. Luego, salimos al romántico jardín donde el músico y la escritora pasearon sus amores, frente a un maravilloso paisaje de la sierra de Tramontana. Fue un bonito remate a ese día pasado en Valldemossa.
Y antes de ceder la pluma a Marcelino Arellano, me gustaría añadir que también hemos hecho turismo por la ciudad de Palma
visitando la hermosa catedral gótica, el Palacio Real de la Almudaina, los baños árabes, la estatua del rey Jaime I, unas vistas
del puerto con el famoso chorro de agua y, por la noche, ya relajados, disfrutando por el paseo marítimo de la playa del Arenal iluminados por una espléndida luna llena, que hasta eso tuvimos para que no faltara de nada.
Recordando la canción de Los Mismos “El puente”, tendremos que volver a pedir que “construyan un puente desde Valencia hasta Mallorca” para poder cruzar el charco más fácilmente, aunque da lo mismo pues “yo no tengo miedo al avión ni tampoco al barco” así que cualquier día me presentaré otra vez en Mallorca “la tierra que puso Dios en medio del mismo mar”.
Besets a todos los socios del Granada Costa, mallorquines o residentes en tan bella isla.
