PRESENTACIÓN DEL LIBRO HOMENAJE A NUESTRO COMPAÑERO D. JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ
El día 4 de octubre, en el Club Sa Banca, se presentó el libro homenaje a nuestro estimado compañero D. José María Gutiérrez. Homenaje muy merecido por su trayectoria en favor de la poesía y dedicación a ella.
En este caso, ha sido un placer y un honor para mí presentar dicho libro y, como señalé en la presentación, muy posiblemente haya sido un error por parte de nuestro amigo elegirme a mí para este menester. Teniendo en cuenta que, entre nosotros, hay personas mejor preparadas que yo y con más enjundia. Espero y deseo que mi presentación no sea un motivo de controversia, ya que en mi humilde saber lo hice lo mejor que pude y, sobre todo, con mi mayor sinceridad y afecto hacia nuestro compañero José María Gutiérrez.
Dicho libro se encuadra dentro de la gran labor que la Fundación Granada Costa realiza en homenajear a todas aquellas personas, pertenecientes al Granada Costa, que, por sus méritos, edad y dedicación en promocionar la cultura en cualquiera de sus facetas, lo merecen.
Qué duda cabe de que Galicia es tierra de grandes poetas, mencionemos a unos cuantos: la gran Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro, José María Díaz Castro, Lois Pereiro, Luis Pimentel, etc. ¿En qué lugar podemos ubicar a José María Gutiérrez?, ¿en el romanticismo?, ¿en los novísimos?, ¿en el neorromanticismo?, ¿en el modernismo? En ninguno, y ¿esto es malo?, no. Por la sencilla razón de que, habiendo bebido en todos esos estilos poéticos, José María tiene voz propia. Su poesía es de un estilo sencillo pero auténtico. Su poesía sale de su corazón como destellos luminosos. Es una poesía de verdad y sincera, sin malabarismos artificiosos y sin la intención errónea de buscar palabras bellas y metáforas que solamente sirven como envoltorio de un poema. La poesía es solamente el grito desgarrador y necesario del poeta, el bálsamo remansado del alma y de los sentimientos.
(…) Galicia, sin lugar a dudas, es tierra de poetas, quizás, sus brumas matinales y la lluvia persistente sobre los policromados paisajes que José María conoció desde su niñez hicieron que su alma se llenara de esa melancolía o percepción de las cosas más insignificantes, pero llenas de hermosura, para que se despertara en él al poeta.
A José María se le veía esa tarde doblemente feliz: por la presentación de su libro homenaje, en el que, además de plasmar parte de su vida, se incluye el lado más emotivo, que es la participación de muchos admiradores y amigos (entre los que me encuentro), que le expresan en forma de poesía y prosa su amistad y cariño.
Y por la alegría de ver esa tarde a su familia: esposa, hijos y nietos, y a infinidad de amigos, que quisieron arroparlo en ese estupendo acto. Emotivas fueron las palabras que Isabel Gutiérrez Bonet dedicó a su padre.
Pudimos comprobar la gran capacidad de convocatoria que tiene nuestro amigo José María, ya que en la sala no cabía nadie más. Pude advertir desde la presidencia la emoción de su esposa y demás familiares. Un acto magnífico y de categoría. Participó nuestro compañero y amigo Antonio Bonet San Cler, con la recitación de dos bellos poemas que fueron muy aplaudidos. Al final del acto, José María nos ofreció un estupendo ágape de productos mallorquines.
Una tarde maravillosa que no olvidaremos, porque nada hay más importante que ver a las personas felices y, esa tarde, José María y toda su familia lo fueron y, por qué no, feliz yo también de que le gustara la presentación de su libro homenaje.
Marcelino Arellano Alabarces