Presentación de Un libro entre mis manos, de Ana Ávila González

El pasado jueves 4 de diciembre, a las 20:00 horas, el Patio Central del Museo Anita Ávila se convirtió en un escenario donde la emoción, la memoria y el orgullo local se entrelazaron para celebrar la presentación del nuevo libro de Ana Ávila González, Un libro entre mis manos. La obra, editada por el Proyecto de Cultura Granada Costa, recoge la biografía completa de una de las empresarias y creadoras más queridas de Loja, figura cuya vida —llena de determinación, arte, sacrificio y solidaridad— se despliega a lo largo de trece capítulos y un epílogo que resume su historia personal y colectiva.

Bajo el lema simbólico adelantado en su propio prólogo —“Un sueño, una realidad”—, la presentación del libro no fue solo un acto literario, sino una celebración del legado humano de su autora. Tal y como expresa el prólogo, Ana es una mujer “intrépida”, marcada desde la niñez por el rigor, la entrega y una creatividad inagotable que se refleja en cada etapa de su vida, desde la ayuda temprana a su padre hasta la creación del museo que hoy lleva su nombre.

Un acto arropado por autoridades y personalidades

El evento contó con la participación de destacadas figuras del ámbito institucional y cultural: José Arenas, cronista oficial de Loja; Matilde Arcas, delegada de la Junta de Andalucía; Joaquín Camacho, senador del Reino de España; Joaquín Ordóñez, alcalde del Ayuntamiento de Loja; además de la propia autora, Ana Ávila González, y Carlos Molina, conductor y presentador del acto. La presencia de estas autoridades evidenció no solo la relevancia de la obra, sino también el cariño y respeto que la ciudad profesa a la autora.

Las primeras palabras del acto recayeron en Carlos Molina, quien destacó la importancia de este libro como documento vivo de la memoria lojeña y como ejemplo de superación personal. Subrayó que Ana no se limita a narrar su trayectoria, sino que invita al lector a recorrer las transformaciones sociales, económicas y culturales de Loja a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI.

Una vida convertida en legado

El libro se articula en torno a la biografía completa de Ana Ávila, desde sus raíces familiares hasta su papel como referente social y cultural. Los capítulos iniciales retratan una infancia marcada por el esfuerzo familiar y el carácter trabajador de sus padres, así como por anécdotas que, según la autora, cimentaron su personalidad y su temprana inclinación artística y laboriosa. Su introducción, extraída del sueño que la impulsó a escribir sus memorias, da cuenta del profundo sentido emocional del libro: “La idea de expresar en estas páginas una historia de mi vida ha sido un logro muy importante para mí”.

La obra recorre vivencias de adolescencia, primeras responsabilidades, su entusiasmo por el bordado, la moda y el trato con el público, y un punto de inflexión: la llegada del amor. Su relación con Apolonio, su marido, ocupa un lugar central en la narración. El libro describe un amor sólido, guiado por un profundo sentido religioso y por una visión conjunta del trabajo, la familia y los proyectos empresariales. Para Ana, Apolonio fue siempre “la brújula que ha orientado sus decisiones y desvelos”, como señala la sinopsis oficial.

Uno de los momentos más emotivos del acto fue precisamente la mención a Apolonio. Varias intervenciones subrayaron que este libro no es solo una autobiografía, sino un homenaje a una vida compartida, a un matrimonio cimentado en valores sólidos y en un trabajo conjunto que alcanzó metas impensables: desde negocios familiares en Loja hasta la creación de una empresa pionera en el sector de congelados, que con el tiempo se convertiría en referente nacional e internacional.

El museo: un corazón que late en Loja

Otro de los grandes ejes del libro y del acto fue el Museo Anita Ávila, un espacio que no solo alberga obras de la autora —pinturas, esculturas en terracota, trabajos en estaño, bordados, creaciones artesanales— sino también un relato visual de su vida y de la historia reciente de Loja. En el prólogo, se define este museo como su “aportación más social”, un espacio interactivo para uso y disfrute de quienes deseen conocerlo, muestra de una creatividad autodidacta que ha sabido convertir lo cotidiano en arte y en legado cultural.

Durante la intervención del cronista José Arenas, se destacó que este lugar se ha convertido en un punto de encuentro para visitantes, turistas y escolares, y en un símbolo de identidad local que enriquece el patrimonio cultural de la comarca.

Una mujer de luz, incluso en los momentos oscuros

Uno de los fragmentos del libro más comentados durante la presentación fue el dedicado a los años de enfermedad de Apolonio. La autora narra estos episodios con una mezcla de dolor, templanza y esperanza, recordando también la pérdida de su hermana y la dura enfermedad de su cuñada. Sin embargo, como recoge el prólogo, Ana supo canalizar ese dolor en fortaleza espiritual, ofreciendo un ejemplo de resiliencia admirable para todos los que la conocen.

Muchos asistentes destacaron durante sus intervenciones que esta parte del libro da una lección humana que trasciende la biografía: la capacidad de mantener la dignidad, el amor y la fe incluso en los momentos más difíciles.

Reconocimientos, entrega social y un propósito comunitario

El acto también resaltó la extraordinaria faceta altruista de Ana. Su labor como presidenta de la sede local de la Asociación Española Contra el Cáncer, su participación activa en labores sociales y su espíritu generoso han sido reconocidos por múltiples entidades públicas y privadas. Tal como recoge la sinopsis, estos méritos no solo forman parte de su vida, sino que reflejan un compromiso permanente con los demás y un respeto profundo por su comunidad.

El cierre: un libro que pertenece a Loja

Ana Ávila cerró el acto con palabras llenas de emoción. Agradeció al Proyecto de Cultura Granada Costa, a los asistentes y a quienes han acompañado su vida. Reconoció que este libro no es solo suyo, sino también de Loja, de sus vecinos, de quienes la han querido y acompañado en sus múltiples etapas.

El público respondió con un prolongado aplauso, consciente de estar ante un documento vital que no solo narra una historia personal, sino que recoge la memoria de una generación y el espíritu de una ciudad.

La velada concluyó con la firma de ejemplares, un aperitivo y una copa de vino ofrecido por la fundación Museo de Anita y posteriormente un recorrido por el museo, donde los asistentes pudieron contemplar algunas de las obras mencionadas en el libro, completando así un acto que unió literatura, arte y sentimiento en un mismo corazón: Loja.

Anita Ávila y Pepe Segura