Prueba simplemente a sentarte tranquilo, sentir el sol prodigarse por tu rostro, mientras te llena de vida la suave brisa. Siente, vivimos en un planeta donde los sentidos se han puesto de manifiesto y sentir es parte del aprendizaje. Nada hay tan grande que te supere, que pueda hacerte renunciar a tu esencia, ni tan pequeño que no debas considerar como parte de ti mismo. A partir de ahí, extiende tus manos y que todo el calor de la comprensión llegue hasta ti. Piensa, comienza por pensar que te mereces lo mejor, que has nacido para lo mejor y no va a darse en tu vida otra cosa que no sea lo mejor, lo más hermoso y todo lo necesario para continuar y proseguir.

         Hemos crecido mal informados, sencillamente alentados en conceptos y normas que nos han sido inoculados como si fueran verdades absolutas e inmutables, esquemas bajo la piel que circulan por la sangre de manera subversiva extendiendo sus sombras y cadenas. Pero son mentiras, grandes mentiras contadas muchas veces y repetidas por personas que parecen ser importantes y por lo tanto nos han dicho que merecen nuestra atención. Y no solo les dimos nuestra atención, sino que pusimos en sus manos toda posibilidad presente y futura, otorgándoles cualidades que nunca tuvieron y facilitándoles el camino para mostrarse como nuestros amos, cuando en realidad son solo cenizas, figuras de cera confusas en un horizonte sin luz.

         Las manos que mueven los hilos, la parte oscura que esconden ciertas cosas, esas figuras en las sombras, lo oculto a los ojos que a veces aparece como una evidencia y que se trata tan solo de confusión, como una araña ávida, que va tejiendo hilos, confeccionando su entramado, donde las moscas incautas caen y encuentran su desolación.

         Siempre es tiempo de despertar, siempre es tiempo de tomar consciencia, y extender toda tu energía como potentes alas que te hagan elevar hasta cotas muy altas, simulando águilas que miran desde arriba con una perspectiva sin igual. Y entonces hay tanto que se desmorona, tanto que carece apenas de importancia y, sin embargo, nosotros pensamos que eso era imprescindible simplemente para comenzar a andar, dando por sentado que sin ello no éramos nada.

         Cuando damos nuestro poder a quien no lo tiene, pero lo desea y busca la forma en que te lo pueda robar; a quien busca tan solo hacerte creer que en realidad es él quien lo tiene y tú, quien nunca lo tendrá, entonces estamos en manos inocuas, en terreno infértil donde ninguna semilla va a crecer y ningún progreso, ningún futuro será posible. Mientras miramos en esa dirección estaremos confusos, desviados, no tendremos noción alguna que nos procure paz.

         Pero hoy me atrevo a decirte, con una seguridad que no brota únicamente de mí mismo, que nadie puede más que tu voluntad, que nadie tiene la llave ni la clave, ni el modo ni el cómo tú debes reaccionar. Nadie es tan poderoso que pueda anular lo que eres, que pueda eclipsar todo y cuanto puedes manifestar. Y créeme, solo es necesario que creas en ello para que el poder dentro de ti comience a emanar y trasforme tu vida y tu mundo.

         Sí, la revolución ahora no es algo dirigido por seres externos, que pueden incluso ser manipulados por aquellos que previendo que la balanza no se declina en su favor, tiran de otro lado con el objeto de seguir dirigiendo y continuar siendo el patrón. No, la revolución viene ahora desde dentro, manando con una fuerza que no puede ser contenida, como un torrente manifiesto que alarga su mano hasta el propio mar. La revolución nace en ti como un sentimiento silencioso que te dice dónde, cuándo y cómo estar, sin que nadie determine anticipadamente nada. Pero todo el mundo sabrá y estará allí donde debe estar y se encontrará contigo porque ha sentido también el impulso de la llamada, que es propia, genuina pero también general. Llamada que ha surgido clara como un rayo de luz alimentando la mente y corazón de cada uno por separado.

         Escúchate, aprende a oír más allá del sonido ruidoso de lo cotidiano, espera paciente en el silencio la voz que te hablará, y entonces conocerás sin velos esa verdad rebelada, que no te ha sido ni dada ni impuesta por otros, sino que ha surgido espontánea de tu interior. Ahí está el camino amigo, ahí está la solución a todo este cansino ruido, a toda esta desesperación y el final de todo este hastío, este cansancio y angustia, que ni es tuyo ni mío, que es de esos seres desalmados a los que ni siquiera les importamos, siendo en realidad que ellos no existen si nosotros no le damos potestad y no se lo permitimos.

Antonio Quero

El portón

web itrabo

Deja un comentario