POETA Y JUGLAR EN EL CIELO
Amigo Carlos, deja la Gloria un momento, abre un trocito de cielo y asómate porque deseo hablar contigo un ratito. Supongo que el Altísimo te concederá este privilegio de atender a un ser terrenal. No te privaré mucho tiempo de estar a su lado.
Sé que ahora en el Cielo has emprendido otra etapa en tu nueva faceta de poeta en espíritu y que sigues escribiendo sobre las nubes y los luceros nuevos poemas que, haciendo gala de tu nombramiento como Primer Juglar de Granada Costa, estarás recitando a los ángeles y a esos compañeros que con tanto cariño te habrán dado la bienvenida cuando San Pedro te haya abierto las puertas doradas del Cielo. Es más, yo estoy segura de que el Altísimo desde su trono escuchará también complacido tus bellos sonetos, décimas, beviettos, modiettos…, todas esas rimas salidas de tu inspiración y fantasía.
Te has ido, Carlos, pero nos has dejado un inmenso caudal poético que vivirá por ti y perdurará en el recuerdo de todos los socios de Granada Costa porque ese tesoro espiritual no se agotará nunca ni caerá jamás en el olvido mientras existan tus libros, esa extensa obra que generoso nos has legado como la mejor herencia.
En estos momentos en que me dirijo a ti, tengo tu Antología poética entre las manos, una joya de poemario, y aunque anteriormente ya lo había leído, hoy, repasándolo de nuevo, leo, abriendo el poemario, unos bellos sonetos dedicados al amor de tu vida: A Lolita, o la belleza inmaculada. Y, sin dudarlo, no me resisto a copiar uno de ellos como adalid de los demás poemas tuyos que surgirán a lo largo de esta charla que sostengo contigo, tú desde la Gloria y yo desde la Tierra. Es la hermosa declaración de amor de un poeta a su musa.
A LOLITA, O LA BELLEZA INMACULADA
Oh, Lolita, mi amado sol de oro,
yo levanto contigo la grandeza
del corazón que ama, con firmeza,
al alma, luz que irradia tu tesoro
Bajo la fronda azul de un sicomoro,
me besaste con gran delicadeza,
en la paz de mi esencia, que endereza,
la vida desleal de un meteoro.
Bella Lolita, rosa, con fragancia,
de triunfadores lirios y jazmines,
enraizada en la estrella de mi alma.
Elegida por Dios, desde su estancia,
para ser manantial de serafines
y gozo de olas mágicas en calma.
Es tan extenso y tan rico el poemario, esta Antología poética, que, de entre los miles de versos y cientos de poemas, no sé cuál de ellos voy a escoger, dando un repaso a tu poesía, porque todos me parecen igualmente bellos y cada uno encierra un algo especial, lejos de abstracciones, y casi siempre dedicados a alguien o algo en concreto: familia, amigos, poetas, escritores, artistas, lugares, paisajes…Y no digamos los dedicados a Dios, las Vírgenes o santos, plenos de fervor religioso e impregnados de esa fe inquebrantable que en vida siempre te acompañó.
Finalmente me decido por este que de seguro te agradará: Virgen del Rosario.
VIRGEN DEL ROSARIO
PATRONA DE VILLANUEVA DEL ROSARIO
Soterré mis pecados bajo un cielo
sombrío, al son de un viento huracanado,
lejos de los verdores de mi prado
y cerca del helor de cualquier hielo.
En mi vida, palpita tu consuelo
que me hizo abandonar mi acantilado
y el aguijón que traspasó de lado
al lado mi olivar anclado al suelo.
Oh Santísima Virgen del Rosario
mi alma te glorifica con dulzura
en medio de este bosque rutinario.
En ti encuentran mis pulsos tu ternura,
oh Madre mía, Virgen del Rosario,
fuente de donde fluye mi ventura.
No me extrañaría que la misma Virgen del Rosario estuviera a tu lado leyendo este poema que un día desde la Tierra le dedicaste a Ella con tanto amor.
Ese amor que asimismo derramaste entre tus tres hijos, tus tres soles, como los llamas en tu poema: Lola, Carlos y Juan Gustavo.
A Lola, a quien comparas a una flor en primavera, a un lucero inteligente, a una luminaria, a un sol fecundo…
A Carlos, comparado a una fontana de bondad, luz del cielo permanentemente azul…
A Juan Gustavo, fuente de ternura, el amor como emblema y bandera, señera de la paz, donde tu alma en la suya se asegura…
Carmen Carrasco y Carlos Benítez durante la presentación del libro «En medio de la selva» de Carlos Benítez en la casa de Granada en Madrid. 2018
TRES SOLES
A este valle de rosas y de espinos,
llegaron, por amor, tres bellos soles
que alegraron la luz de dos crisoles
y colmaron de dicha sus destinos.
Tres soles, tres arcángeles divinos
que cumplen plenamente sus mil roles
en medio de esta selva, sin controles,
con frutos bondadosos y mezquinos.
Tres fontanas pobladas de alegría
en vuelo hacia la luz sin desconsuelos
por el amor que sobre el mundo avanza.
Creé un día este sol de poesía
para inmortalizar a mis tres cielos
que amo con el poder de la esperanza.
Y no menos amor es el que profesaste a tus queridos nietos a quienes llamas cuatro manantiales: Carlos, Aimar, Noah y Jorge Gustavo. El soneto que les dedicaste es un modelo de poesía pura, tanto en su rima, indiscutible, como en el lenguaje exquisito que empleas, el sentimiento que encierra, su musicalidad…, en resumen, es una flor de cuatro pétalos ofrecida con el amor de un abuelo.
CUATRO MANANTIALES
Hay en mi esencia cuatro manantiales,
alondras que me cantan mis poemas
con carisma de rosas, sin problemas,
que iluminan a poetas inmortales.
Llevo en mi corazón sus fraternales
vidas de oro, engendradas por tres gemas
maravillosas, tres luces supremas
con el amor de sus cuatro corales.
En sus mares, las olas son de flores
fragantes que renuevan mi camino
de ojos bellos con siete mil honores.
Ante mis manantiales, yo me inclino
porque son ríos de mis tres creadores
frutos del sol rebelde y cristalino.
D. Francisco Alfambra Almendros, presidente de la casa de Granada en Madrid, Carmen Carrasco Ramos, Carlos Benítez Villodres y José Luis Martín Correa
¿Qué decir del cariño y fidelidad que les profesaste a tus amigos? A tantos amigos como hiciste a lo largo de tu vida, tanto en España como en el extranjero, en especial en Hispanoamérica, donde estás considerado como un excelso poeta y tu aureola y prestigio no tienen parangón.
Cuando desde tu esfera contemples este periódico te darás cuenta de la cantidad de amigos y compañeros que dejaste y con cuánto cariño te han escrito sus cartas de despedida como un último adiós al amigo que se fue. Sé que tú les has dedicado muchos poemas a numerosos amigos en vida, imposibles de incluir en estas dos páginas, así es que he elegido uno de ellos en representación de los demás, ya que os unía una entrañable y vieja amistad, a más de sincera, a quien llamabas fiel amigo de tu alma, y porque asimismo él ha sentido tu partida como la de un hermano. Vaya para él este soneto representando a todos. Seguro que cuando lo lea Pepe, me echará la bronca por haberlo elegido a él con este poema dedicado a un amigo, pero no le haremos caso.
JOSÉ SEGURA HARO
Eres gran caballero generoso,
símbolo de la luz del molviceño,
que donas, con tu amor, siempre halagüeño,
la madurez de frutos en reposo.
Gozas, por el camino luminoso,
con la hidalguía del valor sureño,
y cumples tu misión, con sumo empeño,
en medio de tu valle vigoroso.
Oh, Pepe, amigo fiel de mi alma erguida,
con tu amistad encuentro luz pulida
al son de tu bondad reveladora.
En nosotros, florece la firmeza
de cultivar rosales de nobleza
en la cumbre vital de cada hora.
Málaga. Tu Málaga. Tu bienamada ciudad, tu enamorada tierra, a quien lisonjeas con los piropos de paraíso de la belleza, de la luz y la hospitalidad, por siempre en tu esencia. Así como a Villanueva del Rosario, paraíso amado de tu vida caminante, transparente pueblo. O Andalucía, tu Andalucía toda entera, aunque sé que sentías un amor especial por Granada. Elijo como poema representativo de todas ellas este soneto dedicado a Málaga.
A MÁLAGA
Símbolo victorioso de una tierra,
con cuerpo dulce por su miel marina,
que engendra en su alegría coralina
el imperio de luz que el cielo encierra.
A una tierna mirada el sol se aferra,
y cada corazón, mientras camina,
se empapa de esa gloria que ilumina
a este mundo de pan y abrupta sierra.
Santuario de los cielos elegido,
donde se acunan credos y nobleza,
para gozo feraz que da sentido
al caudal celestial de su riqueza
que imprime, con vehemencia y fe, el latido
del embrujo andaluz a la belleza.
Carlos, como puedes ver, todos los poemas que estoy incluyendo en este soliloquio que sostengo contigo, son sonetos. No en vano eres un maestro del soneto, pero también eres maestro de la décima y creador de dos rimas originales. Una de ellas es el bevietto, nombre compuesto por las primeras letras de tus apellidos y la terminación ietto. Veamos un ejemplo de bevietto, este dedicado al mismo Dios.
Carmen Carrasco presentando la última obra del poeta malagueño Carlos Benítez
TU PALABRA ABRE CAMINOS NUEVOS
Siempre retorno a Ti con mi lucero
que irradia tu verdad por mí abrazada
y que propago en todas las esencias
de los soles que siempre a tu amor aman.
Tu palabra abre caminos
nuevos con olas en calma,
mientras el gozo florece
en el corazón del alma.
Te manifiesto, con latidos puros,
mi fe, oh Dios, que se eleva en mis plegarias
hacia tu corazón, luz de vida.
Tras tus pasos, camino con mis frutos,
y ellos, Padre, te alaban
con mi humana energía y mi equilibrio.
Me entregué a Ti, Dios mío, desde aurora alfa,
cuando sentí tu voz sagrada y sin frontera.
La otra rima creada por ti es el modietto, palabra compuesta por las dos primeras letras de los apellidos de tu esposa Loli más la terminación ietto. Ejemplo de este modietto es un poema dedicado a Molvízar, sacado del poemario que le dedicaste a ese entrañable pueblo de la Costa Tropical granadina, que también amabas, describiendo su amanecer.
AMANECER EN MOLVÍZAR
Grandioso amanecer por todas partes
de Molvízar, mi pueblo tan amado,
porque cree en mi esencia con sus artes.
Todo lo invade la aurora
sumamente encantadora.
El negror de la noche lentamente
se ausenta del presente, tras el lecho,
donde duerme, sin luz, cualquier helecho
allá en el pueblo que me abrió la mente.
Los acerados baluartes
que, sin sol, fueron talado,
con todos sus estandartes,
y ante ellos tú descartes
lo que tuvieron helado.
La alborada en Molvízar deja, en mi ser, su huella,
con más fuerza que antes, como una fiel centella,
engendrada por una bien amueblada estrella,
valerosa a raudales, que lleva una doncella.
Y para finalizar este coloquio poético que sostenemos, aún me queda incluir otra de tus rimas preferidas: la décima, tus hermosas décimas, composición poética por la cual fuiste nombrado prestigioso Miembro de la Asociación Iberoamericana de Amigos de la Décima.
He dejado pues, como despedida un significativo poema con esta rima, que tanto te agradaba y de la cual eras un maestro: Mi último aposento. En él expresas tu último deseo, el lugar que has elegido, un rincón de tu Andalucía, bajo el sol de ese pueblo que tanto amaste en vida, Villanueva del Rosario, y protegido por el escapulario del Sagrado Corazón.
MI ÚLTIMO APOSENTO
Villanueva del Rosario
acogerá mis cenizas
lejos de las corralizas
y del fuego funerario.
Pondrán un escapulario
del Sagrado Corazón
sobre la arqueta marrón
que guardarán en un nicho
según está ya predicho
por mi propio corazón.
Y ya ha llegado a su fin, amigo Carlos, nuestro encuentro espiritual. Por un lapsus de tiempo, me has ido sugiriendo algunos de tus bellos poemas para que yo los vaya plasmando sobre el papel como pequeño homenaje hacia ti. Cuánto me hubiera gustado que también yo hubiese tenido un poema tuyo dedicado… Pero, se me ocurre una idea: escríbeme un poema desde el Cielo y envíamelo con la paloma de la Paz, que lo recibiré con todo mi cariño.
Adiós, amigo Carlos. Vuelve a tu gloria. Hasta siempre, poeta y juglar en el Cielo.
Tu amiga Carmen Carrasco.
Genial artículo dedicado a este gran poeta, amigo y compañero. Genial también la selección de poemas, Carmen. Todos sentimos la marcha de Carlos en sumo grado, pero tu alma de poeta ha sabido conectar con la suya en esta semblanza que quedará para la posteridad.
Un abrazo.
Merecido y sentido recuerdo al amigo Carlos Benítez (D.E.P.) gran poeta y fiel colaborador de Granada Costa, por parte de Carmen Carrasco, al que me uno en sentimiento.
Muchas gracias, Carlos Álvaro. Un abrazo.
Bonita elección Carmen, no habrá sido fácil, con tan estensa y magnífica obra, cómo es la que nos ha dejado nuestro querido amigo Carlos Benítez Villodre. En el cielo estarán contentos con su llegada. Aquí sus amigos ya lo extrañamos.
Un abrazo
Esplendorosa y magistral reseña Carmen. Aderezada con los maravillosos poemas de nuestro querido amigo Carlos,!! que no se ha ido!! Siempre estará en nuestros corazones. Desde aquí besos a Loli y sus hijos