Paquete de medidas anticrisis insuficientes

Bienvenidas medidas que favorezcan a las personas más vulnerables. Pero hay que estar alerta por el auge de un encarecimiento desmedido de la vida, que supone una carga para todo aquel trabajador que se precie o personas cargadas de futuro incierto por el difícil hueco en el mercado laboral, cuando también las cifras de desempleados no mejora como sería esperable desde todas las perspectivas institucionales. No digamos cuando el aprovechamiento de la reducción del IVA en los productos básicos es fundamental y necesario, tampoco lo es menos en los productos cárnicos y de pescado que han quedado fuera. Y lamentablemente eliminados los 20 céntimos de combustible para la población general no es de recibo y perjudica pues todos los contribuyentes prácticamente usamos el vehículo para desplazamientos cotidianos en nuestra vida. En otro orden de cosas, tampoco vendría mal que se controlasen o se fomentasen medidas para los precarios sueldos de empresas de subcontratas o externalizadas, que imponen unas condiciones laborales precarias a sus trabajadores. Y si pensamos en el personal sanitario y educativo, se podría también tomar medidas de incentivación económica y reconocimiento que hagan de su profesión más vocacional. Pero el incumplimiento de promesas electorales de los gobernantes tampoco parece importar mucho en donde todo cabe para llegar o mantenerse en el poder a costa de prebendas y clientelismos. De modo que así empieza el año 2023, a calentar los motores para aumentar cimas de poder a costa de las municipales de mayo. Pero no hay que olvidar que las treguas en campos de batallas, deben servir para prepararse para una victoria honesta y no a cualquier precio, asunto que según se mire parece un espejismo en un mundo desnortado, carente de los valores y donde no prima el respeto, la dignidad  y la libertad, que se define en El Quijote: “como uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, por la libertad así como por la honra se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venirle a los hombres”. Con leyes relacionadas con la sedición, la malversación, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, y normativas que permiten cualquier modo de gobernar sin el fin de mejorar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, con la percepción no consolidada de independencia judicial y el compromiso de las fuerzas políticas en contribuir a la mejora democrática no es de extrañar que nos aprisionan más si cabe en una vida cada vez más limitada. Cervantes compara los tiempos pasados con los detestables en los que ellos vivían, donde el mundo se ha pervertido, manchado y corrompido como hoy en día. Sin embargo, no hay que perder la esperanza, y es más necesario que nunca un aliento humanista. Todos ustedes conocen la realidad a la que nos enfrentamos en este mundo cínico de engaños y mentira generalizada de frágiles principios, ilusos o sobornados porque no se puede comprender como a nivel nacional están en las antípodas “los podemitas ante los populares” y en Almuñécar se apoyan hasta morir por sostenerse en el poder y ponerlo a su servicio. Por tanto no podemos creer en unos años llenos de cosas nunca realizadas ni sabidas, llenos de una labor real nunca hecha sino aparente. Juzguen ustedes para no perder el ánimo y reflexionen sobre las consecuencias. Feliz año en ser o no ser pues…

Francisco Velasco Rey