NO MATARÁS: 5º MANDAMIENTO

OPINIÓN

He leído en un periódico que el biólogo David Sabatini en su laboratorio de Nueva York ha descubierto una sustancia, molécula que le han puesto el nombre de RAPAMICINA que puede alargar la vida en buenas condiciones físicas e intelectuales hasta los 120 años. Puede ser algo así como el elixir de la eterna juventud tan buscado en todos los tiempos. En mi caso con 89 años que no soy aficionado a los fármacos, ni tampoco a hacerme castillos en el aire ni a vivir de vanas ilusiones, pero sí de esperanzas, debo confesar que al leer este artículo en mi alma se encendió una luz de esperanza y pensé: si es cierto ¿Por qué no puedo yo vivir hasta los 110 años al menos? A continuación, sin apenas darme cuenta, pasé revista a mi forma de vida y constaté que desde siempre había llevado a la práctica las constantes que aseguran la longevidad según el aforismo del filósofo Séneca: “de nada demasiado”. Es decir, alimentación sana, ejercicio físico y mental de forma comedida y nunca sin pasarme. Así que sin quererlo me hice una prudente ilusión de poder llegar hasta los 110 años con RAPAMICINA o sin ella, sólo continuando con los consejos de Séneca y un vivo e intenso deseo de esperanza en la Providencia y cumpliendo las medidas sanitarias a rajatabla, pues me he ido librando del contagio con ese maldito virus que tiene un especial interés en cargarse a todos los jubilados por “inservibles”, según al parecer de algunos politiquillos malvados.

  En fin, quiero decir con esto que siempre estoy con cierta tensión sostenida y no me rindo pasivamente a la vejez. Aunque siga cumpliendo años podré ser viejo de cuerpo, pero en absoluto de alma, y por eso intento amontonar años pero aprendiendo algo cada día sin dejar de realizar mis obligaciones habituales. Así que nada me impide llegar a los 110 años; y creo que todavía me queda mucho por hacer, pues no estoy hecho de esa materia de los que suelen recrearse en lo que han hecho. En todo me considero como un principiante, como un aficionado, “todos somos aficionados. La vida no da para más”, que decía el actor inglés Charle Chaplin. Así me he conducido siempre y pienso continuar por ese camino.

  En estas líricas reflexiones estaba cuando oigo en la televisión que el Parlamento ha aprobado por 220 votos la Ley de la EUTANASIA, esa forma legal de matar al ser humano porque padezca una enfermedad incurable o porque según el criterio ¿De quién? es mejor matarle para que no sufra ¿Quién decide? Contra esta ley asesina salió al encuentro hace ya 2000 años el filósofo Séneca: “el dolor, si grave, es breve; si largo es leve”. Así que echa por tierra la eutanasia por sufrimiento. Y si es por respeto a la ley dijo esto: “Lo que las leyes no prohíben pueden prohibirlo la honestidad”.

No soy moralista, pero guiándome por mi conciencia creo que esa ley es un atentado contra la dignidad humana, asesina. Se mire por donde se mire. La aprobación de esta ley descubre claramente la catadura criminal de quienes nos representan. Como creyente cristiano me es imposible admitir la eutanasia y tampoco el aborto. Es más importante la Constitución de los Mandamientos de la Ley de Dios que la de los políticos. Mi vida es mía y también mi muerte y nadie puede decidir excepto Dios.

  Por otra parte, una vez más se pone de manifiesto lo peligroso que es que este gobierno se mantenga en el poder por su inutilidad para resolver los problemas que nos afectan y que en plena pandemia de contagiados y de muertos tenga como prioridad el regalarnos otras muertes por otro camino. Llevamos ya un año en lucha contra el coronavirus y no han aprendido nada, sólo continúan encarcelándonos y metiéndonos el miedo en el cuerpo, destruyendo la economía, la educación y la formación de la sociedad, creando parásitos, destruyendo las costumbres, la moralidad, la familia…¿queda ya algo por destruir? Y ante todo esto la sociedad española sigue “castrada”.

  Ante la criminal decisión de estos 220 bárbaros que han aprobado esta ley de muerte para los españoles ¿Qué tiene qué decir los que tienen que aplicarla: Colegio de Médicos, enfermería, y otras que les corresponda? Hace 2400 años Hipócrates llamado “Padre de la Medicina” en su testamento ético, “Juramento Hipocrático” dice: “jamás daré a nadie, medicamento mortal, por mucho que soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo. Tampoco administraré abortivos a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura”.

 Este gobierno comunista sigue con las mismas ideas destructivas y de muerte, no han evolucionado nada excepto en los refinamientos y nuevas normas de apariencia legal. A esto le llaman progreso. El Sr. Iglesias y su partido decían de asaltar el cielo ¿Por qué no se ayudan un poco con la eutanasia en vez de hacerlo por medio de asalto que es violencia? Hacerlo por medio de la eutanasia le sería más sencillo, más rápido y más delicadamente.

            José Antonio Bustos

         Almuñécar