MOCIÓN DE CENSURA: NI BRILLO, NI SUSTANCIA, NI BREVEDAD
Nada va bien en un sistema político
en el que las palabras contradicen los hechos
(Napoleón Bonaparte)
Pasada una semana de la moción de censura al Gobierno y ya con los ánimos sosegados, le pregunto a mi amigo Juan su opinión sobre tan nacional y trascendente acontecimiento. Sólo me ha contestado esto: “alguno de los miembros del gobierno y algún otro parlamentario saben leer”. Insisto y le digo muy en serio que me interesa y aprecio su siempre ponderada opinión en estos temas de la política, y en su contestación yo interpreto que los políticos que tenemos no saben ni tan siquiera leer. Me dice que he interpretado bien, sólo algunos saben leer ¿acaso no está a la vista y al oído? Salvo alguna excepción, todos los que intervinieron soltaron su rollo que ya llevaban escrito sin tratar en profundidad y tampoco contestaron a los graves problemas que nos azotan y a los grandes errores políticos.
El gobierno se bañó en agua de rosas y presentó un mundo feliz en España gracias a su excelente gestión dirigido por la mano providencial de su presidente que además es el más guapo e inteligente de los políticos del mundo, aunque la triste realidad sea la miseria, la destrucción del tejido productivo, la subida de los precios, el paro, la corrupción, el hambre…
Otro tanto hicieron los partidos que le apoyaron aunque con alguna insignificante crítica. Los que pusieron la moción no dijeron todo lo que tenían que decir y el principal partido de la oposición que ese es su trabajo, soltó su perorata sin convicción que con su abstención en la votación ha quedado descalificado igual que su presidente con su ausencia. Ha perdido una oportunidad de oro para convertirse en un verdadero presidente, en un líder venciendo al gobierno si no física, sí espiritualmente, moralmente. Jamás se presentaron tantos y poderosos motivos para incapacitar a un mal gobierno y, sin embargo, no hizo nada. ¿Por qué? ¿Miedo, incompetencia, falta de confianza en sí mismo, desprecio…? Para ser líder hay que lidiar en la plaza, en política en el Parlamento. Es muy fácil, y también inútil hacer declaraciones en la calle o en cualquier medio amigo lo mal que lo hace el gobierno y lo bien que lo hará él cuando llegue a la Moncloa reduciendo el número de ministros. “Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy”, dijo el que fue primer ministro del Canadá, MACKENZIE. Hay que recordarle al señor Feijóo que el liderazgo no se hereda se gana.
Esto pudiéramos decir sobre el fondo, la sustancia, pero ¿qué pudiéramos decir sobre la forma? Sencillamente lamentable, grosera, insolente, despectiva, insultante en las palabras y de la más sucia ordinariez en el gesto y en el tono. Y aunque para algunos la vestimenta no tenga importancia, incluso tuvieron la desvergüenza de hablar despectivamente de ella, la tiene, aunque son incapaces de verla. Qué lejos quedan estos representantes del pueblo español de lo que predicaba Cicerón en su libro “Tratado de Deberes”: “Al estar quietos, andar o sentarse a la mesa, el gesto, la mirado y el rostro deben conservarse siempre con decoro y dignidad”.
Recuerdo haber asistido a reuniones de la comunidad de vecinos y a otras de labradores en la que todos iban decentemente vestidos y aseados con “decoro y dignidad””. En cuanto al comportamiento cada uno expresaba sus ideas y sus opiniones sin insultos, sin groserías, cosa que no ocurre en el Parlamento.
Juan lleva harta razón en sus análisis, y puesto que sigue el mismo presidente y el mismo gobierno después de la moción de censura le pregunto para qué ha valido este espectáculo. Me contesta rápido y convencido. Ha valido, me dice, para que los españoles conozcamos la cantidad y calidad de los políticos que tenemos, su bajo nivel intelectual, moral y ético; la cantidad de partidos, partidillos y partidicos que están comiendo del Estado por no hacer nada o por ayudar al gobierno a destruir España… Partidos y personas que han mostrado su nefasto retrato en los que predominan sus intereses particulares y de partido antes que los de España. Los partidos políticos se han convertido en agencias de colocación de personas mediocres y sin formación
Escuchando a mi amigo Juan me ha venido a la memoria las palabras de aquel gran emperador que fue Marco Aurelio: “Que el pueblo vaya aprendiendo a trabajar y a no comer del Estado” ¿Qué hubiera pensado al comprobar los miles de esos llamados asesores?
En eso de que algunos saben leer los rollos que nos han largado no es necesario comentario porque lo hemos visto y oído. Llamó la atención la ocurrente cursilería y atrevimiento de un parlamentario que no ha estudiado latín ni historia clásica que soltara un latinajo atribuido a un senador romano llamado Catón el Viejo: “delenda est Carthago”. Hubiera redondeado su intervención con alguna frase de Catón el Joven.
Para ser parlamentario se necesitan ciertas condiciones, Cicerón dijo algunas: “Patriotismo, valor cívico, ingenio agudo y rápido, serenidad de espíritu, dominio del lenguaje y un poco o mucho de talento de improvisación”. Hasta la fecha no hemos visto nada de esto en los parlamentarios españoles. Todos se ha limitado a largarnos sus rollos incoherentes, mal redactados y peor leídos. El gobierno como es costumbre, mintiendo y ocultando la triste y penosa realidad. Al parecer han hecho suya aquella sentencia del filósofo Kant que dijo que “al orador, al conferenciante, al incluso al predicador y al charlatán les era lícito mentir”. Y definió esta actividad como “el arte de engañar parlamentario político, por medio de una hermosa apariencia”.
Se comportan así porque juegan con la ignorancia y candidez del pueblo. A ver en qué político encaja esto que dijo Montaigne: “desde mi más tierna infancia se notaba en mí no sé qué parte del cuerpo y ademanes que delataban un tanto y vano orgullo”.
JOSÉ ANTONIO BUSTOS (14 – 4- 2023)
Buen análisis
Ayyyyyt, amigo Bustos, la referencia a Cicerón, con decoro y dignidad, en estos tiempos es absolutamente imposible…..lo vemos en cualquier sitio.
La educación se aprende en la casa, te la dan tus padres y la formación, en el colegio, interconectado con tus padres.
Pero desgraciadamente hay una franja …. el nulo respeto que los hijos tienen hacia los padres….!
Pedimos respeto a los profesores o a los vecinos?.
Es una pena, pero aún quedamos personas que también reflexionemos en su línea.
D. Jose Antonio, espero con avidez su próximo artículo.
Un saludo afectuoso.
Sr. Bustos: No se la cota de audiencia que tiene el medio en donde se publican sus artículos. Porque nuestro Pais tiene total y urgente necesidad de aprender con las clases magistrales que Ud. gratuitamente, nos está dando y no la continua intoxicación y vulgaridad que a diario recibimos de todos los medios informativos.
Un cordial saludo!