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Mirada al pasado: los Golfines

En la baja Edad Media; fruto de la conquista de Al-Ándalus y la posterior repoblación, concretamente en las dos principales fronteras, surgidas por la nueva situación política, ( entre los reinos de Granada y Portugal).Estos territorios contaron entre sus repobladores; con importantes grupos de procedencia militar. Entre sus funciones encomendadas estaban las de defensa del territorio conquistado, al mismo tiempo que la explotación del mismo. Pero para estos individuos; acostumbrados a guerrear y cometer terribles atrocidades, entre la población durante el tiempo que duro la conquista, no fue fácil su adaptación a la vida pacífica. Viendo una oportunidad de medrar; creando bandas o partidas de salteadores, (citados en las crónicas de los siglos XII al XVI, como Golfines).

   A lo largo de la historia y en diferentes regímenes políticos; tenemos multitud de ejemplos de gentes o grupos de dudosa reputación, que por su importancia económica alcanzada en la ilegalidad, terminan haciéndose hueco no solo en la sociedad, si no también en las elites de la misma.

   Con los «Golfines» es exactamente lo que ocurrió; un grupo de mercenarios, que lo único que sabían hacer era guerrear, (con lo que ello suponía en aquel tiempo).Expertos y familiarizados en el pillaje y saqueo allá por dónde pasaban.

   En el momento que su cometido militar finaliza; son encargados por la propia corona, del control de las zonas conquistadas, pero sin ningún control ni a nadie a quien rendir cuentas, lo que les permitió establecer un régimen sin ley, en especial en las fronteras con los citados reinos de Portugal y Granada.

   Durante el tiempo que duró esta situación; lograron hacer grandes fortunas fruto de sus saqueos entre ganaderos y el resto de la población. Estas fechorías se centraron principalmente entre los ganaderos extremeños y manchegos, especializándose en el mundo comercial de la lana, pero tampoco desdeñaron las cosechas de aceite y cereales entre otros.

   De esta situación algunos cabecillas; lograron pingües fortunas, lo que les permitió a más de uno cruzarse con familias de cierto realengo, lavando su pasado de perseguido por la justicia, hasta el punto de hacer préstamos a señores incluso a reyes, (un ejemplo es, los propios reyes católicos fueron huéspedes en sus palacios).

ESCUDO GOLFÍN

   Escudo Golfín

Antecedentes:

   El origen del apellido Golfín; parece ser que procede de Flandes y su raíz proveniente de «Holguín», derivando durante su paso por Francia, a «Delfín», con su arribada a Castilla toma definitivamente el nombre de «Golfín», adquiriendo las bandas soldadescas; el apelativo de «Golfines».

   Es bien sabido que una vez finalizados los conflictos bélicos; y si estos fueron largos en el tiempo, surgen actos vandálicos de gentes inadaptados a la nueva situación.

   Durante la Baja Edad Media; conquistadas amplias zonas del antiguo Al- Ándalus, estos soldados procedentes del norte y centro Europa, por lo tanto con un desarraigo con estas tierras. La corona de Castilla siglos XIII al XV, les otorga a modo de recompensa la custodia de dichos territorios y concretamente las líneas fronterizas con los reinos de Granada y Portugal. Durante el tiempo que duro esta situación; las poblaciones vivieron verdaderos actos de terror, saqueos violaciones de todo tipo, llegando incluso a la quema de poblados completos allá donde encontraban resistencia.

   El cometido encargado por la corona; era bien claro la defensa de las tierras conquistadas, cultivarlas y explotación ganadera. Pero no fueron capaces de adaptarse e integrarse como pacíficos pobladores.

   Fue aquí donde se dieron a conocer como bandas de bandoleros; conocidas como «las bandas de los golfines».

   Una vez producida la caída del Reino de Granada; en 1492, surgen en el panorama otras bandas de bandoleros, los «Monfíes», Mudéjares, y «Moriscos», pero esto será tema para otro capítulo.

   El periodo inicial de los golfines; tiene su comienzo tras la batalla de Las Navas de Tolosa años 1212 y hasta mediados del siglo XIV, en los territorios comprendidos al Sur de los Montes de Toledo, La Mancha, Extremadura y Sierra Morena,(territorios bajo el dominio de los golfines).

   En esta etapa gozaron con la protección de Alfonso VIII, que incapaz de ofrecer una seguridad y control por su cuenta de estos territorios, decide conceder la custodia a estas bandas, de malhechores con formación militar.

   Algunos investigadores como C. Bernaldo de Quirós, los describe como «hombres de armas inadaptados y rebeldes, característicos de unos modelos sociales agrestes, violentos y fronterizos. Auténticos malhechores feudales, liderados por hidalgos y caballeros más o menos acomodados».

   Estas bandas llegaron a suponer un grave problema; en la ruta entre Toledo y Granada . Hasta el punto que Alfonso XI (1312-1350), en las Cortes de Valladolid, tuvo que proponer la creación de hermandades policiales de carácter concejil, con el fin de hacer frente a semejante desorden.

La Guerra Medieval

La Guerra Medieval

   Territorios bajo su control:

   Las bandas de estos llamados golfines; no se presentaban como vulgares bandoleros, su condición social no siempre era de carácter marginal. Su situación de hombres de armas les otorgaba una profesionalidad en la delincuencia, con la que no contaban otros movimientos de la criminalidad, forzados a tal menester por su condición desfavorecida en la sociedad.

    Las áreas donde operaban estos grupos; eran muy amplias como ya decíamos con anterioridad, pero con principal incidencia en Extremadura, donde centraron con mayor arraigo su actividad. En este tiempo el comercio de la lana era una de las más lucrativas, en Castilla era la primera fuente de ingresos. Los golfines en la zona extremeña lograron ejercer un monopolio entorno a este negocio, primero a través del robo y más tarde como control de la ganadería ovina, que finalmente se hicieron dueños de grandes rebaños en propiedad, convirtiéndose en exportadores a ciudades como Flandes.

   Fruto de esta actividad es el patrimonio arquitectónico; castillos, palacios e incluso poblaciones enteras.

   A finales del siglo XV; en Andalucía dejaron de actuar, pasos naturales como Sierra Morena dejaron de sufrir su presión y control. Sin embargo no fue así en los Montes de Toledo, la Alta Extremadura y en gran parte de La Mancha.

   En la Cortes de Madrigal 1476; los reyes católicos inician una política de sometimiento y control de los golfines, mediante la creación de la Hermandad General, que se hacía responsable de la seguridad de los caminos, tomando el relevo de la vieja Hermandad, encargada del control del corredor manchego. De esta forma topónimos como el de la población manchega de Herencia, ubicada en los márgenes de la carretera de Madrid- Andalucía, debe su nombre a este periodo histórico, «La Herencia de la Vieja Hermandad».

   Estas hermandades  concejiles; estaban compuestas por cuadrilleros ó ballesteros, bajo el control de los diferentes Concejos con jurisdicción otorgada por la Corona.

   Este control oficial de los territorios; ejercio una presión sobre estas bandas, que terminaron por forzar su incorporación a la vida social, en cierto modo favorecidos por la benevolencia real, otorgando cartas de perdón, principalmente a todos aquellos golfines adinerados,(una vez más se hacía patente la sentencia del gran Francisco de Quevedo y Villegas «poderoso caballero, es Don dinero»).

   De bandidos a nobles:

   La historia una vez más; se repite con estos grupos de forajidos, el oro tiene la capacidad de dar brillo allá donde no lo hay. Al amparo de este movimiento; como decíamos se fraguaron grandes fortunas, en muchas ocasiones ejercieron de prestamistas de nobles, incluso de la realeza.

   Uno de los casos más relevantes es el de Alfón  Golfín; siendo Gómez Tello alcalde de la ciudad de Cáceres siglo XIII, dicho Alfón, capitán de golfines contrae matrimonio con María Gómez de Tello, hija del mencionado alcalde de la citada ciudad cacereña. Pasando a partir de ese momento a llamarse, Alfón Pérez de Golfín, y la casa palacio de Gómez Tello, pasa a llamarse Palacio de los Golfines de Abajo, iniciándose de esta forma uno de los linajes más relevantes de la nobleza cacereña.

   Por este palacio pasaron personajes tan relevantes como los mismos reyes católicos; Isabel y Fernando en su camino a Granada, tras la caída de dicho Reino.

   El salto al continente americano; muchos de estos golfines vieron la posibilidad de hacer fortuna en el nuevo mundo, trasladándose a tierras de ultramar, y en efecto allí labraron grandes fortunas, como fue el caso de los García- Holguín. En Cuba recalo don Pedro Holguín el cual estableció un sistema de comercio muy importante, entre Europa y el nuevo continente.

   Pero quizá el personaje más relevante de todo este movimiento; fue Carchena un individuo con rango de rey entre los suyos, personaje enigmático y contradictorio, con aspectos positivos pero otros no tanto. Sobre su persona hablaremos más adelante.

Palacio de los Golfines

Palacio de los Golfines

   Actores principales:

   Entre los personajes más relevantes; que participaron en todo este periodo tenemos que citar al mismo rey Alfonso VIII de Castilla.

   No entenderíamos este movimiento sin acercarnos al propio sistema de reclutamiento de la época. La formula era reclutar a mercenarios profesionales, al servicio de la Corona, año 1212 cuando comienza la guerra para la conquista de los territorios de Al-Ándalus.

   Durante el largo periodo que duro la actividad; de estas bandas de golfines, supuso una evolución que hizo que los intereses económicos de aquel tiempo llevara a cruzar incluso casas consideradas nobles con varios de estos individuos.

   En el siglo XIV los golfines alcanzaron tal poder; que incluso entre su organización contaron con un jefe con rango real, elegido entre las diferentes bandas. Este personaje como exponíamos con anterioridad fue «Carchena», personaje que llego a acumular tanto poder, que llego a ser un peligro para los reinados tanto de Sancho IV, como el de Fernando IV, teniendo que intervenir las Cortes de Castilla, con el fin de proteger los concejos y territorios de influencia de estas bandas. Estas bandas en la mayoría de los casos, eran verdaderos ejércitos, mejor dotados que los propios y mejor dotados que los de   la corona, contando con fortalezas, castillos, torres y el dominio total de villas.

   Entre las organizaciones más destacadas; para combatir el sometimiento de estas bandas de golfines, tenemos que mencionar las hermandades concejiles surgidas en la llamada «raya granadina». Hermandades cuyo principal cometido era la defensa y protección de la vida y los bienes de los comerciantes, ganaderos, agricultores y demás vecinos, frente a los delincuentes y salteadores.

   Entre dichas hermandades se encontraban; las de los municipios de Baeza y Santisteban del Puerto en 1319, y la que fundaron las poblaciones de Alcalá la Real y Priego en 1345.

   En este sistema de represión ante la delincuencia; la iglesia tomo parte no olvidemos que sus bienes también estaban en peligro, por esta razón los diferentes obispados afectados, crearon la célebre Hermandad Policial Eclesiástica, iniciativa de los obispos de Córdoba Juan Pérez de Saavedra y Juan de Morales obispo de Jaén, en el año 1336.

   Conclusiones:

   Como ya decíamos en un artículo anterior; dedicado al bandolerismo andaluz, en este caso se concentran peculiaridades de distinta índole. Así como las bandas de bandoleros en líneas generales, obedecen a desigualdades sociales de carácter económico. En este caso se trata de personas formadas para guerrear, que cuando dejan de tener «trabajo», centran su conocimiento y capacidades para saquear y actuar fuera de la ley. (esto es lo que fueron las bandas de golfines).

   La principal circunstancia a tener en cuenta; es el desarraigo de estas personas con el terreno donde desarrollan sus fechorías,( personas venidas del extranjero con un cometido muy especifico, como fue el de pasar a cuchillo a los habitantes que se fueron encontrando por todos los núcleos urbanos, que se ubicaban en lo conocido como Al-Ándalus).

   Durante los años que duro este periodo de la conquista; podemos decir que su carácter se fue endureciendo frente a las diferentes fechorías,(saqueos, quema de poblados, violaciones de todo tipo).

   Sobre los golfines podemos decir; que fue un fenómeno que intereso durante un tiempo a la corona, pero que tomo tales proporciones que, llego un momento que significo un serio peligro para la propia corona.

   Llegados a este punto; el reino se vio en la necesidad de hacer frente a este fenómeno, es por esto que en el siglo XIII, tras la batalla de Las Navas de Tolosa, se fundan las hermandades como las de Toledo, Talavera y Ciudad Real. Esto permitió establecer un orden, obligando a las bandas de golfines a retroceder en su actividad.

   Sobre las hermandades podemos decir;  que fueron los primeros grupos de carácter policial organizados. Su constitución estaba formada por gentes de toda condición social, colmeneros, cazadores, ballesteros, leñadores, pastores, agricultores, todos ellos muy conocedores del medio que se les encargaba proteger y por otro lado afectados por la actividad de los golfines.

   Esta presión hizo posible; la obligada integración en la vida social de los llamados golfines, con la ayuda de la corona muchos de ellos se hicieron hueco en la producción agro-ganadera, otros optaron por alistarse a ejércitos dada su experiencia, aquellos que no se adaptaron de forma voluntaria, se les brindo como salida, formar parte de expediciones al continente americano. De esta forma se cerraba una de las páginas más negras de España…

José María Escribano Muñoz

Hendaya- Francia

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