MIRADA AL PASADO – Leonor de Aquitania

Esta mujer que vivió entre los siglos XII y XIII, doble reina de Francia e Inglaterra, madre de tres reyes de Inglaterra. Fue una mujer muy adelantada a su tiempo, su alta preparación unida a su sensibilidad por las artes, hizo de ella una mujer muy culta considerada por sus investigadores como la primera mujer feminista de la historia, el mecenazgo de artistas y escritores, fue otro de sus valores añadidos.

El origen de las monarquías como sistema de gobierno, se remonta a tiempos antiguos, si bien su legitimidad es muy diversa centrándose en dos troncos principales, el primero fue de origen heroico y el segundo buscando la perpetuidad adquirió el sentido hereditario, siendo este lógicamente el que ha perdurado en el tiempo.

De la idea original sobre todo los reinos del norte de Europa, guardaron en su existencia el original carácter heroico – motivo de su función. Mientras que, por el contrario, en nuestro entorno, tenemos ejemplos de dejadez en manos de los validos esa tarea, única y principal de cualquier gobernante absoluto. Hoy afortunadamente, en las monarquías modernas son los parlamentos elegidos por los ciudadanos los que delegan con sus votos esta labor en sus representantes, quedando en países residuales esta forma de gobierno medieval y autoritario.

El ejemplo que hoy traemos, se trata de una figura que nació en el seno de una familia progresista para su tiempo, donde la formación e interés por la cultura y temas sociales no era lo común.

Leonor de Aquitania “Eleonor”, fue un vivo ejemplo de lo que es servir al pueblo, aportando sus conocimientos con el fin principal de mejorar la vida de sus ciudadanos. En cuanto a la leyenda negra que le acompaño durante su vida, aquí en España por desgracia sabemos bastante, uno de los ejemplos más relevantes es el de Juana I de Castilla, pasada a la historia con el injusto calificativo de “la loca”. (Y todo porque los poderes del momento, no admitían que una mujer tuviese una preparación superior a muchos hombres de su tiempo).

Durante siglos la mujer tuvo secuestrado el pensamiento, hoy en día a pesar de contar con leyes que reconocen la igualdad, seguimos teniendo voces que se levantan tratando de restar esa igualdad que nunca debieron perder, por eso sacar a la luz estos personajes es una obligación.

Antecedentes:

Leonor de Aquitania (Poitiers, 1122- Fontevrault, 1204), hija y heredera del último duque de Aquitania y de Poitou.

En su matrimonio con el rey Luis VII de Francia, aporto como dote Guyena, Gascuña y Pitou al monarca francés (1137).

El monarca francés, poco acostumbrado a la superior preparación en todos los campos de una mujer aunque esta fuese la suya, pronto empezaron las discrepancias, la participación en la Segunda Cruzada junto a su esposo, fue la gota que colmó el vaso de la concordia matrimonial. El rey era motivo de chanza por parte de sus colegas, visto como una falta de hombría no haber impedido que su mujer quedase en palacio, mientras el guerreaba como correspondía al rol de los hombres.

La iglesia tampoco veía con buenos ojos esta actitud impropia de una mujer, de esta forma conseguir la nulidad del matrimonio por parte de la iglesia en 1152, no fue difícil a pesar de que “lo que une Dios que no lo separe el hombre”.

Teniendo en cuenta la dificultad para una dama de su rango, hacer frente sola a toda su responsabilidad. Muy pronto se casó con el duque de Normandía y de Anjóu, Enrique Plantagenet, que pasado dos años se convertiría en Enrique II rey de Inglaterra. Con este matrimonio, los amplios dominios de Leonor pasaron a formar parte de la corona inglesa, conformando un extenso reino a ambos lados del Canal de La Mancha.

Esta situación desembocaría en la guerra conocida como de los cien años (1339-1453), una gran parte de la Francia occidental quedaba en manos de la corona inglesa.

Pero este segundo matrimonio tampoco fue un ejemplo de armonía y felicidad, muy pronto empezaron las infidelidades con otras mujeres llevadas por él incluso a la corte. Esta situación llevó a Leonor a retirarse a Poitiers, separándose y estableciendo su residencia en su lugar de nacimiento y sus dominios, compartiendo la vida familiar con sus hijos.

Desde este lugar se dice que organizó la revuelta junto a sus hijos contra Enrique II, rebelión que fracasó (1173) y que supuso el encarcelamiento de casi 16 años en Inglaterra.

Con la llegada de su hijo al trono de Inglaterra, Ricardo Corazón de León liberó del presidio a su madre por la que sentía un gran amor y una ferviente admiración, hasta el punto que en su participación en la Tercera Cruzada (1190-92) le otorgó el rango de reina regente durante su ausencia, también pudo ver como su segundo hijo conocido como Juan sin Tierra, alcanzó el trono de Inglaterra en 1199.

Leonor de Aquitania (F.Sandys,1858)

Leonor de Aquitania (F. Sandys, 1858)

Una mujer feminista:

Esta mujer, dueña del mayor territorio en Europa en el siglo XII, fue un símbolo que rompió moldes en su tiempo, hecho que le supuso grandes contratiempos en su vida teniendo que soportar quince largos años de prisión. Fue portadora de dos coronas, como reina de Francia e Inglaterra, la primera mujer en participar en un acto de guerra como fue la Segunda Cruzada.

Durante su larga periplo vital, hecho que le supuso ganarse el apelativo de abuela de Europa, tuvo una implicación por el mecenazgo ayudando a escritores y artistas, en política destacó como buena conocedora de los problemas de su tiempo, aconsejando a sus hijos durante su reinado en asuntos de estado, por su condición de gran viajera destacó por sus conocimientos del mundo en el desarrollo diplomático.

Su legado vital fue muy importante, madre de diez hijos de los cuales tres llegaron a ser reyes, la mayoría de las casas reales en la actualidad portan su sangre.

Mujer de una fuerte personalidad, primero no dudó en enfrentarse a la ineptitud de Luis VII, consiguiendo la anulación de su matrimonio. Pero una vez casada con Enrique II y convertida en reina de Inglaterra, tampoco dudó en presentar batalla, contra el despotismo y crueldad de su marido, retirándose a sus dominios en Poitiers junto a sus hijos, hasta que la operación que emprendió Enrique II y que supuso el encarcelamiento en la Torre de Londres.

De carácter culto, durante sus dos reinados aportó a las cortes su espíritu refinado de infancia, por las artes sabiendo rodearse de intelectuales de su tiempo, practicando el mecenazgo, siendo pionera en las cortes europeas dándole a la cultura un rango que hasta entonces no se consideraba.

Situándonos en este periodo del Medievo, considerar a Leonor una feminista al estilo de las del siglo XIX, puede que sea un tanto distorsionado de la realidad. Sin embargo, si tenemos en cuenta las limitaciones históricas a las que tuvo que hacer frente, no cabe duda que supo defender con uñas y dientes sus derechos que intentaron negarle, solo por el hecho de su condición de mujer, por esta razón no es nada extraño que la mayoría de los estudiosos de su biografía hablen de ella como de la primera feminista de la que se tiene noticias.

Agotada y enferma con ocho de sus diez hijos fallecidos, Leonor murió con 82 años un 31 de marzo de 1204, es muy significativa la efigie que cubre su tumba, la cual nos presenta a Leonor sosteniendo un libro en sus manos, referencia asumida por aquellos que le conocieron, sobre su amor por la literatura y el interés por el conocimiento. Virtudes que nunca le fueron perdonadas por un amplio número de sus contemporáneos, pero lo cierto es que, desde su condición de mujer, supo revolucionar la cultura de su tiempo y dejando claro que el papel de la mujer no podía quedar relegado solo a ser madre. Este espíritu sin duda fue heredado de su abuelo, Guillermo IX que le supo transmitir que la riqueza de las personas radica en su interés por la cultura, su lucha contra los poderosos, entre ellos el poder eclesiástico de aquel tiempo, benefactor de los poderosos e implacable con los débiles.

Ricardo Corazón de León

Ricardo Corazón de León

Sus dos coronas:

El palmarés histórico de estadistas y políticos, está plagado de barones. Sin embargo, la mayoría de ellos no reúnen las condiciones de muchas mujeres que sufren el ostracismo por el hecho de ser mujer, entre estas sin duda se encuentra Leonor de Aquitania. Esta mujer fue la mujer más poderosa de su tiempo, reina consorte de Francia e Inglaterra, duquesa de Aquitania por derecho propio, como regidora de la Casa de Poitiers, tuvo bajo su control todo el suroeste de Francia, siendo poseedora de una de las mayores fortunas de Europa occidental durante la Edad Media. Su labor política fue muy destacada, como estratega supo organizar y dirigir ejércitos, cosa bastante inusual para una mujer de su tiempo participando en la Segunda Cruzada.

Dotada de una gran belleza, hizo que fuese la princesa más deseada para ser la consorte de futuros reyes. Pero la amplia formación que la adornaba, fue sin duda un lastre insoportable para los barones de las casas reales, que en su mayoría carecían de un bagaje equiparable, como se demostró en sus dos matrimonios.

Su corto matrimonio con Luis VII, el rey se vio infinidad de veces ridiculizado por su entorno, dado que la que demostraba la capacidad de gestión era su mujer la reina, (esta fue la causa principal que le llevó a repudiarla, alegando que tenía una relación extramatrimonial con su tío). Una vez conseguida la anulación del matrimonio, se comprometió con el duque de Normandía, que más tarde se convertiría en rey de Inglaterra con el nombre de Enrique II (1154). Enrique tenía 11 años menos que Leonor, allá por el año 1166 el matrimonio entre Enrique y Leonor parecía naufragar, debido a las continuas infidelidades de Enrique, lo que le llevó a Leonor a retirarse con sus hijos, a sus dominios de Aquitania, su propio marido organizó una operación para capturarla en Poitiers (1173), acusándola de haber apoyado la revuelta de su hijo Enrique el joven contra la tiranía de su padre.

La conclusión de esta operación, vio cumplido el objetivo principal que era la captura de Leonor, encarcelándola y apartándola de la vida pública, permitiendo total libertad al rey para actuar a su antojo, sin la oposición intelectual de Leonor.

 Esta situación de privación de libertad, pudo ser superada gracias a su pasión por la lectura, y su vena de escritora creando maravillosos versos.

Juan sin Tierra

Juan sin Tierra

La leyenda negra:

Estamos ante uno de los personajes más fascinantes de la Edad Media, su poder y longeva vida le permitió nutrir una extraordinaria y rica biografía. La base de la leyenda negra, radica en las normas establecidas de su época y una desmedida envidia, entre los hechos que se le atribuyen en la creación de dicha leyenda encontramos este orquestado bulo, que parte de la acusación del envenenamiento de la amante del rey, Rosamund en 1176 acusación que no resiste veracidad alguna dado que en aquel tiempo Leonor permanecía en prisión, (como era habitual posiblemente el rey encontrase otra amante y necesitara de un chivo expiatorio, cargando la muerta, nunca mejor dicho, a la pobre Leonor).

Pero esta ya venía de atrás, su comportamiento rompedor nada acorde con su tiempo ejemplos aparte del anteriormente comentado, los tenemos desde los primeros años de vida pública, por ejemplo la solicitud de nulidad del matrimonio con Luis VII, lo que le supuso ganarse el enfrentamiento con la iglesia, tachándola de mujer libertina y lujuriosa.

Sin duda el principal motivo para achacarle esta leyenda negra, fue el de haber sido una mujer libre, dueña de sí misma sin ataduras patriarcales tanto por parte de sus maridos como de la iglesia del momento nada tolerante con estas formas de libertad.

En el año 1145 junto a su marido Luis VII, participan en la Segunda Cruzada, este hecho se produjo muy a pesar de que su marido no lo veía bien y menos la iglesia, que lo considero como una blasfemia, durante este viaje primero recalaron en Constantinopla y más tarde en Antioquia, fue precisamente aquí donde se produjo el encuentro con su tío Raimundo príncipe de Antioquia. Durante la estancia mantuvieron varios encuentros, aparte de los lazos familiares les unía la formación cultural de ambos, (estas reuniones dieron pábulo a sus enemigos para sembrar la duda sobre su honorabilidad).Luis VII su marido ante estas habladurías, lejos de apoyar a su mujer la obliga a partir de Antioquia a lo que ella se opone, Leonor dando muestras de su personalidad, decide que no había otro camino que la separación, que se produjo como no podía ser de otra forma en aquel tiempo, mediante el repudio del marido.

Leonor fue una mujer criada en libertad, en el seno de su familia con un ambiente cultural nada común, con el resto de las casas reales de aquellos tiempos. Podríamos decir sin lugar a dudas que fue una mujer de la Edad Media, educada con la mentalidad del siglo XXI. Su dilatada vida le permitió ver a su hijo convertido en rey, el reinado de su hijo Ricardo Corazón de León, que no solo restituyó el buen nombre de su madre, si no que supo servirse de los conocimientos de ella durante su reinado.

Tumba de Leonor de Aquitania

Tumba de Leonor de Aquitania y Enrique II

Conclusiones:

Leonor de Aquitania, afortunadamente hoy su persona está siendo revisada por diversos historiadores, que están poniendo blanco sobre negro, lo que fue una lucha heroica en favor de su condición como mujer.

Cuando el poder se ve desbordado por situaciones que lo cuestionan, emplea todos los recursos a su alcance para crear relatos, esto fue lo que ocurrió con Leonor, también entre nosotros con Juana y otras tantas más que permanecen ignoradas por su falta de relevancia mediática.

Un ejemplo claro del patriarcado, es cuando su hijo Ricardo llega al trono, esto sin duda fue un triunfo para ella, sin embargo, la historiografía no remarcó de forma interesada su protagonismo como asesora del nuevo rey, fruto del clima masculinizado que ha imperado a lo largo de los siglos.

No es arriesgado el titulo que muchos historiadores le otorgan, cuando dicen de ella que fue la primera feminista de la historia, sobre todo lo que esto representa en plena Edad Media.

Sin embargo, la sociedad guarda una deuda con esta mujer, el reconocimiento de su lucha por la igualdad, al igual que las sufragistas hoy se les reconoce su trabajo en favor y defensa por la igualdad, sin embargo, el caso de Leonor y otras que vivieron en tiempos más lejanos permanecen ignoradas.

La vida de Leonor transcurre en un periodo, en el cual los reyes vendían sus hijas para saldar pagos con países ganadores en contiendas, concertaban matrimonios al margen de ellas, ejemplos tenemos a centenares, el matrimonio de Luis XIV con María Teresa infanta de España, unos siglos más tarde es paradigmático de la perpetuidad de la injusticia social.

Autor: José María Escribano Muñoz

Hendaya-Francia

MRW

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