MIRADA AL PASADO – Julio Cesar, el pontífice

La figura de Julio Cesar, es el vivo ejemplo de cómo los humanos generan sus mitos incluso sus dioses, una persona divinizada con un poder absoluto, condición que le es atribuida a todo líder religioso. Pero en su favor tenemos que reconocer que fue magnánimo en su comportamiento, como dirigente político, supo practicar la indulgencia incluso con sus enemigos, precisamente la causa de su terrible final, fue el no haberlos eliminado, como así hicieron sus antecesores y otros que le sucedieron en el cargo. El ascenso de Julio Cesar, se produce cuando al frente de la legión XIII, cruzo el Rubicón, la noticio corrió como la pólvora, desencadenando un temor entre los senadores y sus familias, que emprendieron una huida hasta las poblaciones del sur de Italia, con el objetivo de poder escapar si fuese necesario del territorio romano. Este fue el inicio de la guerra civil que acabaría con la República, el primer gran asalto tuvo lugar en Roma, donde las tropas populares, no encontraron resistencia ya que el ejército de la coalición senatorial, con Pompeyo más preocupado de reunir las legiones que aún le quedaban a su cargo, concentrándolas en Capua. El plan era desde allí marchar a Bríndisi, en cuyo puerto se concentraban numerosas naves, procedentes de todos los puntos del Mediterráneo, para huir a Grecia. Cesar fue un hombre que supo ganarse a sus aliados, obteniendo de ellos una devoción ciega, gracias a su comportamiento de generosidad y justicia, teniendo grandes gestos de magnanimidad, un ejemplo es cuando venció a Dominio Ahenobarbo en Corfinium, este le pidió a Julio Cesar ser ejecutado, sin embargo Cesar se negó, otorgándole la libertad, de igual manera actuó en Ilerda, dejando en libertad a las tropas vencidas, sin obligarles como era costumbre a unirse a su ejército. Estas medidas sin duda, le crearon una aureola de respeto y admiración entre el pueblo, llegando incluso al cuerpo central de las legiones, las cuales le reconocieron como su guía espiritual. 

Antecedentes:

Caius Iulius Caesar su verdadero nombre en latín, nació un 11 de julio del año 100 a.c., en Roma y muere asesinado el 15 de marzo del año 44 a.c., ejerció como Emperador romano de octubre del año 49 a.c., hasta el día de su muerte en marzo del 44 a.c. Julio César inicia su gobierno, sucediendo a Lucio Cornelio Sila, como  dictador de la República Romana. Hijo de Cayo Julio César y Aurelia Cotta, dando lugar a la dinastía de Julio-Claudia, a su muerte le sucedió César Augusto como Emperador romano. Su relevancia y ascenso político, se debió a su prestigio como líder militar, acercándolo a la política en la era tardo-republicana. Nacido en el seno de una familia patricia, de escasos recursos económicos, sin embargo rodeado de parientes muy influyentes cercanos al poder político y religioso, su tío Cayo Mario, actor principal en su carrera política. En el año 48 a.c., con apenas 16 años, fue nombrado por el popular Cinna “flamen dialis”, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con el que tuvo varios enfrentamientos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Escapo de un intento de asesinato, a manos de unos sicarios mandados por el dictador Lucio Cornelio Sila, más tarde fue perdonado, gracias a la intervención de los parientes de su madre. Julio César inicio su carrera militar en Asia, combatiendo en Mitilene como “legatus” de Marco Minucio Termo. A la muerte de Sila en el año 78 a.c., vuelve a Roma, ejerciendo como abogado durante un tiempo. En el año 73 a.c., sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota en el cargo de pontífice, entrando en contacto con los cónsules Pompeyo y Craso cuya amistad seria determinante para lanzar su carrera política. En el año 70 a.c., Julio César sirvió como cuestor de Hispania y como edil cural en Roma, durante el desempeño de su cargo, aporto a Roma una serie de espectáculos antes no conocidos, lo que le reporto una fama de gestor y buen dinamizador entre el pueblo, que le serviría para crear en torno a él, una aureola de líder político indiscutible. En el año 63 a.c., es nombrado “praetor urbanus”, en este mismo año muere Quinto Cecilio Mételo Pío, Pontifex Maximus, cargo que más tarde ocuparía el propio César. También sirvió como protector en Hispania, liderando una corta campaña contra los Lusitanos año 59 a.c., como todo personaje público tuvo muchos apoyos pero también detractores.

El magnicidio de César

El político:

Su carrera política se inicia en los comicios del año 69 a.c., cuando fue elegido cuestor, como estaba establecido en el cursus honorum romano. En el sorteo siguiente le correspondió un cargo en la provincia romana de Hispania Ulterior, (territorio que comprendía lo que hoy es Portugal y una parte de la actual Andalucía. Precisamente fue en Gades, donde César conoció a Lucio Cornelio Balbo llamado “El Mayor”, el cual se convertiría en amigo y consejero del protector de la Hispania Ulterior año 61 a.c., precisamente Gades fue la base de la flota romana, que participo en la campaña de Lusitania, en la cual Balbo actuó como praefectus frabum, el equivalente a jefe de ingenieros, de la plana mayor de las legiones.

A su regreso a Roma César fue elegido edil Cural año 65 a.c., el primer cargo que desempeño en la capital romana fue el de cursus honorum, (el equivalente a presidente de una junta municipal). Entre sus atribuciones, se encontraban las de la planificación urbanística, el transporte y el comercio entre otras. Pero quizá lo más relevante de aquel mandato, sin duda fue la organización de los juegos en Circo Máximo, un acto capaz de arrastrar masas, aportándole una gran popularidad, de hecho el suceso tuvo tal repercusión, que tras la muerte de Quinto Cecilio Mételo Pío en el año 63 a.c., César sería elegido Pontifex Maximus, dicha elección aportaba a César autoridad y la máxima dignidad. Dicho cargo conllevaba, una casa dentro del Foro la Domus Pública, así como la presidencia del Colegio de Pontífices, era la primera autoridad en la vida religiosa de Roma. César contrae matrimonio con Pompeya, la  cual era la responsable de organizar los ritos de la Bona Dea, un acto destinado solo a mujeres, año 62 a.c., pero un joven con mala fama llamado, Publio Claudio Pulcro, se disfrazo de mujer con la intención de participar en la casa donde tenía lugar la fiesta, según parece con la intención de mantener relaciones con Pompeya. A consecuencia de este hecho, Pompeya a pesar de demostrarse su inocencia, recibió la orden de divorcio por parte de César. De este acto nace la famosa frase…” la mujer del César no sólo debe ser honrada, además debe parecerlo”. En el año 62 a.c., César es nombrado Pretor Urbano, el cargo más distinguido, ya que suponía el encargarse de los asuntos de los ciudadanos romanos.

El Templo de las Vírgenes

Estratega militar:

Su verdadera entrada en la carrera militar, se produce durante (La Guerra de las Galias). Tras la amenaza de los helvecios, queriéndose aproximar a la Galia Cisalpina, los helvecios tenían la intención de instalarse al norte de Aquitania. César inicio una operación de reclutamiento de tropas, iniciando las operaciones bélicas, años 58 a.c.-49 a.c., conquistando la llamada Galia Comata, (un territorio que hoy conocemos como, Francia, Holanda, Suiza y parte de Bélgica y Alemania). Durante este tiempo césar desarrollo varias incursiones sobre Germania, también cruzo en dos ocasiones el Canal de la Mancha, llegando a las Islas Británicas, incursiones realizadas con carácter estratégico y en ningún caso con interés colonizador. Entre sus victorias más destacadas, se cuenta la derrota de los helvecios en el año 58 a.c., la confederación belga y a los nervios en el año 57 a.c., a los vénetos en el año 56 a.c. Más tarde en el año 52 a.c., César venció a una confederación de tribus galas lideradas por el líder Vercingetorix en la batalla de alexia, de esta campaña tenemos las crónicas De Bello Gallico, en las cuales nos describe como la guerra finalizo con unas ochocientas poblaciones tomadas, entre las que se encontraba Avarico, una ciudad de la que contaba con 40.000 defensores de los que solo sobrevivieron 800, las tribus sometidas se aproximaban a las 300, un millón de galos fueron sometidos a la esclavitud y tres millones de muertos solo en el campo de batalla. Las cifras aquí expuestas oscilan según el autor que las describe, Plinio habla de 1.192.000 muertos y una cantidad similar de prisioneros, mientras que Veleyo Patérculo dice que los muertos fueron 400.000 y muchos más los que fueron tomados como prisioneros. Sin embargo la gran operación militar para César, seria la guerra civil, extendida por todo el territorio romano, el inicio de la misma tuvo lugar entre el 5 y el 14 de enero del año 49 a.c., coincidiendo con los poderes excepcionales recibidos por Pompeyo, lo que supuso que César diera la orden de que sus tropas cruzaran la frontera hacia el sur, con la legión XIII Gemina, avanzando hacia el río Rubicón, que hacia frontera en aquel momento entre la Galia e Italia, lo que obligo a Pompeyo a refugiarse en Grecia. Las batallas fueron numerosas, siendo imposible por espacio enumerar todas ellas, hemos intentado de hacer mención a las más relevantes.

Mosaico de una nave romana

Sus enemigos:

El poder absoluto de Julio César, le granjeo a partes iguales amigos y enemigos, pero fueron estos últimos los que idearon y planificaron su fin. Un grupo de senadores estaba entre los que idearon el magnicidio, sobre todo por los planes de César para limitar su poder. La noticia que se extendió por toda Roma, es la que el 15 de marzo en la próxima reunión del Senado, estaba prevista que el quindecenviro Lucio Aurelio Cotta, tío del dictador, quien tomaría la palabra para proponer, que le fuese otorgado el título de rey a su sobrino.

Esta situación provoco que la facción entre los que se encontraba Cayo Casio Longino, decidieron parar el plan del asesinato, se cree que Cayo Casio fue el urdidor del plan, y el que se dirigió al grupo de senadores, que participaban de su confianza. El plan consistía en salvar a la República, para tal puesto y ponerse al frente de todo, se pensó en la persona  de Marco Junio Bruto. El asesinato se pensó desde un principio, llevarlo a cabo en el Senado, puesto que la presencia de César había sido requerida por los senadores, los hechos sucedieron en marzo del año 44 a.c., hubo un intento de parar la operación, Marco Antonio, enterado del complot para asesinar a César, cuando  subía las escaleras antes de entrar en la cámara.

 Pero el grupo de conspiradores le condujeron a una habitación anexa, donde le fue entregada la petición, cuando César comenzó a leer, Tulio Cimber en un acto de provocación, le tiro de la túnica, a lo que César respondió, “que violencia es esta”, no olvidemos que en este momento la figura de César era de carácter sagrado, como Máximo Pontífice, esta acción era un acto sacrílego, por lo tanto intocable. En este punto Casca, sacando una daga , le asesto un corte en el cuello, el agredido intento de defenderse clavándole a su agresor el punzón de escritura en el brazo, mientras César le increpaba “ ¿ Qué haces, Casca villano?” ya que estaba prohibido portar armas dentro del  Senado. Casaca asustado salió gritando “¡Socorro hermanos!” a lo que respondieron lanzándose sobre César, incluido Marco Junio Bruto. (César sufrió 23 puñaladas, pero la mortal fue la que recibió en segundo lugar, la que atravesó su pecho. Se cree que de que los senadores participantes en el magnicidio, fueron unos  sesenta.

Templo de Julio César

Conclusiones:

La desgracia de Julio César fue actuar como un dios, un gobernante magnánimo en muchos momentos de su vida, pero que sin embargo en aquel tiempo el respeto se ganaba con la práctica del terror. Durante su gobierno supo indultar a sus enemigos, a los cuales los tribunales habían condenado a la máxima pena, siendo un hombre de leyes estas actuaciones tienen mayor sentido. Sus enemigos le acusaron de dictador, pero lo cierto es que no fue la verdadera causa de su asesinato, centrándose principalmente en el poder. En la Roma de aquel tiempo, las estirpes fueron determinantes a la hora de ocupar cargos relevantes. Cesar ante todo fue un líder religioso, el principal cargo que porto con mayor orgullo fue el de “Pontifex” pontífice en latín, título que fue asumido por los papas en la iglesia católica. Su formación académica le hizo sobresalir sobre sus antecesores y sucesores, fue un literato, historiador, dejándonos obras como De bello Gallico, en el cual se hace una serie de relatos sobre lo que fueron las diversas campañas de la Galia, otra de sus obras es la De bello cibili, donde nos cuenta una serie de relatos sobre la guerra civil. En estas obras se muestra como uno de los mejores escritores en lengua latina. De todas formas es seguro que la mayor parte de sus obras se perdieron, sin embargo muchos de los historiadores contemporáneos, utilizaron sus notas para conformar sus relatos históricos. Otra de sus especialidades fue la etnografía, a él le debemos buena parte de relatos que aun hoy son de obligada consulta, sobre todo sobre los pueblos celtas y germanos, en los cuales refleja datos importantes sobre la organización social, creencias, la lengua incluso sus estructuras militares. Su elevado sentido cultural, le llevo a interesarse por las lenguas, buen ejemplo de ellos es su tratado sobre lingüística, pero así mismo estuvo interesado por el resto de las ciencias, la filosofía fue otro de los relevantes ejemplos, su consulta y referente a los filósofos griegos, convirtiéndose un ferviente lector de ellos.

Augusto fue uno de sus grandes admiradores, poniendo en práctica muchas de sus ideas fueron sus referencias “cesarianas”, entre sus calificaciones no dudo en nominarlo el mejor gobernante que tuvo Roma.

José María Escribano Muñoz

Hendaya-Francia

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