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MIRADA AL PASADO Fray Bartolomé de las Casas

Nacido en Sevilla, este dominico se mostró como un hombre entregado en su fe, practicante al pie de la letra del mandato escrito, al mismo tiempo que fue contestatario con las decisiones injustas de los jerarcas católicos. Fue una persona muy inquieta y polifacética, mostrando interés por todo lo que le rodeaba y sobre todo marcado por un sentido humanista.

Fue uno de los grandes pensadores y escritores del siglo XVI, su vida académica se inicia en Salamanca, participaría de forma muy activa en la colonización castellana del continente recientemente descubierto, este fraile dominico, cronista oficial del reino, licenciado en teología, llegó a ser obispo de Chiapas (México).

Su sentido humanista de la vida, le hizo convertirse en el máximo defensor del pueblo indígena, víctima de la crueldad de gran parte de los colonizadores castellanos, que en la práctica eran unos verdaderos “busca fortunas”. Ante estos abusos cometidos contra el pueblo, no dudó en denunciar en la metrópoli las actuaciones inadecuadas de aquellos colonizadores, que habitualmente abusaban de los indios, no teniendo en cuenta los derechos humanos. Un ejemplo es como en 1514, tras haber participado en la conquista de Cuba con Nicolás de Ovando, puso en cuestión los derechos de los conquistadores y los encomenderos indianos, denunciando el genocidio llevado a cabo por las decisiones políticas, con el beneplácito de la Corona.

Como escritor nos dejó un amplio legado literario, destacando la denuncia, pero siempre desde un componente de rigor histórico, lo que hizo de su pluma uno de los mejores historiadores sobre la colonización. Su integridad ética y moral, ha sido la causa de la falta de reconocimiento como debiera, lo cierto es que el poder económico raras veces fue de la mano de la humanidad, la forja de numerosas fortunas fue fruto de la injusticia.

Compartiendo con el pueblo indigena

Compartiendo con el pueblo indígena

Antecedentes:

Fray Bartolomé de las Casas, nace en Sevilla en 1474 y muere en Madrid en 1566, en el monasterio de Atocha.

Su origen familiar procede de Francia, en 1248 cuando Fernando III conquista Sevilla, encuentra el apoyo del caballero francés perteneciente a la dinastía del conde de Limonges, cuyo nombre era Bartolomé de Casaux. Una vez conquistada la capital sevillana, Bartolomé se establece en ella castellanizando su apellido, (de Casaux por el de Casas, este fue el origen del apellido actual Casas).

Sus estudios primarios los realiza en Sevilla, posiblemente en el Colegio San Miguel. En 1490 se traslada a Salamanca, con el fin de estudiar derecho, licenciándose en derecho canónico y estatal, por la citada universidad de Salamanca.

Su primer contacto con la orden religiosa, se produce durante una visita al convento de San Esteban, para visitar a un familiar que residía como sacerdote y párroco en este convento, que precisamente también residía Cristóbal Colón, con el que tuvo contacto, despertando en él la ilusión de viajar hacia las Indias. Colón tenía buenas relaciones con la familia de las Casas, los vínculos familiares lo relacionan estrechamente con el primer viaje de Colón a las Indias, su tío paterno Juan de la Peña, participó en aquella primera expedición que partió del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492. De formación autodidacta en la gestión política, en 1512 parte para las Indias recalando en la isla La Española, hoy Santo Domingo, diez años más tarde del descubrimiento por Colón, se ordenó sacerdote y fue capellán en la expedición que conquistó Cuba en 1513. En un principio participa como un colono más, pero que a medida que presenciaba los abusos contra el pueblo, terminó revelándose ante tal injusticia, siendo el motivo principal su actitud, para la supresión de las encomiendas, centros en los cuales los indígenas estaban obligados a trabajar como esclavos, a cambio de recibir educación cristiana. Como religioso alcanzó el cargo de obispo de Chiapas, México. Durante este tiempo como buen pastor supo ganarse la confianza de los indios, comprobando que en su persona estaba el padre, protector y defensor de sus intereses.

Fray Bartolomé de las Casas

Fray Bartolomé de las Casas

Bartolomé el religioso:

Durante un viaje de regreso a Sevilla en 1506, Bartolomé de las Casas recibe las órdenes menores al sacerdocio. En 1507 emprende viaje a Roma donde es ordenado como presbítero, pero no fue hasta 1510, cuando tiene la oportunidad de cantar su primera misa, que tuvo lugar en Concepción de la Vega.

Es difícil separar su actividad como religioso, de la social y su lucha por la defensa de los desfavorecidos en América, dentro de esta actividad, se encuadra la entrevista que tuvo Fray Bartolomé con el mismísimo Carlos I de Castilla y V del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante la misma, Bartolomé le pidió al rey, el cual entre sus numerosos títulos que ostentaba, se hallaba el de “Rey Católico” desde 1517, justicia para con los nuevos españoles de las nuevas tierras conquistadas. El rey se mostró preocupado por la situación de los indígenas en América, escuchando con atención las demandas de las Casas.

Como consecuencia de esta entrevista el rey Carlos I, convoca con carácter de urgencia al Consejo de Indias a través de la Comisión de Valladolid, (también conocida como Junta de Valladolid). En esta reunión participaron los más relevantes teólogos y juristas de Europa en aquel momento, como resultado de los trabajos en dicha reunión, salieron “Las Nuevas Leyes” promulgadas el 20 de noviembre de 1542, las cuales prohibían la esclavitud de los indios, obligando que todos quedaran libres de encomenderos.

Antes de ser ordenado como obispo de Chiapas, se le ofrecieron otras diócesis, sin embargo, aceptó la de Chiapas en 1543, sobre todo por estar muy cerca de Tuzulutlán.

La consagración como obispo, tuvo lugar en el antiguo convento dominico de San Pablo, en Sevilla, actual iglesia de la Magdalena. Este acto tuvo ocasión el 30 de marzo, coincidiendo con el Domingo de Pasión de 1544.

Desde los primeros momentos en su cargo, le hizo identificarse tanto con el pueblo que él representaba, que ese mismo pueblo pronto le otorgó el titulo popular, de “Padrecito de los indios”.

Representación en lienzo

Representación en lienzo

Historiador:

Bartolomé de las Casas, persona polifacética donde las haya, sin duda para los historiadores ha dejado una herencia de gran valor, por su realismo en el relato, al margen de intereses tanto económicos, políticos y sin duda religiosos. Hoy cualquier estudioso que desee llevar a cabo un estudio sobre la América del siglo XVI, tiene la necesidad de recurrir a los trabajos de Bartolomé.

Historiador con un alto nivel de erudición, su crónica se entiende de forma clara, desde el punto de vista de cualquier historiador actual, facilitando a cualquier estudioso su labor de investigación. Entre sus trabajos más destacados, se encuentra “La Historia de las Indias”, obra que consta de tres partes, concentrada en tres tomos, que alcanza hasta el 1520. Esta obra Bartolomé la comenzó a escribir en 1552, cuando contaba con 78 años, y la concluyó en 1561, cinco años antes de su muerte. En esta obra como el propio autor afirma en su prólogo, comenzó a escribirla en 1527, pero como él también indica, se trata de una partida de cero, ya que es una revisión de notas acumuladas a lo largo de su dilatada vida. Notas que como el propio autor dice, “fui tomando sobre lo que veía y oía”, afortunado conocedor de los principales personajes, con los cuales compartió amistad, incluso miembros de su familia, protagonistas de primer orden en la operación americana, entre los que se encontraba el propio Cristóbal Colón y de su hermano Bartolomé. Entre sus fuentes recurridas, se encuentra “Historia Portuguesa de Juan de Barros”.

La obra de Bartolomé se puede consultar en las principales bibliotecas, tales como: Biblioteca de la Historia, en la que se conservan los originales de los tres tomos, con anotaciones al margen de puño y letra del autor. En la Biblioteca Nacional, también se encuentran los tres tomos de esta joya histórica, (editada en letra moderna 1834). Pero también en otras notables, como la Biblioteca Particular de S.M., Biblioteca de Autores Españoles y Biblioteca Provincial de Cádiz. La metodología empleada, se puede afirmar que estableció las bases para la historiografía moderna y actual, utilizando como base a los clásicos greco-latinos, los apoyos en las normas teológicas son normales si tenemos en cuenta que estamos en el siglo XVI, y que se trata de un religioso íntegro en sus creencias.

La destrucción de las indias

La destrucción de las indias

Defensor de los indios:

Desde sus inicios como religioso, su identificación con los valores del humanismo, fueron una constante durante toda su vida, no dudando en enfrentarse a los poderosos, él siempre decía “son más fuertes los buenos principios, que la fuerza del poder”, y así fue su deambular vital, lo que le llevó a no pocos disgustos, incluso su relativa condena al ostracismo, culpándole incluso de ser el artífice de “La Leyenda Negra”. La verdad es que para lo bueno estamos siempre dispuestos, pero analizar aquellas cosas de las que no podemos estar orgullosos, es más difícil, optando por echar tierra y pensar que no ocurrió o incluso relativizando la gravedad de los hechos.

Bartolomé, cuando llega a América, lo hace como un colono más, incluso formó parte del grupo de terratenientes castellanos, dueño de una encomienda, pronto reconoció que aquellas prácticas no eran coincidentes con el evangelio que él había aceptado como norma de vida. No fue nada fácil la decisión de renuncia a la encomienda, suponiéndole un enfrentamiento con los que le consideraban uno de ellos. Testigo de horribles crueldades con los indios, no dudó en enfrentarse primero con las autoridades coloniales y más tarde con las élites de la metrópoli, incluidas las autoridades eclesiásticas, muy ligadas a los beneficios que recibían de los famosos indianos.

Entre los logros jurídicos, se encuentra que los indios fueran considerados como personas, hombres, mujeres, niños y niñas, en igualdad, (hasta entonces habían gozado de menor consideración que un caballo). En la Castilla del siglo XVI, las injusticias sociales para con la población más desfavorecida, estaban casi normalizadas, pero cuando presencia las explotaciones y atropellos contra la población aborigen, que, por cualquier actuación en desacuerdo con el señor o los capataces, podía ser sometida a mutilación, incluso a la propia muerte. Este fue el argumento principal que inspiró su obra literaria, la denuncia consciente que esto debía quedar plasmado para no repetir tal atrocidad, y en parte su objetivo se vio cumplido, logrando alcanzar las conciencias de muchos, pero principalmente de la monarquía.

Cuando a menudo asistimos a declaraciones sobre nuestro pasado colonizador, aconsejaría que antes de pronunciarse se acercaran a la obra de Fray Bartolomé de las Casas.

Presencia en la escuela

Presencia en la escuela

Conclusiones:

Los imperios en el pasado y también en el presente, siempre tuvieron los mismos objetivos, hacerse con los recursos de los que dichas potencias carecían, metales y piedras preciosas, maderas, mano de obra en régimen de esclavitud. Hoy vemos que también se continúa con intervenciones, con las mismas intenciones, minería, gas, petróleo y todo lo que pueda suponer un beneficio para el ocupante.

Frecuentemente asistimos a versiones interesadas, resaltando lo bueno y pasando de puntillas por lo negativo. Desgraciadamente, la historia se encuentra plagada de atropellos e injusticias, cometidas contra las poblaciones autóctonas, se comenta con cierto orgullo en amplios sectores, la colonización romana en nuestra península, pero no se habla del espolio minero hasta el agotamiento que supuso esta colonización. Resulta jocoso ver cómo se habla de los visigodos, cómo del inicio de la monarquía española, fueron extranjeros en busca de tierras más productivas de las que dejaron atrás. Pero lo peor es cuando se habla de España como concepto, y hablan de miles de años cuando la realidad es que estamos ante un fenómeno relativamente reciente.

En definitiva, hoy cuando parece que la historia sea un anacronismo, lo que se demuestra una y otra vez, cuando asistimos a ciertas declaraciones de gobernantes, que como mínimo deberían conocer la historia de su pueblo, en primer lugar, despierta risa, pero si se reflexiona nos inunda la pena, al comprobar cómo estamos rodeados por tanta ignorancia.

Bartolomé fue un adelantado de su tiempo en numerosos aspectos, el principal sin duda en la divulgación con el ejemplo, de los valores humanos, el amor a los semejantes, practicando que no existen personas diferentes, por su condición de raza, nivel económico, o cualquier otro motivo. Como él decía dentro de sus más firmes creencias, “todos somos iguales” lema que en su pacífica lucha esgrimió allá por donde transitó…

José María Escribano Muñoz

Hendaya-Francia

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