Michelangelo Merisi da Caravaggio

Seguro que han oído ustedes hablar de Caravaggio, ese artista “zumabado”, agresivo, que pasó su vida huyendo de la justicia, que pintaba Inmaculadas con el rostro de prostitutas muertas ahogas en el río. ¿Les suena? Claro que si, siempre recordamos muy bien a quien es diferente entre nosotros, y si encima se comporta como un “loco”, ¿pues mejor verdad? Insultar sin saber, y reírnos sin conocer se nos da genial. Eso sí, a ver quien es capaz de imitarle en su obras de arte.

            ¿Y si lo locos somos nosotros? ¿Por que no podemos dejar de mirar las pinturas de Caravaggio?

Dicen que su estudio estaba lleno de cadáveres, cierto.

Dicen que le gustaba mucho la juerga, cierto.

Dicen que frecuentaba burdeles, cierto.

Dicen que era agresivo, cierto…

            Ahora bien, vamos a ponernos en la piel de un niño de cinco años de edad, posiblemente y seguramente un niño altamente sensible y emocional a todo lo que le rodea. Que se percata de todo lo que fluye a su alrededor, que puede y es capaz de sentir el dolor ajeno, el sufrimiento, la injusticia… sumémosle a ésto que quedó huérfano de padre a los cinco años a causa de la peste. Sobreviviendo como podían con los ingresos que la madre traía a casa para sus cinco hijos.

            Tuvo suerte en algo,¡nació artista!. Por ello padeció la suerte y la desgracia de todos los artistas. Su Don, su virtud, lo que le llevó a los grandes salones palaciegos también le llevaron a las cárceles más mugrientas. Su valor, el que le llevó a crear obras de arte únicas e inigualables hasta hoy, admiradas y cambió todo el estilismo de la pintura hasta el momento, también le llevó a su muerte. Asesinó a un hombre en una trifulca, cayó en depresión y murió enfermo entre la miseria.

            Caravaggio nos presenta tres autorretratos en su obra, que claramente son el reflejo de toda su vida: El primero; un joven pálido consumido por la malaria, blanquecino, delgado, enfermo, el segundo; un hombre de treinta años presenciando un asesinato, asombrado del horror de la escena del momento, y el tercero; representado como un gigante al que le cortan la cabeza.

            Caravaggio mató, pero no era un asesino. No era un loco, solo una persona que vio la realidad humana entre las calles de Roma. Conoció la otra cara de al moneda. Descubrió que la verdad de la vida no estaba en los salones de palacio y que las mujeres más inteligentes y que podían dar mejor conversación no estaban en dichos salones, sino en los burdeles mas oscuros de la ciudad de Roma. Que la amistad estaba tras una copa de vino, no tras un estrechamiento de manos en una recepción. Que el dolor existía y él no era ajeno en absoluto. Y quiso dejarlo inmortal.

Caravaggio pintó la realidad humana, su técnica era perfecta, pues tuvo y aprendió de los mejores maestros Italianos. Eso sumado a su intensa pasión por la vida cotidiana, por la realidad, por las miserias de las gentes, por la crueldad, por la injusticia, la desigualdad social, la miseria, el sufrimiento…. hicieron unas obras de arte que aún a día de hoy siguen asombrando y siguen siendo un misterio para el ojo humano.           

            No hay en ningún cuadro del mundo (a mi parecer), una mejor decapitación representada que las de Caravaggiono. No existe una Salomé más expresiva en este mundo que la que él pintó. No hay un Dios Baco mas real que él que no regaló.

Pero es que además, Caravaggion no te presenta una obra para que la contemples.

            Él te hace cómplice de lo que estás presenciando. Por eso te enganchas, porque te puede el morbo. Porque la mal llamada “locura” es adictiva. Porque es más real que la realidad.

            Caravaggio no estaba loco. Caravaggio sentía dolor por todo lo que le rodeaba, le afectada inmensamente cualquier cambio y tuvo muchos por desgracia. Era altamente sensible a las emociones.

Rompió muchos estereotipos, rompió muchas normas, escandalizaba a todo el mundo. Pero ¿que curioso no? Apareció muerto en en una playa y posteriormente su obra fue valorizada, creó tendencia, se reconoció que su obra pese a ser muy pequeña, era de una belleza especial, única, inigualable. Pero él no interesaba, solo su obra, para poder seguir haciendo “caja” en este maldito mundo tan pesetero, falso, embustero y envidioso. Él era capaz de hacerle sombra al sol, y por aquellos entonces, había muchos soles que querían alumbrar grandes salones.

Y esto es lo que suele pasar con los Artistas que lo son de verdad, los que no pertenecen al rebaño de este mundo. Que les termina pudiendo la vida, que se consumen en la realidad, que se les pide la razón cuando son puro sentimiento, que no entienden otro lenguaje que el sentir y el expresar con el arte.

CARAVAGGIO

Ni una sola carta de tu puño y letra

ni una sola escuela a quien dejar directamente tu esencia,

nadie que fuese discípulo tuyo durante tu vida

pero todos miraron, observaron, envidiaron, criticaron,

simularon, copiaron y odiaron las maravillosas obras que producías.

¿Que te ocurrió Michelangelo?

¿Que te ocurrió con los Marqueses de Caravaggio?

¿Que ocurrió en ese taller

durante esos largos cuatro años?

Carlos Borromeo el creador de la Contrareforma,

te entregó las bases morales, para crear siempre

con la espiritualidad y sinceridad que te honra,

no eres hombre de estudio, pero de sensibilidad toda.

La humildad siempre reflejada

en la calle de las siete obras de la Misericordia,

El decoro perdido en tus cuadros y en la Capilla Cantarelli,

y aún así, el mejor martirio de San Mateo

¡Miraldo! ¡Allí lo tenéis!

Con Baco enfermo de malaria

pediste ayuda tras tus lienzos,

después con los bodegones

los mensajes de socorro le siguieron,

pero nadie te miraba

más allá de que eras un loco, un pervertido

y un mujeriego, una maraña de la sociedad,

que tenía una gracia divina

envidiada y no entendida por los artistas,

según ellos, “ los de verdad”

Un mujer cualquiera fallecida,

fue tu mejor musa,

su vida dudosa y pecadora no fue perdonada

para los ojos de quienes la contemplaban,

y verla vestida de Virgen impoluta,

fue una ofensa profunda

a Dios y a la Iglesia y eso Caravaggio,

no se perdonaba.

No había fondo en tus cuadros,

como tampoco escondías nada de tí,

solo mostrabas lo verdaderamente importante,

solo decías lo que había que decir.

Sus miradas son suficientemente expresivas

como para agotar al espectador,

no necesitaste de paisajes ni monumentos

para agotar al señorío embaucador.

Cuantas cabezas soñaste cortar

cuantas has recreado hacerlo,

no se te juzga por pensar en ello

sino por recrearlo tan verdadero.

Amigos como Baglione y Belleri,

fueron quienes manejaban tu mal entre amistades,

por su envidia y avaricia,

tu historia conocerla, ha costado mares.

Solo plasmaste, Caravaggio,

lo que tu corazón te pedía a gritos,

y si de la calle a alguien debías vestir de Santo,

Dios sabe que se hizo.

Ese era tu único lema;

acercamiento a los desprotegidos

vuelta a lo sencillo y a la pobreza.

Reflejado en la suciedad

de las plantas de los pies de tus santos,

eso tan bien lo dejas claro

Menos oro y más sucios los pies,

menos corpulencia y más curvada la esencia.

¡Representante convencido de la Contrareforma!

¡Libre pensador cercano a la herejía!

Estas fueron las definiciones que vertieron sobre tí;

Ferdinando Balogna y Mauricio Calvesí.

Tres peleas en la calle,

un destierro y un despojo,

ni la orden de malta supo, Caravaggio,

entender el por qué de tanto enojo.

Tu único pecado en el mundo,

no fue solo el asesinato,

fue trabajar por intuición, con empeño

sensibilidad y pasión, cada retrato.

Roma, Nápoles, Malta, Siracusa,

Messina, Palermo y de vuelta a Nápoles.

un tardío indulto de Roma,

que ya te llegó, pero llegaron antes los males.

En extrañas circusntancias

de una forma inesperada,

como al gran Allan Poe

encontraron tu cuerpo solo,

junto a la playa.

Todos tus cuadros fueron

una premonición de tu muerte,

y toda tu vida una preparación

para tan triste la despedida.

Ahora mirando la rabia de tu Salomé,

la compadecencia de David a Goliat,

a cupido dormido,

o a medusa gritar…

Ahora que somos un poquito 

mas libres para entender,

por fin se te tacha de genio,

aunque solo sea en petite comité,

Los errores de tu vida

que Dios te los perdone,

la humanidad te ha perdonado Caravaggio,

y te perdona cada vez que contempla tus cuadros.

Ana Calvo

2 thoughts on “Michelangelo Merisi da Caravaggio

    1. Muchísimas gracias! me alegra que lo hayas sabido ver. Que detrás de una mala fama siempre hay un dolor inmenso en los artistas. Gracias por leer.

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