ME CREASTE, TUYA SOY
En “Me creaste, tuya soy”, María Jesús López Palomar eleva una plegaria poética al Creador, donde la fe y la fragilidad humana se funden en un canto de entrega y esperanza. Un poema íntimo que busca la luz divina en medio de la fugacidad terrenal.

Si alguna vez me alejara
en mi torpe caminar
Iría como alma en pena
vagando en la oscuridad.
Mi alma se secaría
rastrojo en un secarral
como cántaro vacío
sin agua que refrescar.
No me dejes que atraviese
el desierto en soledad
No me dejes que me pierdo
distraída en lo banal.
Dame alas que me eleven
de esta vida terrenal
dame una estrella que guíe
mi efímera vida mortal.
Quiero que cojas mis manos
que no las pueda soltar
caminar a paso lento
sin tropiezos, sin errar.
Esta vida me estremece
me duele su vacuidad
parece larga y eterna
pero es tan corta y fugaz.
Hoy es el día que tengo
mañana nadie sabrá
todo lo tengo prestado
con principio y con final.
Porque el día ni la hora
ni el más sabio conoció
solo Dios de los cielos
que todo lo contempló.
Pequeña ante ti me siento
que eres la inmensidad
aquí lo grande es pequeño
solo un suspiro fugaz.
Y por pequeño que sea
en mi paso quiero dejar
el regalo que me hiciste.
Y con versos expresar
Lo que siento con el alma
y me calma la ansiedad
que mi destino es contigo
aquí y en el más allá.


Maravilloso poema, como todos los que escribe.