MARI LUZ ESCRIBANO PUEO: UNA VOZ VIVA

Todo el mundo conoce que
heredé de mi padre una bandera
(Mari Luz Escribano)
Mari Luz Escribano Pueo (Granada, 1935- 2019) poetisa, ensayista y narradora, hija de Agustín Escribano, catedrático de Geografía y director de la Escuela Normal de Maestros de Granada; pasó su niñez y juventud en Granada donde estudió el Bachiller y la carrera de Magisterio y más tarde, en 1958, se licenció en Filosofía y Letras, obteniendo Premio Extraordinario en Historia. Como también era amante de la música estudió piano y violín. Fue profesora en el instituto Ángel Ganivet y en el Padre Suárez. Después se fue a EE.UU. donde impartió clases en el Antioch College de la Universidad de Ohio. En 1970, de vuelta a Granada, y tras un paro por maternidad, comenzó las clases en la Escuela Normal de niñas – tenía gran vocación por la enseñanza, (“para formar maestros”, decía)
Fue Doctora en Filosofía y Letras y Catedrática de Literatura Española por la Universidad de Granada. Durante todos estos años fue una luchadora convencida, batalladora, de carácter amable y, a la vez poseía, gran sentido común. Sus fructíferos diálogos, aunque pudieran ser críticos, siempre fueron escuchados y respetuosos. En todo momento demostró un gran interés por dar una formación humanística y cultural, rompiendo cuantas lanzas fuera necesario y luchando contra corriente, salvando todos los obstáculos para conseguir sus objetivos.
También tuvo tiempo para la poesía. Pertenecía por edad a la promoción literaria del 60. La lectura era una de sus grandes pasiones, pero también la escritura. Tanto su literatura como su poesía están impregnadas de un cálido lirismo. Una sensible poetisa que trata de “salvar su vida”, -como ella decía- con las motivaciones eternas de una persona profunda, pensando en el amor o en el dolor, viviendo paisajes o reviviendo nostalgias. Publicó: “Sonetos del Alba”, “Desde un mar de silencio”, “Canciones de la Tarde”, “Diálogos de Granada” en colaboración con Tadea Fuentes. También escribió “Papeles del Diario de Dª Isabel Muley” en (1996). Editó las revistas literarias “Extramuros” y dirigió “Entre Ríos”, Revista de Artes y Letras desde su fundación en 2005 hasta su muerte. En los últimos años, su obra poética se destacó con poemarios, como “Umbrales de Otoño”, con el que obtuvo el Premio de Andalucía de la Crítica, o El corazón de la gacela, con críticas muy positivas: “Una de las voces líricas de mayor calado y profundidad dentro del panorama de las letras andaluzas y españolas”. En 2015 obtuvo la Medalla de Oro al Mérito de la Ciudad de Granada. En 2018 recibió la Bandera de Andalucía y en 2019 la Asociación de Escritores de España le otorgó el X Premio de la Letras Andaluzas “Elio Antonio de Nebrija”, entre otros.
La profesora Remedios Sánchez ha reunido su poesía en la colección Letras Hispánicas.
Junto con un gran equipo de investigación, recogió prácticamente toda la tradición oral de la provincia de Granada, trabajo que le llevó bastantes años, y que después publicó la Universidad en seis volúmenes: el Cancionero, el Romancero, el Adivinancero, el Folclore y los Juegos Infantiles, etc. También hizo biografías como la de Nicolás María López Antón del Sauce.
Fue una gran defensora de la mujer, pertenecía a la Asociación de Mujeres Universitarias y creó la asociación: “Mujeres por Granada”. En el parque García Lorca podemos contemplar un busto con la fecha de su muerte.
En definitiva, MARI LUZ ESCRIBANO fue una mujer adelantada a su tiempo, en el que pudo ejercer de madre, docente, escritora y poetisa, y, sobre todo dedicarse con gran vocación a la “FORMACIÓN de MAESTROS”.

“LA ESCUELA QUE HEREDÓ DE SUS PADRES”
La vocación docente de Mari Luz no era gratuita, la heredó de sus padres. Su madre, Luisa Pueo Costa, nacida en Huesca en 1902. Huérfana a muy temprana edad, se educó con su tío, el ilustre regeneracionista Joaquín Costa en la Escuela Superior de Madrid. Vino a Granada como Profesora Numeraria de la Normal de Maestras en 1935. Durante la guerra civil se fue a Palencia y al terminar, volvió otra vez a Granada en 1940 a tomar posesión en el mismo centro. Especializada en Historia y Geografía, impartió, sin embargo, varias asignaturas, sobre todo en los años cuarenta, para paliar la escasez de profesorado. Tuvo que luchar mucho para que la Escuela Normal “de Magisterio” granadina no desapareciera. También fue la gran impulsora para que se creara en Granada la RESIDENCIA DE SEÑORITAS DE ESTUDIANTES, conocida como “NIÑAS NOBLES”, de la que fue secretaria y, durante algún tiempo directora. Se jubiló en 1967. Murió en 1988.
Las dos, madre e hija siempre estuvieron unidas a Granada que llevaron en su corazón y en su alma. Y hay que reconocerles el encomiable legado literario y social del que podemos disfrutar en la ciudad de Granada.

Interesante historia
Ha habido muchas mujeres muy impresionantes siempre en nuestra Historia
Gracias por descubrirnos a muchas de ellas