Maquillaje insuficiente – A TODA COSTA

Un coche rojo se abalanzó sobre ella para atropellarla, lo esquivó como pudo, su bolso cayó al suelo y las ruedas pasaron por encima.

Visiblemente nerviosa lo recogió y entró en un bar próximo, cuyo letrero parpadeante iluminaba a ráfagas la oscura calle, a esas horas.

Sentada en la barra, sacó su polvera del aplastado bolso y se miró en el pequeño espejo roto.

Buscó el pintalabios y solo halló una pringosa pasta roja en el fondo, sus dedos quedaron untados de carmín, los limpió con una servilleta del bar. La cajetilla de cigarrillos prensada, el frasco de perfume en mil pedazos esparcía una intensa fragancia a violeta.

Acababa de salvar la vida, que como todo lo que ahora contenía el bolso, hace tiempo se rompió, al tener que dedicarse a la prostitución para pagarse el ‘polvo blanco’.

El corazón le latía acelerado, se arregló y peinó la rubia peluca, con los dedos de largas y esmaltadas uñas. Haciendo un guiño pícaro, le pidió tabaco a un joven de aspecto corpulento que entró, apresurado, en ese momento.

Este, sin mediar palabra, la agarró del brazo con ademán brusco, sacándole del local.

Sobre el mostrador quedó abandonado el bolso. Al rato, el camarero preguntó de quién era y como nadie respondía, se lo llevó a la trastienda, dejándolo sobre un montón de cajas llenas de botellas vacías, para que se disipara el penetrante aroma.

Al día siguiente, en la crónica de sucesos, de un insignificante periódico, aparecía un no menos insignificante espacio que decía:

 “Sobre las tres de la madrugada, en el barrio antiguo, se halló muerto de un certero navajazo en el pecho, junto a unos contenedores de basura, a Carlos García, próximo a él se encontró una peluca rubia, con manchas de sangre”.

Francisco Ponce Carrasco

I CERTAMEN DE ARTÍCULOS Y POESÍA PERIÓDICO DIGITAL GRANADA COSTA

Cada tres meses se entregarán dos premios: uno concedido en la vertiente de textos y otro para los poemas

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