Libro recomendado “Homenaje a María Dolores Alabarces Villa”

Podrá leer el libro entero a través de este enlace “Homenaje a María Dolores Alabarces Villa”

 

EL SUAVE PERFUME DE LAS FLORES

 

Hablar de cualquier persona siempre es harto difícil, porque realmente nadie sabe lo que debe decir. ¿Halagos? Te puedes pasar al describirlos, ya que pueden ser interpretados por otras personas como un desmesurado afán de quedar bien. Es decir, puede quedar en algo vano. Por lo que romperás la armonía de esa relación e, incluso, la misma persona a la que van dirigidos puede pensar que se hace con una intención de favoritismo para un futuro cercano. Pero, si solamente deseas dejar plasmado en el recuerdo unas palabras para quedar bien, resultará que no estás haciendo nada en favor de esa persona de la que has de hablar. La sinceridad debe prevalecer siempre sobre la obligación y se ha de decir en todo momento la verdad. Los halagos son solamente la floración de la flor cuyo perfume y belleza dura un día y que al anochecer se marchita, y aquellos que la vieron en todo su esplendor la olvidarán de inmediato.

               Dicho esto, hoy debemos hablar de una mujer a la cual le tengo un gran cariño, por su cercanía, pues ambos nacimos en el mismo pueblo, Ítrabo, nos calentó el mismo sol en nuestra niñez e infancia, bebimos de las mismas fuentes cristalinas, anduvimos por las mismas calles empedradas, sentimos sobre nuestros cuerpos débiles los mismos aires, paladeamos los dulzores de las frutas de nuestra tierra y sentíamos –sentimos– la misma adoración fulgente hacia nuestra patrona, la Virgen de la Salud.

Boton maria dolores alabarces

              María Dolores Alabarces Villa es una mujer polifacética, escribe cuentos, poesía, pinta y hace manualidades creativas, y todo ello lo realiza con amor y entrega. Por lo que aún me une más a esta maravillosa mujer, fuerte y entregada: el amor por la creación literaria y las artes. María Dolores es una mujer valiente que sabe luchar contra cualquier inconveniente que la vida le depara. Con un espíritu grandioso, es portadora de una infinita sensibilidad, que me sorprende, la cual ejecuta en sus manualidades, sobre todo en la creación de sus muñecos de trapos, a los que les da vida, reflejándose en sus caras dormidas. Quizás en esos muñecos quiere plasmar su amor de madre, su ternura y amparo. María Dolores Alabarces Villa es también una exquisita poeta, cuyos versos salen de su corazón a chorros vivificadores (como la fuente de la Carmeta de nuestro pueblo) y a impulso y los envía como pétalos de flores a quien quiera leerlos. María Dolores es una bella mujer, no solamente por su físico, sino por su alma, que es lo más importante. Educada y a veces temperamental, pero con sentimientos innegables de colaboración hacia todo lo que tiene sentido en la vida. Pintora impaciente, volcán candente, lava que se precipita hacia paisajes suntuosos de colores imperecederos, como los lirios que escenifica en sus cuadros, a los que solamente les falta que expanda su perfume, aquel que aún recuerda de cuando era niña y que percibía en los diminutos jardines de los balcones de nuestro pueblo. Su exquisita sensibilidad llega a crear historias fantásticas; sus cuentos, inconscientemente, son reflejos, si no de su vida, sí de su entorno, recreándose en ellos y siendo en la mayoría de las narraciones ella misma protagonista y narradora.

              Con este libro que se le tributa a María Dolores Alabarces Villa, propiciado y editado por el periódico Granada costa y bajo la supervisión de su director, D. José Segura Haro, se le brinda un homenaje merecidísimo, en el que participan muchas personas que quieren testimoniarle su amistad, cariño y admiración. Enhorabuena, querida amiga, y que sigas creando para regocijo y admiración de tus muchos lectores y amigos.

 

Marcelino Arellano Alabarces

Director adjunto del periódico Granada Costa en Baleares.

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