Libro recomendado «En medio de la Selva» de Carlos Benítez Villodres
Podrá leer el libro entero a través de este enlace «En medio de la Selva»
PRÓLOGO
Con la publicación de esta obra poética de Carlos Benítez Villodres, la Editorial “Granada Club Selección”, Molvízar, Granada, de la que es director-gerente José Segura Haro, cosecha un nuevo triunfo en su ya amplia recolección de éxitos editorialistas.
Dentro de un formato de gran calidad y belleza, el autor de “En medio de la selva”, se apoya en un complejo andamiaje lingüístico, para crear, con la destreza lírica que le caracteriza, sus geniales y a la vez profundos poemas.
Carlos Benítez Villodres es un hombre íntegro, un poeta puro, que ama la vida, al peregrino y a la poesía con la generosidad y la exquisitez de los poetas inmortales. Él es un poeta que nos dona las esencias positivas del arte de vivir. Un poeta, un observador nato de la realidad que le rodea y de esa otra que palpita en las estancias de su psique. Ello enriquece cada día su experiencia personal y su inteligencia creadora y compositiva y su potencial de análisis. Obviamente, de esta fuente de valores y compromisos comunicativos, vanguardista de una simbología sin sometimientos, sin alaracas, fluye, como resultado de convergencias vitales y de sus relaciones coherentes, reflexivas, la capacidad de encontrar luz en la oscuridad y la de acrecentar y expandir lo incólume del alba y de una mirada, de la palabra solidaria y del pensamiento que deja huella. En este fluido transparente y nutricional se halla la base de su poética.
Con una emotividad sumamente frondosa y sin límites, percibo la contundente belleza y la genialidad toda luz en los poemas de “En medio de la selva”. Carlos nos muestra, en esta obra enriquecedora y célica, una poesía renovadora, que exhala, desde sus más profundas raíces, una frescura lírica ciertamente ambiciosa. No hay en estos versos savias insondables, ni leyes atávicas, ni albas sin libertades, sino luz de alas esperanzadoras y belleza de música permeable y radiante y misteriosa. Además, hallo en la lírica del poeta malagueño una claridad titánica que alienta al lector, amante de la poesía, a continuar su marcha por la vida, dejando a orillas de los caminos a esos dioses que nos angustian, a esas inquietudes que nos atan, a esas tristezas caniculares que nos reducen a isla. Asimismo, su poesía es vibrante, soleada, sumamente expresiva…, en definitiva, tan valiosa como atrayente, y es que nuestro poeta reconoce el valor de la palabra y sabe del misterio de la poesía.
La voz poética de Carlos nos llega virgen, aséptica, luminosa. Una voz que suscita una emotividad adimensional, un lujo de múltiples eclosiones lingüísticas, un espacio de sensaciones íntimas que, lentamente, desde su propia autenticidad poética, se va introduciendo, como rayos de sol, “en medio de la selva”, que se halla en el orbe, donde combate, con denuedo, nuestro poeta contra todo lo que acosa, hiere y mata al hombre íntegro, y en el cosmos interior del ser humano.
Carlos Benítez Villodres sabe perfectamente cómo cuidar las palabras, mimarlas y sentirlas tal y como nos dice André Gide: “Ni una palabra asoma a mis labios sin que haya estado primero en mi corazón”. Ciertamente, las palabras acercan a los seres humanos, cuando éstas tienen pulpa de amor y de solidaridad, de generosidad y de luz… Las palabras son uno de los tesoros más necesarios, más vitales para la humanidad ¡Cuántos hombres y mujeres no sabemos o no queremos, en un sinnúmero de ocasiones, buscarlas para encontrarnos con nuestros propios pensamientos!
En los poemas, que contiene “En medio de la selva”, se percibe un estilo que sorprende por su brillante lirismo, una musicalidad colmada, en sus formas, de madurez y orden, de armonía y fuerza centrífuga…, un lenguaje rico y sin hibridaciones ni recursos deformantes e innecesarios que encorsetan la labor del poeta, una belleza inusual por su naturaleza idílica, célica, que trasciende los límites de los horizontes ya establecidos…
Benítez Villodres consigue, con esta obra poética, el efecto catalizador y aglutinador, que se propone, sobre la concomitancia de razonamientos múltiples y de entusiasmos que provoquen sensaciones más directas, más originales, más sugerentes…, lejos de esas perspectivas que se desprenden de procesos repetibles y sin identidad.
La poesía de Carlos se caracteriza por su notable ingenio, el responsable de los conceptos novedosos, las paradojas, juegos de palabras y sutiles y brillantes metáforas. Ciertamente, su proteica habilidad para estar siempre a la vanguardia de los cambios lo convierte en un poeta en perpetua lucha consigo mismo y contra la oscuridad que lo atrapa, tanto a él como a sus semejantes. Además, posee esa avasalladora capacidad para dar con poderosas imágenes y músicas poéticas.
Benítez Villodres siente, como constantes pulsiones irrefrenables, la imperiosa necesidad de crear puentes de palabras para cruzar abismos, interiores y exteriores, presentidos por él, utilizando para su construcción elementos propios de su riqueza cultural, la cual se acrecienta día a día, gracias a su personalidad íntegra creadora e infatigable, desde la que trabaja sus pensamientos poéticos. Con estos instrumentos de la mente, se expresa libremente, desde el lenguaje, utilizando palabras, imágenes, silencios, ritmos, sonidos, signos, colores… De esta forma, nuestro poeta puede modular o entonar el canto de su entendimiento, y a veces transmutarlo en vida, abriendo una interpretación semiótica entre sus mundos internos, entre él y la vida, entre su yo y la naturaleza… Lo cual no supone que su sentido resulte evidente ni inteligible, pues acostumbra a decir lo indecible con un equipo verbal de combate, que a veces es preciso aprender a interpretar como una concentración explosiva de los muchos juegos de lenguaje posibles, fruto elaborado de la intensa emoción que pueda provocar en nuestros corazones el acontecimiento de ser poeta o lector de poesía.
El autor de este libro es, sin duda, de los más serios y originales en el universo poético. Tiene un dominio notable del idioma y de la técnica del verso. Además, tiene el don de la síntesis; sabe mirar y cantar sin apartarse de la tierra y del hombre, de la vida y de la muerte, pero comunicando siempre una visión personal y nueva de la poesía creada y tamizada por su talento y su inspiración. Es evidente que, en este poemario, tan excelente como de una hondura impresionante, descubramos los verdaderos secretos de la magia poética del poeta malagueño, quien busca y encuentra nuevos caminos, nuevas expresiones, nuevos símbolos…
Carlos Benítez Villodres divide esta obra en cuatro partes: “Esencia de soles”, “En la raíz del misterio”, “Caminando por la vida” y “Ante espejos insonoros”. No me voy a extender en explicar lo que expresa el poeta en cada uno de estos bloques, pues deseo y prefiero que sea el propio lector quien descubra los tesoros que encierra cada uno de ellos.
“En medio de la selva” es uno de esos poemarios que marcan un hito fundamental en el universo de la poesía de todos los tiempos, gracias a su riqueza conceptual, a su estilo brillante, a su musicalidad desarrollada en las pulpas de sus valores líricos. Por consiguiente, aconsejo la lectura de esta obra ya que el lector, además de descubrir en este libro una poesía de una calidad sublime, sentirá, al leerlo, un deleite y una satisfacción y un encontrarse consigo mismo…, difícil de hallar en cualquier otra obra poética actual.
Luis Jesús Caviedes Retamal
Presidente de la Asociación Mundial de Narradores y Poetas