Libro Recomendado «El Canto del Cisne» de Carmen Carrasco Ramos
Podrá leer el libro entero a través de este enlace «El Canto del Cisne»
Por qué el canto del Cisne
Es creencia, o tal vez sea realidad, que el cisne, cuando ve próximo su fin, canta una bella canción. Esta leyenda ya era proverbial en la antigua Grecia, en la mitología griega, en la cual el cisne era un ave consagrada a Apolo, símbolo, por tanto, de la belleza y la armonía.
Ovidio decía: El cisne canta una vez, mientras muere, su propio réquiem. En realidad, emite una serie de notas lastimeras y musicales.
También el gran Leonardo da Vinci escribió acerca de esta creencia: El cisne es blanco, sin mancha, y canta dulcemente cuando se muere, y esa canción pone fin a su vida.
Aristóteles afirmaba que los cisnes son musicales y cantan sobre todo en la proximidad de la muerte.
Muchos han sido los poetas, escritores, pintores y artistas que han elegido este tema del canto del cisne para plasmarlo en sus cuadros, en sus exposiciones o en sus obras literarias. Ejemplo de ello lo tenemos en el poema La muerte del cisne, de Tennyson, que inspiró el famoso ballet del mismo nombre, creación de la bailarina Anna Pavlova.
Podemos concluir diciendo que el significado que se le viene a dar a esta repetida frase, canto del cisne, es que la misma se refiere al final de un triunfo o logro en el otoño de la vida, en el declinar de un ser que está convencido de que ese triunfo será su canto del cisne, aunque el futuro quizá le depare de nuevo otro logro menor.
Este libro, El canto del cisne, viene a ser una alegoría, un paralelismo con la mítica ave y su canto final. El libro es para mí como un canto, no diré final, pero sí próximo a mi declinar literario. He puesto en él: ilusiones, empeños, esperanzas, afanes, tiempo… y buena voluntad para que salga lo mejor posible, eligiendo cuidadosamente cada poema, cada relato, cada foto de entre las miles que tengo repartidas por mis casi cien álbumes. ¡Toda una vida! Fotos, algunas decimonónicas que han sido “limpiadas” porque el paso del tiempo no sólo es inexorable en las personas, las fotos también acusan los años.
Quiero agradecer a mis queridos colaboradores, de los que me siento tan orgullosa, los poemas, escritos y retratos que me han enviado. Son como las hojas turgentes de un maravilloso color verde esperanza que han ido formando, una a una, este árbol-libro. Vosotros, amigos y compañeros, habéis sido una parte muy importante para que salga a la luz. Gracias de corazón por esas cosas tan bellas que me habéis escrito. Nunca lo olvidaré. Ni a vosotros tampoco. Cada vez que tenga el libro en mis manos hojeando sus páginas pensaré: Esta hojita del árbol la colgó… Esta otra la puso… pues permanecerán siempre perennes en el libro y en mi corazón. No será un árbol caduco.
Gracias, asimismo, a mi familia. Siempre han estado a mi lado y ella ha sido mi apoyo, ayuda, paño de lágrimas y partícipe de mis alegrías. Sin ella no sería nada.
Mención especial a Carmina Andrés, mi sobrina y principal colaboradora, que tan preciosas portadas, carteles y trabajos, auténticas obras de diseño, me ha creado.
También incluyo en mi especial agradecimiento a mis sobrinos Manolo y Jesús, indispensables para mí.
Y no sería agradecida si no nombrara a Granada Costa, que tantas satisfacciones me ha dado. A su Presidente, D. José Segura Haro, capitán de esta nave en la que nosotros los socios somos los marineros. Gracias, Pepe. Te mereces que de capitán se te nombre Almirante. Sigue con tus sueños e ilusiones, volcados en el Proyecto Cultural Granada Costa, y contigo sigamos todos los socios navegando con las velas desplegadas hacia el mar de la Poesía.
Y nada más, amigo lector. Ojalá que El canto del cisne sea una bella melodía que, al paso de sus hojas, emita cada una de ellas bellas notas literarias.
Carmen Carrasco, delegada nacional de Poesía Granada Costa
Primavera del 2018