Libro Recomendado «Alcanzar la Costa» de Diego Sabiote Navarro

Podrá leer el libro entero a través de este enlace «Alcanzar la Costa»

EL PASO LUMINOSO DE UNA VIDA

Diego Sabiote Navarro tuvo una infancia dura. Cualquier infante que a día de hoy leyera esta primera oración pensaría cosas muy vagas; pensaría que lo obligarían a estudiar, quizás que tenía que dedicar un par de horas en el negocio familiar, o quizás que sus padres eran muy estrictos con él y que no le dejaban usar el Smartphone durante las horas nocturnas. Tal es el paso del tiempo. Desde luego, nada más alejado de la realidad.

Este señor que hoy se reviste de tanta sabiduría, nació en un pueblo en que lo corriente y moliente era trabajar de sol a sol en las canteras. Esto elimina de la ecuación muchos otros elementos de la vida normal de un niño, como son los pasatiempos y el divertimento, prácticamente toda relación social fuera del lugar de trabajo y, por supuesto la educación que tanto desprecian algunos de nuestros jóvenes. Sin embargo, y con la consistencia de un roble de cien años, Diego Sabiote trabajó durante toda su juventud y adolescencia en la cantera, pero en ningún momento dejó de aprender y, sobre todo, de crecer, como queda reflejado en el libro homenaje. Sabiote no renunció a tener una vida más allá de las durísimas penalidades de las canteras, cuando así parecía destinado, y aun, cuando hubiera sido lo lógico y normal, como inexorablemente quedó constancia en otros compañeros que ejercían el mismo oficio.

Sin embargo, y esto es algo que el mismo Diego admitiría con sumo gusto, no estuvo solo en su viaje. No fue ningún familiar y amigo quien acudió en  auxilio de un chico de 19 años que, aun con un gran potencial natural parecía que estaba escrito que terminaría por desaprovecharse. El gran acompañante del que estamos hablando, es Jesús de Nazaret. En efecto, la fe, tan inconmensurable que acumuló Diego Sabiote a tan corta edad, le ayudó a superar las adversidades, oponerse a su propio destino, y terminar encontrando una luz esperanzadora que le guiara por los derroteros de una vida llena de conocimiento, de descubrimiento y de desarrollo personal.

Y he aquí, un hombre hecho y derecho, curtido en el fragor de las canteras, pero también en la experiencia que da la vida de un docente dedicado e inquieto, buscador siempre de la verdad. Esto último, de suma importancia no sólo para su vida, sino para todo el que conozca su obra filosófica, pues es bien cierto que gracias a sus investigaciones, no sólo ha desentrañado y explicado a muchos de los filósofos más influyentes de las historia, sino que, por supuesto, también ha realizado aportaciones propias en el campo filosófico en clave poética. Esta faceta le da un tono de singularidad en el plano del conocimiento.

Sin embargo, un hombre con tantos recursos y tan inquieto no podía conformarse, y ya van dos veces. No fue así en absoluto, y buscó un segundo campo en el que plasmar su pensamiento: la poesía. Comenzó su andadura poética un poco tarde para lo que se acostumbra, pero con gran talante se amoldó a sí mismo, y, por qué no decirlo, amoldó también el medio para conseguir decir lo que pretendía mediante este bello lenguaje. Escribió y escribió… y escribe, tanto que el número de publicaciones asciende a más de 24, desde el año 1992 hasta la actualidad.

Por todo ello, por esta epopeya de superación y aprendizaje, y por lo valores que transmite la historia de Diego Sabiote Navarro, como queda recogido tan bellamente en el libro que presentamos, es para mí un honor concederle este Premio de Literatura Granada Costa,

José Segura

Presidente del Proyecto Nacional

de Cultura Granada Costa