La BAOS

Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao (BAOS Bilboko Akordeoi Orkestra Sinfonikoa) galardonada con la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes.  Amagoia y Asier Loroño, emocionados por dicho galardón.

Por María José Mielgo Busturia

Guardo en mi retina una imagen entrañable: la de una niña de siete u ocho años y toda una vida por delante; aquel beso en la mejilla de su profesor al salir de la academia –el maestro Josu Loroño– y el esfuerzo de un aita porque su hija, de algún modo, cumpliera la ilusión del adulto. Abrir el fuelle ¡significaba tanto!… En definitiva, cada domingo aprendí lo que era vibrar a través de la música y de este bello instrumento. Una orquesta que ya dejaba vislumbrar el esfuerzo de su director por conseguir cada día mayores logros, llegando a ser lo que hoy es –de lo que todos los bilbaínos estamos tan orgullosos–: nuestra Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao. La BAOS.

Desde hace 60 años ya que el maestro Josu Loroño comenzó a dar a conocer con su entusiasmo, con sus clases, con su esfuerzo y con su trabajo, ahí siguen –emulando a Don Quijote– porque sus hijos Amagoia y Asier, Asier y Amagoia, han luchado con molinos, contra viento y marea, por mantener el testigo de su padre, de su aita. Y lo hacen magníficamente bien. En la actualidad Amagoia Loroño es la directora de la orquesta y si hay algo de lo que están orgullosos, es de todas y cada una de las personas que componen la actual orquesta.

Pero “como la inspiración te tiene que pillar trabajando”, está claro que a Amagoia y a Asier Loroño, nada ni nadie les ha regalado nada. Llegar hasta aquí, ha supuesto –además de mucho esfuerzo, de quitar horas a Morfeo, de crear y recrear diversas obras–, tener que innovarse, y lo han sabido hacer entre Fuelles Picantes, Noches Blancas, Fuelles entre amigos, conciertos en todos los barrios de nuestra Villa, Bizkaia Hauspoka, Gau Zuria, etc. Han unido con gusto, la Literatura y la Música. Y también han creado el proyecto DoReMiKa, en los escenarios desde el año 2000, con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia –Bizkaiko Foru Aldundia–, donde los más peques logran su primera toma de contacto con la música y este instrumento: el acordeón.

Por todo ello, no es de extrañar, que en este año 2023 hayamos tenido el gusto y privilegio de poder arroparles y compartir con ellos una recepción en la Sociedad Bilbaina con motivo de la concesión de la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes otorgada por el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España en fecha de 27 de diciembre de 2022. Fue un día maravilloso, donde estuvieron muy bien arropados tanto Amagoia como Asier y el resto de los componentes de la orquesta, por los amig@s de la BAOS y por personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad civil y del panorama cultural y político de Euskadi.

Vamos a conocerlos mejor y a saber más de los proyectos que han ido innovando, desde que su padre, el gran Josu Loroño, maestro exigente ­–los buenos lo son–, inteligente, cercano, muy humano y, para ser justa debo decirlo, muy atractivo.

 ¿Cómo fue que el gran maestro Josu Loroño eligió la música?

Está claro que era un hombre con sensibilidad y capacidad intelectual de sobra para formarse en la educación musical. En tiempos difíciles, pero con una inquietud fuera de lo común, se dotó de conocimientos musicales a través de los grandes maestros de su época, y cursó y realizó una carrera musical muy brillante. No fue un autodidacta, como algunos piensan. Obtuvo las mejores calificaciones en todas las disciplinas –armonía, composición, etc.–, y curiosamente, su instrumento principal fue el piano.

¿Qué le subyugó del acordeón, para que fuera este instrumento (y no otro) su compañero de viaje?

El acordeón es un instrumento que siempre le enamoró, cercano y popular. En la década de los 50 la orquesta alemana de acordeones Hohner ofreció un concierto en Bilbao, al que por supuesto, acudió el maestro Josu Loroño. Con su formación musical, fuera de serie, enamorado de las posibilidades de ese instrumento “nuevo”, decidió y se propuso fundar una Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao.

3.- Recuerdo, cómo los alumnos íbamos al Centro de Música Loroño Musikaltegia y el ambiente que se respiraba era diferente a otros centros musicales al uso. ¿Cuándo fundó vuestro aita Loroño Musikaltegia y qué sentía, en los últimos años, cuando vio que su sueño se había cumplido: fundar y mantener una Orquesta referente internacional en su género?

Él comenzó a trabajar en 1950. Siempre con una idea profunda de crear músicos, fuese cual fuese su instrumento, y siempre con método y disciplina. No es cuestión de ser pianista, trompetista, percusionista, violinista… se trata de ser músicos, de tener herramientas sólidas para comprender este lenguaje universal que es la música, y poder desarrollar a través de ella las emociones, la comunicación entre las diferentes culturas, pero siempre con rigor y profesionalidad.

4Posteriormente, comenzaste tú, Amagoia, a formar nuevos músicos y músicas. ¿Cómo fue la experiencia donde el maestro inculcó a sus hijos el amor por este instrumento, hasta convertirse en lo que es hoy?

Como es sabido por todos, yo nací en un ambiente musical real, donde respiraba ensayos, partituras, instrumentos, conciertos… y que sólo sabemos nosotros lo que eso conlleva. Mucho trabajo, mucho amor, pero también mucha disciplina. Para mí fue algo natural desde el principio. Tuve el mejor maestro, aparte de muchos otros, de diferentes disciplinas, que también fueron fundamentales en mi vida. Y también fui muy inquieta y estudiosa en cuanto a diferentes metodologías pedagógicas de todo el mundo, especialmente en Europa. Él nos inculcó el amor a la música, pero desde una perspectiva seria y rigurosa, y no hay mejor escuela que ser discípulo del mejor maestro.

¿Cómo se gestionó el paso de testigo del padre a la hija, para ser en la actualidad la directora de tan magnífica orquesta?

Mi aita y maestro Josu Loroño, a día de hoy, si no hubiera pasado por una larga enfermedad, sin ninguna duda estaría al frente de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao. Era genio y figura. Pero por razones de salud, tuvo que apartarse, y por naturales me cedió el testigo, teniendo muy claro que yo, que estuve siempre a su lado, era su sucesora.

6¿Qué sintió Amagoia Loroño la primera vez que dirigió la orquesta?

Una gran responsabilidad. Es un legado excelso que ya es parte de la historia y que yo procuro, no solo respetarlo, sino desarrollarlo y agrandarlo. De todas formas, sigo echándole de menos cuando él me dirigía y yo era el primer atril de la Orquesta. Nos enseñó tanto, y disfrutamos tanto juntos que me sigue emocionando el recuerdo simplemente de su mirada, que no era una mirada cualquiera. Implicaba rigor, seriedad, firmeza, pero a la vez un amor y una ternura infinitas. Nos entendíamos muy bien.

¿Qué supone ser la directora de este referente internacional que es la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao, y sentir que tiene un público incondicional?

En esta vida, dedicándote a lo que te dediques, con esfuerzo, pasión, y muchas horas de trabajo, lo primero que una tiene que ser es humilde. Yo soy lo que soy, sin ninguna duda, porque he tenido un maestro que me ha transmitido valores, conocimiento y amor por la cultura y el arte. Es curioso que toda esta historia maravillosa se haya transformado en lo que hoy es la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao. Pero esto es la consecuencia de muchas horas de trabajo, de muchos anhelos, de muchas dudas… que se han forjado a lo largo de estos años, mimbre a mimbre, de manera artesanal, con paciencia y con firmes convicciones, y con el riesgo, como todos sabemos en este mundo tan mediático, de que los proyectos puedan salir adelante, o no. Estamos en un mundo donde lo inmediato es lo principal, no importan los conocimientos, todo vale, de cualquier manera, que da un poco de vértigo. Yo abogo por otros valores, como son la honestidad, el trabajo bien hecho, el conocimiento, y la entrega al público en vivo y en directo, transmitiendo emociones de verdad.

Además de sus Amig@s y Soci@s de Honor, la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao nombra todos las años a sus Parlamentarios de la BAOS: todos ellos personalidades muy conocidas del mundo de la cultura, y de la sociedad civil. ¿Cómo se os ocurrió esa magnífica idea?

Simplemente porque tenemos a muchísimas personas de gran valía, de diferentes condiciones, profesiones y estamentos, que nos han apoyado, que han sido seguidores y valedores de nuestra actividad artística y cultural. No hacemos distinciones. Personas, todas ellas, que nos conocen bien y que saben, desde su perspectiva, lo que cuesta mantener toda una institución musical como es la BAOS.

¿Qué consejo daríais, a esos jóvenes que les encanta este instrumento y que les gustaría llegar a ser buenos acordeonistas?

Como he dicho antes, ser acordeonista es una circunstancia. Nosotros somos músicos. Y para llegar a ser buen músico no hay otro camino que trabajo, disciplina, tenacidad, entusiasmo y, sobre todo, tener buenos maestros. No todo vale.

Habéis creado proyectos nuevos, innovadores y para los más peques. ¿Contentos con el resultado de los mismos, como es DoReMiKa?

DoReMika ha sido una experiencia maravillosa que han compartido con nosotros más de 100.000 escolares de toda Bizkaia durante más de 23 años, con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia,

Un espectáculo que despierta año tras año la sonrisa, el asombro, la complicidad de cada niño, y es maravilloso. Esa es la labor real de lo que supone la producción de este espectáculo, que acerca al teatro a niños que no lo han pisado nunca. Una labor callada, sin focos mediáticos, pero que es también nuestra pequeña aportación en la educación de las nuevas generaciones.

He dicho en la introducción que, en todos estos años, los compañeros de viaje han sido importantísimos: qué tienen que decirles Amagoia y Asier Loroño a cada uno de los músicos de la orquesta –que dicho sea de paso, muestran una gran admiración y respeto por vosotros–.

60 años de ensayos dan para mucho. Nuestro Centro de Música y la BAOS siguen siendo un excelente lugar de aprendizaje musical. En este largo transcurso, siempre he dicho que los que estamos es para aprender, para evolucionar y para presentarnos ante el público con el mayor rigor y respeto. Entregarnos incondicionalmente al público es siempre lo más importante. Y efectivamente, en la orquesta, hay hasta cuatro generaciones, desde lo más veteranos hasta los más jóvenes, a los que se les transmite la sabiduría, la profesionalidad y la experiencia. Se trata de remar todos juntos. Los jóvenes de hoy serán los veteranos del mañana, pero siempre con buena formación, en el más amplio sentido de la palabra. Esta orquesta es mucho más que asistir a los ensayos, y hace falta mucho más para mantenerla; conocimiento, valores humanísticos, compromiso, mucho trabajo, y un etcétera muy largo, porque si no este milagro no existiría

En tantos años, imagino que ha habido momentos duros, de tener que luchar contra viento y marea, pero el trabajo, el esfuerzo, el creer en un sueño, ha sido más fuerte para mantener el o los proyectos adelante. Muchos logros son los que visten la trayectoria de la BAOS, pero si algo ha sido totalmente inesperado, mas muy muy agradecido, ha sido esa merecida Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. ¿Qué sentisteis cuando os enterasteis?

Asombro e incredulidad en un primer momento. Seguidamente, un agradecimiento infinito. Todo aquello que creó el maestro Josu Loroño, que es el verdadero artífice de esta historia, tan diferente, tan peculiar, tan característica, de alguna manera se ha visto reconocido. Para nosotros, el que haya “tocado” en Bilbao esta Medalla, a través de nuestros fuelles, los de la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao, es un orgullo inmenso. Bilbao tiene otra medalla, que es de todos los bilbaínos, y nosotros seguiremos sonando, aquí y allá, con nuestros fuelles.

Una medalla muy merecida y debo decir que ese día, estuvisteis muy bien arropados: personalidades de la cultura, de la política, de los diferentes y diversos medios, familiares, amigos, los componentes de la orquesta y seguidores que siempre hemos estado ahí, fuimos testigos de cómo el trabajo y los sueños, aunque a veces cuesta, tienen su recompensa.

Ahora, toca seguir y ¿qué proyectos más inmediatos tenéis, si se pueden contar?

Nosotros somos los mismos de ayer, hoy, mañana y siempre. Y seguiremos con nuestro compromiso con Bilbao y Bizkaia, en los múltiples espectáculos que anualmente ofrecemos, algunos de los cuales ya se han convertido en clásicos del panorama artístico. Además, a lo largo del año cumpliremos con diversos compromisos artísticos con entidades públicas y privadas. Y finalmente, este año, el 22 de noviembre, nuestra orquesta cumple su 60 aniversario. Por supuesto, lo celebraremos con conciertos extraordinarios, por lo que os animamos a estar atentos a nuestras redes sociales y demás medios de comunicación.

Ahí seguiremos animando, de un modo incondicional, a nuestra querida Orquesta Sinfónica de Acordeones, a nuestra querida BAO: un orgullo más para los bilbaínos.     *Aita: Padre en Euskera