Francelina Robin

Juana de Arco, fue una campesina francesa que fue conocida por liderar las tropas francesas contra los ingleses en la Guerra de los Cien Años, fue ejecutada en la hoguera después de ser declarada culpable de brujería. En aquellos tiempos a los santos los quemaban porque su cuerpo no se deshacía, qué mala idea. Esto quedó grabado en la historia y memoria de su país. Fue canonizada a principios del siglo XX. Después de obtener importantes victorias para Francia, fue capturada por los aliados de los ingleses, la llevaron a juicio y la sentenciaron a muerte en la hoguera por brujería. Nació en en año 1412 en Domarem, Francia. Hay un dato curioso sobre la fecha exacta de nacimiento, pero algunos creen que nació el 6 de enero. Sus padres se llamaban Jacques d’Arc e Isabelle Roméo, esta familia de campesinos tuvo un total de cinco hijos. Los cuatro hermanos de Juana se llamaban Jacquin, Jean, Pierre y Catherine. Su educación, como era tradición por aquella época en Francia, fue católica. Juana de Arco comenzó a trabajar desde muy pequeña en el cultivo de la tierra de sus padres. En aquella época hubo muchos santos. Como bien saben, el caso tan sonado de Juana de Arco ocurrió durante la guerra de los Cien Años, que comenzó en 1337 y terminó en 1453.

            Las guerras han estado toda la vida, qué tristeza, los que promueven la guerra están bien abrigados mientras matan y mueren los niños y familias de los demás, el hecho que inició el conflicto ocurrió al obtener el trono de Francia. Con este suceso consiguieron que otros parientes ocuparan el trono, y uno de ellos fue Eduardo III, rey de Inglaterra. Éste estaba relacionado con Carlos IV por la familia materna, pero su interés en el trono francés no fue apoyado por la nobleza francesa, mayormente porque de ser así acabaría la autonomía de Francia. Los franceses se apoyaron de una ley que impedía que las mujeres y sus descendientes ocuparan el trono francés, y así consiguieron que otro monarca fuera coronado: Felipe VI. Como era de esperar, esta situación dañó aún más las relaciones entre Inglaterra y Francia, y el desgaste que se acumuló en los siguientes años dio lugar a la Guerra de los Cien Años. Esta guerra afectó la vida de muchos franceses, ya que trajo destrucción, enfermedad y hambruna. El pueblo donde residía la familia de Juana de Arco estaba rodeado por el Ducado de Borgoña, aliado de los ingleses en el conflicto. Por esto, los ataques enemigos eran habituales, en una ocasión el pueblo de Juana de Arco fue incendiado.

            Juana de Arco aseguró tener visiones y escuchar voces que le decían que se uniera a la lucha contra los ingleses. Según ella las visiones y voces pertenecían a San Miguel, Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita de Antiquai. Estas visiones y voces habrían permanecido durante los años en los que se fue haciendo mayor y se convenció de que debía sumarse a la guerra en defensa de Francia y de Carlos VII. Existen muchos estudios e investigaciones acerca de qué era lo que le pasaba a Juana de Arco realmente, las dos teorías más fuertes irían en relación a la esquizofrenia y la epilepsia idiopática parcial. En cualquier caso, no hay constancia de que Juana de Arco padeciera realmente alguna de estas enfermedades. Lo que realmente importa es que, en la década de 1420, la situación de Francia en la guerra era desesperada, ya que el país acumulaba derrotas para los ingleses y la moral de las tropas estaba baja.

            Otro dato curioso es que las coronaciones en Francia se hacían en Reims, pero como estaba bajo el control inglés fue, con ayuda de Juana de Arco, como consiguió ser coronado allí. El encuentro de Juana de Arco con el rey tuvo lugar en 1429, en una reunión privada. La gran sorpresa de este encuentro es que Juana de Arco consiguió todo lo que necesitaba para ir a la guerra contra los ingleses. En ese momento, solo tenía 17 años y no tenía absolutamente ningún conocimiento militar. Se le entregaron armas, ropa y autorización del rey para comandar una tropa de unos 7.000 hombres. Algunos dicen que ella habría pasado una prueba del rey francés en la que se disfrazó entre sus nobles y le pidió a Juana de Arco que lo identificara, lo que ella hizo con éxito. Otros historiadores, sin embargo, señalan que el acto de Carlos VII de creer en una joven campesina analfabeta que no dominaba las técnicas de combate fue por desesperación.

            La primera participación de Juana de Arco en la Guerra de los Cien Años tuvo lugar en Orleans. El objetivo del asedio era matar de hambre a la población de Orleans y facilitar la conquista de los ingleses. Esta decisión también se tomó porque los británicos no tenían suficientes hombres para sostener un ataque frontal. El 8 de mayo de 1429, las tropas dirigidas por Juana de Arco atacaron a las fuerzas inglesas que rodeaban Orleans. Antes de eso, envió una carta al rey inglés ordenándole retirarse de tierras francesas, pero, obviamente, no cumplió. El ataque a Orleans fue la respuesta, y tras ocho meses de asedio, la ciudad francesa fue liberada, con miles de soldados ingleses muertos. Muchos historiadores dicen que Juana de Arco en realidad no participó en las batallas y, por lo tanto, nunca mató a nadie. A pesar de esto, durante la batalla de Orleans, fue herida en el pie y el pecho. Juana de Arco habría actuado más preparando la estrategia de batalla y motivando a los hombres. Consiguió lo que se propuso: levantar la moral de los soldados franceses, que tras años de derrota, lograron una gran victoria. El mando de Juana de Arco resultó ser notable, pues las tropas dirigidas por ella consiguieron conquistar Reims. Con eso, Carlos VII podría ser coronado oficialmente en esa ciudad.

            La manera de liderar a las tropas francesas de Juana de Arco llamó la atención de los ingleses, así que los franceses aliados de los ingleses y los propios ingleses se organizaron para capturar a la joven. Esto sucedió durante la Batalla de Compiègne. Para entonces, las tropas lideradas por Juana de Arco habían sufrido algunas derrotas. Con la captura de Juana de Arco, los ingleses iniciaron un proceso que enumeró decenas de acusaciones contra la francesa, pasó ocho meses en prisión y el rey francés no se hizo nada para salvarla. En 1431, el juicio de Juana de Arco la condenó a morir en la hoguera. Su ejecución tuvo lugar en una plaza de Rouen, el 30 de mayo de 1431. Se sabe que, en ese momento, tenía 19 años, ya que esa era su edad durante el juicio. Juana de Arco fue atada a una estaca de madera y quemada viva.

            Se dice que durante su ejecución gritó por Jesús. Años más tarde, el juicio de Juana de Arco fue anulado por el Papa Calixto III, ya que creyó inocente a Juana de Arco del cargo de herejía y brujería. A principios del siglo XX, la Iglesia Católica inició el proceso de beatificación de Juana de Arco y, en 1920, fue canonizada. Actualmente, Juana de Arco es una de las grandes heroínas de la historia del país.

JUANA DE ARCO

Testigos de un evento

absolutamente sin precedentes

 Juana, la doncella, marcha adelante

de los ejércitos franceses, llevándolos

para una batalla decisiva.

La presencia de esta virgen resplandeciente

de inocencia y certeza en la victoria

inspiraba respeto en el campamento

y dio un nuevo impulso a los oficiales y soldados:

Bebidas alcohólicas estrictamente prohibidas

y los juegos sobre todo, insistió,

para que los soldados confesaran

y recibieran la Comunión.

Sus consejos de guerra nunca fallaron

causando admiración a los generales.

 La toma de Orleans

fue un esplendido triunfo

En medio de la batalla, allí estaba ella,

sosteniendo la bandera blanca,

bordada con la imagen de Nuestro Señor.

Después de la toma de Orleans, siguieron

otras grandes victorias.

Juana de Arco, el ideal renace en Francia

de unidad y la esperanza de reconquistar

el territorio perdido. ¡ya fue conquistado!

El pueblo no escatimaba entusiasmo

con expresiones de gratitud

y admiración por la doncella,

Por fin ha llegado el ansiado día

en que el Rey de Francia volvió a ocupar

el trono. A su lado estaba Santa Juana de Arco.

Alguien le preguntó por qué

de la presencia de ese lábaro

en una ceremonia de coronación.

Recibió una rápida respuesta:

¡Estuvo conmigo a la hora del combate,

es normal que él también

esté en el momento de la gloria”.

Fue un gran día de fiesta.

Más que nunca, la alegría invadió

su alma. Aunque los ingleses no

estuvieran expulsados por completo

 del Reino de Francia.

Francelina Robin

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