Biografía
José Antonio Bustos ha cumplido 91 años, pero su vitalidad, sus sueños y su actividad no han mermado ni corre paralela a edad cronológica como nos ocurre a todos los mortales. Su salud es excelente y mantiene una actividad envidiable tanto en lo físico como en lo mental. En su vida no tiene cabida el aburrimiento, y tal vez, sea este el secreto, estar siempre ocupado, el que le mantenga con ese enorme y admirable vigor; “me quedan muchas cosas por hacer” repite a menudo cuando alguien le aconseja que no se meta en esto o aquello. Los espíritus inquietos están siempre en movimiento, porque descansar es dejar de vivir.
En su haber profesional figuran muchas y diversas actividades: molinero por tradición familiar y panadero por relación con la anterior; agricultor también por tradición familiar y por vocación; comerciante y distribuidor de cervezas Alcázar y vinos Palafox; laboratorio de perfumes; tienda de “comestibles” donde se vendía de todo, incluso algunas medicinas dado que en Jete no existía farmacia. Durante diez años trabajó como empleado en la Caja Rural de Granada, y veintidós años como Consejero-Secretario. Cultivó también el periodismo como corresponsal del periódico Patria, en la comarca de la Costa y participando como locutor de radio en la primera emisora que se instaló en Almuñécar..
Todas estas actividades fueron como medio de vida para mantener casa y familia, pero desempeñó otras muchas funciones de servicio a la sociedad sólo por vocación, entendiendo como vocación según la entendía D. Gregorio Marañón: “Es en su etimología y en su vulgar y real acepción, la voz, voz interior que nos llama hacia la profesión y ejercicio de una determinada actividad”. Y su vocación era de servicio a la sociedad en las actividades de: Secretario de Cáritas en Jete y Almuñécar; Secretario de la Hermandad de Labradores y Ganaderos de Jete; Secretario de la Hermandad de Regantes de Río Verde y Nuevos Regadíos de Taramay; corresponsal de Previsión social; Secretario de la Delegación Sindical Local; alcalde de Jete durante siete años y alcalde de Almuñécar cuatro años.
Como se puede comprobar desarrolló una intensa y extensa laboriosidad que no está al alcance de cualquiera y sólo por vocación, donación generosa a la sociedad.
De la personalidad de José Antonio Bustos sobresalen tres aspectos muy acentuados: valentía, trabajo y honradez.
Valentía.- Que le ha permitido siempre decir lo que tenía que decir, y a quien correspondiera sin distintivo de rango.
Trabajo.- que aún ahora con 91 años se levanta a las seis de la mañana para atender las muchas ocupaciones que continua desarrollando, y gran parte de ellas de forma altruista.
Honradez.- durante cuarenta y cuatro años ocupó puestos de responsabilidad, de influencia y de poder, nunca se aprovechó en lo más mínimo en beneficio personal, algo raro e insólito hoy día en nuestra sociedad en la que ser honrado es ser tonto. “Mi brújula ha sido siempre mi conciencia que me ha guiado por el camino recto”, dice.
Esto le ha permitido ir por la vida con la cabeza alta y hablando claro porque su gestión fue en todo momento transparente, limpia y brillante.
Vive de manera que puedas mirar fijamente a los ojos de cualquiera y mandarlo al diablo. (Henry-Louis Mecken)
Eminentes alcaldes los ha habido siempre y en todos los pueblos, y algunos héroes. Recordemos al patriota Andrés torrejón, alcalde de Móstoles, en su lucha contra los franceses en la guerra de la Independencia; Manuel Atienza, alcalde de la Peza en la provincia de Granada, también en la lucha contra los franceses; y más cercano de la comarca de la costa, Juan Hernández Cañas, alcalde de Otívar, invencible guerrillero contra la invasión francesa que murió en Almuñécar el 6 de marzo de 1815 y fue enterrado en la iglesia parroquial.
Don Natalio Rivas que fue ministro de Instrucción Pública e historiador, en la biografía que escribió del alcalde de Otívar dice sobre su personalidad: “Era sereno, imperturbable ante los peligros, valiente hasta la temeridad, con valor prudente, que no provocaba a nadie, pero muy viril para castigar al que faltaba al respeto, y de tan conocida formalidad que su palabra tenía fuerza de contrato”.
En tiempos más cercanos entre los años 1957 y 1974 destaca otro alcalde, José Antonio Bustos Fernández, no por su ardor guerrero, estamos en otros tiempos, sino por haber modernizado y engrandecido a los pueblos donde estuvo como alcalde, pues es otra forma de patriotismo, fue innovador pero respetuoso con las tradiciones. Sus ideales, su enorme trabajo, su competencia, su honestidad, son un ejemplo para toda actividad, pero especialmente, para aquellos que se dedican a la política…