INVESTIDURA DE PAPEL
Está claro que pedagógicamente es difícil mantener la atención en un debate de investidura, de que no estamos en clase, pero mi pregunta si es problema de tiempo: ¿por qué se permite circunloquios de protocolo, comentos, y argumentaciones largos como vacuos reiteradamente?, ¿ o es que la oratoria y retórica se emplea hoy con un sentido más alejado y diferente con el que se creó en su día?, ¿tan difícil es mantener la comunicación o se trae el discurso aprendido para soltarlo a colación de cualquier pretexto que queramos discutir o mostrar desacuerdo? Precisamente es eso lo que parece cuando se habla a veces por hablar, después de oír las intervenciones de ciertos parlamentarios, amén de las contradicciones o paradojas propias cuando hablamos de intereses partidistas o personales de intención de sillas o reparto de sillones según sus advertencias, a las que nos tienen acostumbrados en las mentiras o sofismas de discursos que unas veces disienten y otras asienten según las circunstancias de cada contexto. O lo que es lo mismo “pacto sí o pasto no” si de todos modos es igual lo que diga en un sitio cuando interese lo contrario en otro. “Limpiémonos para no ensuciar la alfombra de la selva” o “limpiar monos” “Mientras se pague no importa que el circo no represente ningún número interesante o en el teatro no se escuche la representación”. Como diría Larra parece que en su función siempre es carnaval; luego una convivencia con oídos sordos o sin tener en cuenta la opinión diferente de los demás en política es lo que ocurre debidamente. En este sentido, el problema de los políticos en España es que no saben escuchar, es la falta de respeto cuando continuamente emplean el móvil, ya lo afirma un profesor de secundaria que dice que los políticos son peores que los alumnos que no escuchan o que no tienen la habilidad de la escucha activa al contrario ni al pueblo porque ellos tienen la destreza de mirar para su ombligo o para otro lado, ¿y para qué tanto pacto de Estado, salarios adecuados, y las pensiones y la asistencia sanitaria digna? Por tanto se pone en tela de juicio de que no se debe hacer varias cosas a la vez quizá porque las interferencias hagan inviable una óptima recepción de mensajes. Así hemos pasado la segunda jornada de la sesión de investidura. Y las preguntas abiertas más que nunca, ¿se llegará a algún acuerdo que merezca la pena, se reabrirá un verdadero diálogo?
Por favor déjense de tantos “juegos de barquitos o se hundirá el nuestro“
Francisco Velasco Rey