II HABLANDO CON EL GATO CASIMIRO PAYÁ

    EL  día 18 de junio después de las noticias  de la televisión, como otras veces, fui a sentarme en la hamaca debajo del pino y en seguida me invadió el sueño del mediodía. De nuevo se me apareció el gato Casimiro que me habló así: Al final de nuestro primer encuentro me hiciste  dos preguntas que no te pude contestar por la brusca interrupción de nuestro contacto. A tu pregunta de cómo veía la situación de España te contesté a través de la transmisión mental y lo leíste en la filacteria que decía: “España vive en la mentira; los pueblos que viven en la mentira, en la mentira perecerán”. Y ahora añado más: “No puede perdurar la nación que ha hecho de sí misma un populacho””. Esto es fácil de predecir, está a la vista. La otra pregunta me hizo gracia, ”cómo un gato puede saber esas cosas”. Es lógico que así pienses, eres humano y crees que sólo los humanos estáis capacitados para el conocimiento. Estáis muy equivocados. Un gato tan poca cosa como yo y con mala “malafollá” me ha sido otorgado por el Creador  el don de la OMNISCENCIA. Es algo parecido a ese narrador de las novelas que conoce todo  lo que en ella acontece incluso ser ubicuo, es decir, estar en dos sitios a la vez. Sé todo lo que está sucediendo en el mundo respecto a la economía, la política, la religión, las catástrofes que están ocurriendo; sé el presente, el pasado y el futuro; sé los deseos, los miedos, las frustraciones de los humanos y todos los secretos de la Naturaleza. Como ya te he dicho es un don que me ha sido dado y no sé el porqué, eso entra en el misterio, sólo Dios lo sabe y por tanto no está a nuestro alcance.

 Pero si quieres saber sobre las cosas que entran en el misterio y que para los humanos es incomprensible porque entra en lo paranormal recurre a los libros. Se ha escrito mucho sobre estos temas. Y aprovecho para aconsejarte que leas toda clase de libros donde reposan, duermen ideas, pensamientos, reflexiones, vidas de hombres eminentes, aventuras maravillosas, arte, literatura… Todo el saber de los hombres eminentes que lo escribieron. Dichosos los que pueden llegar hasta ellos. Tal vez llevara razón aquel filósofo, político y orador, Cicerón, cuando dijo solemnemente en uno de sus discursos hace ya 2000 años: “si tienes una biblioteca con jardín, lo tienes todo”. Era una época en que se tenía gran amor al libro y a la lectura. Por supuesto que no todo el mundo puede tener un jardín pero sí una biblioteca, no se necesitan muchos libros para formarla. No obstante, para los pobres de espíritu y los pusilánimes pueden acogerse al proverbio árabe que dice así: “Un libro es como llevar un jardín en el bolsillo”. Es el pensamiento más sencillo, más barato y más bello que se ha escrito, y la más elocuente invitación a la lectura.

Pero desgraciadamente en España son escasos los hogares que tienen una biblioteca y más escasos aún los que llevan un libro en el bolsillo. Su lugar lo han ocupado hoy los ordenadores, los teléfonos móviles y las televisiones que están encendidas las 24 horas con programas chabacanos, ordinarios, lo que se le suele llamar “basura” que son anticultura o pseudocultura con poca o ninguna formación moral o espiritual.

Casimiro

Los grandes pensadores han definido las bibliotecas como grandes palacios donde reyes, príncipes, nobles, historiadores, novelistas, grandes estadistas, hombres de ciencia, del arte, lo más noble y elevado de la sociedad esperan para hablar con nosotros todo el tiempo que queramos. Y toda esta excelente sociedad espera pacientemente  y, no para concedernos audiencia sino para que nosotros se la concedamos a ellos. Todo un privilegio, un honor. Todos estos grandes hombres nos hablan con las mejores palabras, con las más dignas, con las más hermosas y de cualquier tema porque la sabiduría está en los LIBROS…

  El gato Casimiro de repente ha dejado de hablar, ha vuelto la cabeza hacia la izquierda y se ha quedado fijo mirando, los pelos del lomo se le han erizado y le sacude un ligero temblor. Miro en aquella dirección y veo que un gato rubio y grande se acerca hacia nosotros con cara y andares de superioridad, pero de golpe se para y observa unos momentos, ha notado mi presencia y decide volver sobre sus pasos.

Casimiro se tranquiliza y continúa: seguramente, a pesar de lo que he dicho sobre los libros y la necesidad de leer a alguien le queden dudas. Daré alguna pincelada más. Hay que leer porque en los libros está todo lo que ha ocurrido en la Tierra y a la humanidad y, por tanto, es conocer todo lo que nos rodea. Leer es conversar con esos hombres selectos, superiores, del tema que queráis para ir aprendiendo. Es mucho lo que se recibe en la lectura de los libros, pero lo más importante es que educa y afina la SENSIBILIDAD, esa capacidad de comprender y sentir todos los afectos que se dicen humanos, como son los sentimientos, las emociones, la ternura, la compasión, la caridad… Sin sensibilidad no puede haber justicia, ni decencia, ni responsabilidad, ni vergüenza, ni sentido del ridículo porque todo se construye sobre la mentira.

Cuando se carece de estos valores se cae en la VULGARIDAD, que en la actualidad es como una pandemia. Existe una vulgaridad simple que es sencillamente como un embrutecimiento del cuerpo y del alma por falta de desarrollo y práctica. A esta vulgaridad la podríamos llamar casi inocente. Pero existe otra vulgaridad que es innata, consustancial que en su grado extremo llega a ser capaz de toda suerte de hábitos bestiales y crímenes  sin temor, sin placer, sin horror y sin piedad. Es por la mente embotada y el corazón muerto, por el hábito enfermo, por la conciencia endurecida, por lo que los hombres se hacen vulgares”.

La vulgaridad es mala en todos los sentidos y en todas partes, pero cuando la vulgaridad está en los que mandan destruye a la sociedad y al país…

Le pregunté si en España tenemos gobernantes de esa clase. Se quedó pensando unos segundos y dijo: “si el Presidente y el Vicepresidente amasen  a Dios y al prójimo como se aman  a sí mismos serían santos. La grandeza del hombre consiste  en lo que puede ser; la miseria en lo que es”.

En el Nuevo Testamento hay un ejemplo muy claro a una pregunta como la tuya. Se presentó ante Jesús un mensajero para preguntarle quién era, y la respuesta que dio fue ésta: “di a quienes te han enviado que los cojos andan, los sordos oyen, los ciegos ven, los enfermos son curados”.

       Aunque no es comparable juzga tú mismo con todo lo que está ocurriendo en España: el vergonzoso y humillante encuentro de nuestro Presidente con el de EEUU; la cobardía ante el amago de Marruecos; el indulto a los condenados independentistas saltándose la Constitución y desautorizando al Tribunal Supremo y llamando “revancha y venganza”         la aplicación de la ley; el impagable endeudamiento de España…

_ ¿Entonces, España no tiene remedio?

_ Sí, saldremos de esta crisis, pero lo pagaremos caro hasta que el pueblo español salga de la ignorancia y de sus errores y sepamos elegir a nuestros representantes y administradores teniendo siempre presente las palabras del Premio Nobel de Medicina Ramón y Cajal: “en política todo necio es peligroso mientras no demuestre con hechos su inocuidad”.

Rogelio Bustos Almendros

Valenzuela

MRW

0 thoughts on “II HABLANDO CON EL GATO CASIMIRO PAYÁ

Deja un comentario