Igualdad y compromiso masculino en los deseos para el Año Nuevo
Feminista e Investigadora. Psicoterapeuta y escritora.
Los enormes avances hacia la igualdad que ha logrado el movimiento feminista de mujeres contrastan con un pobre compromiso de los hombres hacia la igualdad, quienes sin embargo, también han recorrido este camino de cambios con una mezcla de euforia, incomodidad y otros sentimientos contrapuestos
Recordemos que hablamos de igualdad desde un sistema de desigualdades. La igualdad es el nombre que le damos a un hipotético equilibrio en un sistema de desigualdades. Imaginemos crear algo estable en el centro de un péndulo que no para de moverse. Nada es neutro en la sociedad y nada se queda permanentemente quieto. La inmanencia de un sistema, su dinámica continua y recursiva ha sido bien expresada con la imagen del péndulo complejo de Newton. No con el péndulo de Foucoult cuya esfera se mueve libre de obstáculos, trazando recorridos disímiles aleatorios hasta frenar su movimiento. En el péndulo complejo (dos bolas suspendidas o cinco en “cuna de Newton”) la posibilidad de desplazamiento de un péndulo resulta frenada por la presencia y acción de la otra u otras esferas. Así cuando el recorrido de una esfera es más largo o intenso la reacción de la esfera opuesta se intensifica también. Esta imagen gráfica de un objeto nos ayuda a entender cómo una dinámica social es respondida: un gran éxito social conlleva una gran energía para una respuesta similar. Pese a ello la suma-resta de energías produce desplazamientos sociales: la sociedad se reorganiza para absorber los impactos y se mueve en el sentido de las sinenergías dominantes. Los sistemas se nutren del intercambio de impactos: integran, ¡se refuerzan! –los impactos no son antisistema– justamente un sistema muere si no tiene intercambios de energía: si no se produjeran cambios en uno y otros sentidos. Por eso en la dinámica sistémica las relaciones se re-crean, se re-significan y se re-producen recursivamente. También de tanto en tanto emerge algo nuevo que expande el sistema. Por eso el sistema es mayor que la suma de sus elementos.
Igualdad + diferencia= Diversidad en equidad
No hay oposición entre el derecho a la igualdad y el derecho a ser diferente. La desigualdad social construye jerarquías y limita el acceso al poder, a los recursos vitales y a los de todo tipo. La igualdad es innata pero la desigualdad también; no podemos avalarnos en la supuesta naturaleza de las cosas porque la “naturaleza humana” es hacer artificio, hacer sociedad, desnaturalizarlo todo. Lo más importante del asunto que nos trae es que la desigualdad heredada ha puesto a las mujeres en la indigencia. Indigencia de legitimidad y de poder. Es algo que nos rodea –en política, arte, religión, construcción de la historia, difusión de la ciencia,…- A la hora de organizar un espacio social, económico, político, de justicia, es un velo que cae sobre nuestros ojos. Indigencia, escasez, que no ausencia de legitimidad o de poder: todas las criaturas han sido dotadas de poder de manera que es imposible quitar absolutamente todo su poder a alguien (micropoderes). La legitimidad es otra cosa: se adquiere de la propia hegemonía. Decía Simone de Beauvoir que las mujeres no teníamos legitimidad ya que el canon lo fijaba el hombre y la mujer era más que o menos qué pero nunca era per se; nunca era adecuada, nunca estaba en su sitio porque no tenía lugar (Beauvoir 1949 El segundo sexo). Indudablemente la posición de la aristocracia y clero o de la gran burguesía eleva a sus miembros sobre el resto de las clases sociales populares, pero en su interior, en el interior de las élites, la indigencia femenina se reproduce con ligeras variaciones.
En resumen, el sistema que venimos heredando desde la revolución industrial se ha beneficiado de la desigualdad y también de la deslegitimación de las mujeres y otros colectivos inferiorizados en cada tiempo y lugar. La familia en el sistema industrial ha recreado e intensificado la pérdida de poder y de legitimidad de las mujeres en todas las clases sociales, uniformando sus cuerpos, sus almas y su indigencia social. La utopía de la igualdad feminista (equidad) no excluye la diferencia pero la desigualdad si. En equidad caben las diferencias: son riqueza y patrimonio social, son diversidad. Ha sido una construcción, nada natural, transversal como todo lo social.
La alegría de la conquista frente a la decisión dura de duelar
Las mujeres, desde varios siglos atrás y hasta la fecha, se entregaron resuelta y valientemente a conquistar la igualdad ¡había mucho que ganar!: con su emancipación las mujeres ganan legitimidad, espacio, poder de decisión, autonomía personal, capacidades cívicas y derechos que antes estaban restringidos al varón. Lo mismo que los hombres pierden pues eran depositarios o beneficiarios de todo aquello que no obtenían las mujeres.
¿Por qué habrían de apoyar la equidad los hombres? Pues por justicia, por amor, por desprenderse de privilegios que en el fondo incomodan y avergüenzan; para no estar del lado de quienes sobreexplotan, esclavizan, agreden, abusan, matan… Cierto que estas rezones son motivos demasiado inmateriales y lo que es más tangible es la pérdida de privilegios. Los hombres que se comprometan con la equidad tienen que iniciar un duelo, un proceso consciente de desprendimiento, con la curva que conlleva todo proceso de duelo (E. Kubler Ross): Fase de negación, ira, resentimiento, aceptación y compromiso y aprendizaje. Una difícil decisión comprometerse con la equidad pero un camino que conlleva enorme crecimiento personal, el abandono de pretender dirigir, gobernar, el mundo o una pequeñísima parte de él, la del propio hogar o el propio lugar. A cambio aprender a compartir en una relación verdadera de ganar-ganar. Vivir en amor, en comunidad, como cuando vivimos en pareja, en esa pareja que tanto gusto nos da. ¿Y luego? Luego todo duelo acaba en una apertura al aprendizaje ¡ventana abierta a un paisaje fresco e inabarcable! Un mundo entero espera para explorar cuando abandonamos el espejismo del privilegio que nos construye en desigualdad.
Feliz Año Nuevo lleno de buenos deseos y compromiso.