Humo, poema de Inmaculada González
HUMO
Un intenso crepitar interior
me llena de un profundo desaliento.
El corazón asoma a la garganta
mientras me sacude por dentro.
Me posee un hastío impertinente
que va nublándome la vista;
todo mi alrededor se descompone
mientras la niebla evapora mi día.
Plomizo se me torna el cielo
que hace un instante me alumbraba.
Mi mundo convulsiona sin aviso
y mi cabeza vaga enajenada.
Mis demonios despiertan del letargo
para oscurecer y quebrarme el alma.
El llanto amenaza con desbordarse
y yo no sé qué es lo que me pasa.
El pulso trepidante me acelera.
Mi estómago se anuda en mis entrañas.
Rehúyo de mi sombra y mi reflejo.
De pronto hasta en mi piel me siento extraña.
Se traba la razón, elucubrando;
pretendiendo entender qué se le escapa.
El pensamiento relampaguea y
la tormenta inminente se desata.
Qué maldición invoca este vacío.
Por qué esta inquieta miscelánea.
Qué fuerza engulle mi sosiego.
Por qué este humo que me empaña.
Increíble, magnífica. Una joven talento. Gracias, preciosa.