Homenaje a Rachel Carson

Infinita curiosidad por lo que sigue…
Si un niño pregunta por qué canta el río,
si sigue el camino de un caracol,
si ríe en la brisa, si juega en la espuma,
el mundo renace con más resplandor.
Las hojas susurran secretos antiguos,
las olas repiten historias del mar bravío,
las nubes dan forma a mil aventuras
que solo los niños pueden nombrar con ternura.
Un grillo escondido entona su canto,
las olas danzan con un pequeño barco,
con ojos de niño, el viento es un mando,
y en lo simple, la magia renace con encanto.
Rachel nos dice: cuidemos sus ojos,
no apaguemos su sed de entender,
pues quien ve maravillas en cada latido
nunca deja de renacer.
Tomemos sus manos, sigamos sus huellas,
descubramos el mundo con nuevo esplendor
que cada día es un viaje, un sueño, un misterio,
si miramos con amor y corazón.
